capitulo 10

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Suspiro y me siento en la cama, suelto las bolsas y veo como la cama se hunde a mi lado, James toma una pequeña libreta con un bolígrafo y anota todo lo que digo, le digo la casa de sus padres, su apartamento en el centro, donde vive Nick y toda la información que creo conveniente, no me considero una soplona, pero Marco arruino mi vida de muchas formas y creo que es lo más correcto, cuando termino todos salen menos Dean, John y James, se miran entre ellos y eso me hace sentir incomoda.

—¿Dónde estaban? —preguntó Dean con algo de molestia.

—Fuimos a comprar algo de ropa, no puedo vivir solo con lo que tengo puesto —dije con un poco de mal humor.

—Pensé que irías con John —dijo Dean mirando a James.

—Él tuvo que ocuparse así que le pedí a Meiling que me colaborara, en eso apareció James y se ofreció a llevarnos.

—¿Llevarnos? —preguntó Dean.

—Sí, fuimos con Meiling, fue mi asesora personal —dije sonriendo al recordar como Juzgaba casi todo lo que me colocaba.

Veo como el rostro de Dean se relaja y como John agacha su cabeza apenado.

—Dean, la próxima vez que Bianca trate mal a Mei, se va de esta casa —sentenció James fastidiado.

—¿De qué hablas? —preguntó Dean tenso.

—La trato de sirvienta y la hablo de una manera despectiva y grosera —dijo James tensando la mandíbula—. Tú sabes que ella en esta casa es más que una sirvienta.

Dean abre los ojos al escuchar eso, parece casi no creérselo y John solo se dedica a negar con la cabeza, la puerta se abre y Meiling aparece luciendo los collares y anillos que compró pero se detiene un segundo al ver a John y a Dean en la habitación, sigue al ver sus sonrisas.

—¿Qué les parece mis niños? —preguntó estirando el cuello y colocando su mano contra este luciendo sus joyas.

—¡Hermosa mujer! ¡me acabas de cegar! —exclamó Dean acercándose abrazándola—. Mei, disculpa si Bi te trató mal, a veces se me hace difícil creer eso de ella.

Yo miro a James extrañada pero él solo sonríe sin gracia mientras niega.

—Mi niño, yo no me meto en sus asuntos, pero ya le he pedido que le aclare que yo no soy solo una sirvienta, no me obligue a renunciar —dijo con tristeza.

-¡No! —gritaron los tres chicos abrazándola.

—Ustedes saben que no me gusta trabajar en un lugar donde me traten mal, me traen malos recuerdos —dijo con una suave lagrima saliendo su mejilla que John rápidamente retiró.

—No querida, yo me encargaré de que eso no pase, te lo prometo —dijo Dean mirándola con una sonrisa.

Todos se abrazaron y eso me hace sentir feliz, me hubiera encantado tener una abuela o una madre así pero no sé nada de mis abuelos y mis padres, a veces creo que hubieran deseado tener una sola hija, todos salen de la habitación menos Dean quien cierra la puerta con seguro, yo me levanto y acomodo la ropa en los cajones con su mirada penetrante siguiéndome, saco una de las piezas de lencería que compre que consiste en una panty y un sostén negro enteramente de encaje y lo arrojo en la gaveta.

—¿Qué? —Pregunté bruscamente haciéndolo sobresaltar.

—Me hubiera encantado ayudarte a comprar eso —dijo señalando la gaveta donde guarde la lencería.

—No deberías decir eso, suficiente tengo con los comentarios de tu novia como para ganarme más malos tratos —dije sacando ahora un juego de panty y sostén color rosa palo también de encaje.

—¿Qué te dijo? —veo como se coloca tenso.

—Nada, solo supuso que soy una zorra que está en esta casa jugando con todos los chicos que la habitan para ver cual me presta atención —dije guardándolo en la gaveta y sacando ahora un juego de panty y sostén color blanco aperlado.

Me arrebata el juego y lo arroja la bolsa llamando mi atención.

—No puedo hablar tranquilamente contigo si sigues sacando esa ropa interior increíblemente sexy frente a mí.

—Es solo ropa interior, no creo que tu novia nunca te haya modelado ropa interior así —le respondí saliendo de su agarre y colocando mis manos sobre mis caderas.

—No es la ropa interior, Emily, es el desear con todas mis fuerzas ver cómo te luce a ti —dijo demasiado cerca de mi rostro.

—No se a lo que estás jugando, Dean, pero no me está gustando.

—Y otra cosa, no vuelvas a decir que Bianca es mi novia, porque es una vil mentira —me aclaró completamente serio.

—Pues tenías que verla cuando llegamos, se creía dueña y señora —dije entrando al baño para acomodar las cosas de aseo que conseguí.

—¡Emily! —gritó Dean mientras entraba.

—¡¿Qué?! —grité girándome para mirarlo.

Pero apenas puedo reaccionar, su boca choca contra la mía y me besa de una forma apasionada, me impulsa hacia atrás haciendo que mi cuerpo choque contra la pared de la ducha, jala una de mis piernas y la enrolla en su cadera levantándome un poco y haciéndome sentir su miembro ahora bastante prominente a través de sus jeans, no deja de besarme cuando con un rápido movimiento me quita mi blusa, suelta mi boca y comienza a dar salvajes besos a mi cuello mientras su miembro sigue chocando con mi parte intima, sus besos bajan a mis pechos y sus manos hábilmente bajan mi pantalón junto a mi ropa interior, vuelve a chocar su cuerpo contra el mío y baja su pantalón junto con sus calzoncillos, yo no me atrevo a mirarlo y simplemente cierro los ojos, él me agarra suavemente la cara obligándome a mirarlo "no me quites la mirada nunca" dice y rápidamente entra en mi, yo no puedo evitar gemir y dar un suave grito de dolor al sentirlo, él coloca su cabeza hacia atrás y no deja de repetir cual apretada estoy mientras entra y sale suavemente de mi interior, yo solo puedo gemir y disfrutar tales sensaciones, todo es lento y apasionado, mi cuerpo se siente cada vez más acalorado deseoso más, él levanta mi otra pierna y ahora mis piernas rodean su cintura mientras entra y sale más y más rápido, echo la cabeza hacia atrás cuando algo explota en mi interior y esto hace que él comience a entrar más fuerte sin detenerse y acto seguido siento algo caliente dentro de mí, se separa bruscamente sin mirarme a los ojos y se viste con prisa, solo alzo la mirada un segundo para decir "no pude contenerme, lo siento" y sale de la habitación dejándome sola y completamente confundida, deslizo mi cuerpo por la fría baldosa y me siento en el piso tratando de respirar un poco ¿Por qué hizo eso? ¿Por qué lo disfrute? esto no está bien, para nada, ¡Él tiene su chica! Empiezo a sentir remordimientos por lo que paso pero trato de calmarme y ser fuerte a pesar de que tengo la cabeza hecha trizas, si él tiene a su chica ¿Por qué quiso hacerlo conmigo? Aunque me atrevería a decir que su novia y yo estamos parejas en cuanto a belleza no lo entendía.

salgo del baño con mi ropa puesta y comienzo a acomodar la ropa nueva, alguien golpea la puerta y cuando esta se abre John me mira con rostro apenado.

—¡Hola pícaro! —lo saludo guiñándole un ojo.

—Emily yo quiero pedirte perdón —dijo cerrando la puerta para tener más privacidad—. Sé que teníamos planes y...

—Relájate —lo interrumpí—, veo que esa chica de verdad te quiere —digo sonriéndole pero al ver su rostro serio mi sonrisa desaparece.

—Ella solo quiere dinero, como todas, solo finge que me quiere para obtenerlo —dijo sentándose en la cama y mirando las bolsas, pero al ver la de la lencería se coloca completamente rojo y voltea la cara—. Espero poder compensar lo de hoy.

—No te inquietes por eso, no estoy enojada —dije tratando de calmarlo—. Pero quiero que hagas algo por mí.

—Si claro lo que me pidas.

—Quiero que investigues a Bianca —le pido de forma seria.

entrelazadosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora