capitulo 11

18.9K 1K 32
                                    

Él me mira extrañado por mi petición.

—Ya lo hicimos, lo hacemos con cada chica que entra a la casa.

—Si me lo imagino pero se sorprendieron cuando les comenté que ella estuvo en una fiesta de Marco ¿No crees que hay algo que falta?

—Eso es cierto, está bien, lo haré.

—Pero debe quedar entre nosotros —le aclaré señalándonos.

John solo ríe.

—Por supuesto, porque si Dean se entera que estoy investigando a su chica me mata.

—Oye y a todas estas ¿Cuál es la diferencia entre chica y novia? –pregunté con curiosidad.

—Una chica es alguien con quien te diviertes y juegas un rato, una novia en los carteles significa algo así como  esposa pero sin haberse casado, se vuelve una mujer respetada y si su pareja la llega a engañar, la chica será expulsada.

—¿Por qué? —pregunté confundida.

—Significa que no hizo bien su trabajo como pareja, los hombres de cada cartel son personas muy fieles a sus parejas ya que no es una elección fácil, pero cuando esto pasa y la chica resulta ser lo que él no quiere él busca la manera de expulsarla ya que abiertamente no puede, lo haría un patán.

—O sea ¿Es patán dejarla abiertamente pero no engañarla? Eso es un poco contraproducente.

—Estamos regidos por viejas reglas impuestas por hombres, por si no lo recuerdas en una época muy antigua si un hombre engañaba a su mujer, era culpa de la mujer, y si una mujer engañaba a un hombre, era culpa de la mujer —dijo con algo de ironía.

No alcanza a contestar cuando su teléfono comienza a sonar, el nombre de Dean aparece en la pantalla, John no alcanza a decir siquiera ¿Qué paso? Cuando Dean grita "!salgan de la casa!" Intercambiamos miradas y nos levantamos rápidamente, cuando abrimos la puerta unos hombres con pasamontañas están parados frente a nosotros apuntándonos con armas, uno de ellos me agarra del brazo y tira de mi con fuerza, John intenta impedirlo pero le dan un fuerte golpe en la cabeza y cae desmayado, yo forcejeo y pataleo pero el hombre que golpeo a John ahora me golpea a mí y de repente todo se coloca negro.

Cuando logro abrir los ojos noto que estoy apoyada contra una pared y que una cadena ata mi pierna al piso, mi cabeza duele horrible y siento que me desmayaré otra vez, miro a los lados en donde estoy y distingo que es una especie de celda carcelaria solo que un poco más grande, trato de moverme pero el dolor en mi cabeza se hace más agudo y me veo obligada a permanecer en el piso, escucho pasos y veo como unas botas militares se posicionan frente a mí, levanto la cabeza y veo a alguien que nunca esperé ver abriendo la celda y entrando.

—Por fin despiertas, niña —dice el padre de Marco mirándome con desprecio.

—¿Qué quiere de mí? —pregunté con dificultad.

—Tú estuviste viviendo un tiempo en la casa del enemigo, niña, eso nos obliga a tomar ciertas medidas —dijo agachándose para mirarme a los ojos, su rostro se ve sombrío—. Aparte me han llegado ciertos rumores de que tú eres la razón de que mi hijo sea débil, y eso no me gusta.

—¡Yo no soy culpable de nada! ¡Dejen de culparme porque Marco no tiene carácter!

—¡Claro que lo tiene! se necesita carácter para violar a una niña de 16 años virgen y seguir siendo su amigo como si nada —dijo con humor y eso me hizo enfurecer.

—¡Su hijo fue un cobarde! ¡Él no pudo con el remordimiento y se arrodilló frente a mí como un perro pidiendo perdón! ¿A eso le llama usted tener carácter?

Su puño choca contra mi rostro haciendo que mi cabeza de un giro de 180 grados, mi mejilla arde, siento el sabor a sangre en mi boca y la vista se pone algo nublada por las lágrimas.

—No te atrevas a ofender a mi familia, zorrita ¿O crees que no me han llegado rumores de que andas detrás del culo de cada uno de los del cartel de norte? no soy como mi hijo, desde el primer día que te vi supe que eras una zorra y una traidora.

Su puño ahora choca contra mi ojo y mi cabeza vuelve a girar.

—Ahora me dirás qué les dijiste o te lo sacaré a golpes.

Yo alzo la mirada y no puedo evitar sonreír.

—¿En serio cree que le diré algo?

—Niña masoquista.

Me golpea una y otra vez el rostro haciendo que mi vista se ponga más nublada y borrosa, me duele y siento que me voy a desmayar, él me agarra por el cuello y me levanta haciendo que me falte el oxígeno.

—Tienes todo el día de hoy para decirme que les dijiste o te seguiré torturando hasta que lo hagas —amenazo soltándome y dando una fuerte patada contra mi nariz que me dejo totalmente noqueada.

Ha pasado un mes, lo se porque ellos se encargan de recordarme cuantos días han pasado desde que me encadenaron acá, a veces viene el padre de Marco, a veces otros hombres también de edad, hasta que el día de hoy Marco y Nick entraron haciendo muecas de desagrado, casi se como me veo, mi rostro debe estar pálido y lleno de golpes, cejas reventadas, labios partidos, nariz hinchada, ojos llenos de moretones y mi cuello debe estar lleno de marcas de dedos al igual que mis brazos, mis pies ahora descalzos están un poco cortados por los latigazos que me dieron en el día 5 y estoy notoriamente delgada ya que no dejo de vomitar todo lo poco que como, la única manera de salir de esta celda es para ir a hacer mis necesidades y un guardia me lleva hasta el baño más cercano, la celda da asco por la cantidad de moho en las paredes y hace demasiado frío.

—¿Qué tenemos aquí? —habló Nick—, Lástima que hoy no podré vengarme por lo que me hiciste con la estúpida de tu amiga —dijo jalando mi cabello para que lo mirara a los ojos—. Hoy tendrás una misión especial.

Yo lo mire confundida.

—Tú, mi querida Emily saldrás hoy, pero tienes una misión que cumplir para que no te atraviesen el cráneo con una bala —dijo Marco de una manera frívola, nunca lo había escuchado hablar así.

—Vas a salir, vas a ir a la casa del imbécil de Dean y vas a traernos toda la información que puedas, ya que te negaste a colaborar y nos estas saliendo un poco costosa —siguió Nick antes de darme duras cachetadas en la cara.

No me dieron opción de negarme, me desataron y taparon mi cabeza con algo negro, me dan un fuerte golpe y todo se vuelve oscuro de nuevo.

Cuando despierto me doy cuenta que voy en un auto con Marco y Nick de lado y lado, comienzo a sentir nauseas otra vez pero supongo que son los nervios y trato de calmarme inhalando profundo, puedo sentir mi cabello medianamente peinado, tengo puesta una sudadera negra que me queda increíblemente ancha y mis jeans que están sucios al igual que las bailarinas, cuando el auto se detiene frente a la casa yo tomo aire y cuando Marco sale tengo que ser empujada por Nick para salir también, este entra rápidamente y se van.

Puedo ver que hay una enorme fiesta y que la casa está al reventar ya que hay gente hasta dentro de la casa y en los balcones, comienzo a tocar mi ropa para cerciorarme de que no hay micrófonos y cuando siento uno en la capucha de la sudadera rápidamente lo quito y lo pisoteó, corro hacia la casa tan rápido como el dolor de mis pies me permiten y una vez adentro comienzo a buscar a Dean con la mirada, repaso una y otra vez entre la multitud que me rodea hasta que una fuerte mano me aprieta el brazo y me hace dar la vuelta de manera brusca.

entrelazadosWhere stories live. Discover now