capitulo 37

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Dean y yo caminamos agarrados de las manos saliendo de la droguería, corrimos al auto y en menos de cinco minutos ya estamos en casa, subimos las escaleras sin fijarnos en todos los chicos que ven futbol muy concentrados en la sala y nos encerramos en el cuarto, saco la primera prueba de embarazo del cajón de la mesita de noche y me encierro en el baño, orino en un pequeño vaso y abro la puerta para que Dean entre, nos sentamos en el piso y miramos fijamente la prueba, cinco minutos después ya me duelen las nalgas y Dean se remueve incomodo pero sin quitar la mirada de la prueba, dos pequeñas rayas rosadas se pintan y puedo sentir como los latidos de mi corazón se aceleran, miro a Dean quien esta estático con la mirada fija en la prueba y con la boca entre abierta, gira lentamente la cara para mirarme y una enorme sonrisa se le pinta en el rostro, me arrojo sobre él y lo abrazo con fuerza, él me devuelve el abrazo y nuestros labios se unen de forma apasionada, cuando nos separamos él me mira a los ojos y puedo ver un increíble brillo en tus ojos.

—Te amo Emily, te amo demasiado y quiero que esa princesa que viene en camino sea igual a ti para consentirla tanto como pienso consentirte toda la vida —dijo acariciando mi mejilla.

—Yo también te amo Dean, y te prometo que te haré el hombre más feliz del mundo, haré que cada problema que te cause sean olvidados y que todos los días amanezcas con una sonrisa —dije apoyando mi cabeza a su pecho.

—Cariño, me hace el hombre más feliz del mundo tenerte como mi prometida, me haces el hombre más feliz del mundo con amanecer en mi cama todos los días y ahora que me vas a dar una hermosa princesa, créeme que ningún hombre, en ninguna parte del universo será más feliz que yo.

—¿Cómo estas tan seguro que será niña? —pregunté mirándolo con una sonrisa.

—Porque a veces cuando deseas tanto algo, con todas tus fuerzas y con tu corazón, el universo conspira para que se haga realidad y nena, lo deseo tanto que hasta sueño con eso.

—¿Sí? ¿Y cómo te la imaginas?

—Me la imagino como tu copia exacta, exacta, tal y como eres —dijo acariciando mi cabello y señalando la pared donde estaban mis fotos de bebé—. ¿A ti que te gustaría que tuviera de mí?

—Tu sonrisa, quiero que tenga tu sonrisa —dije emocionada.

Dean me mira y vuelve a sonreír, si, definitivamente quiero que nuestra bebé tenga esa sonrisa que tanto me mata, me abraza con más fuerza como si aún no se lo pudiera creer, como si creyera que está soñando.

—Aún así, mañana temprano quiero que te hagas otras pruebas, solo para confirmar.

—Me parece perfecto —le di un beso en el mentón.

Salimos del baño y comenzamos a desempacar todo lo que compramos para el bebé, él desocupa un cajón completo del closet y delicadamente colocamos la ropa de bebe ahí, decidimos esta noche dormir completamente desnudos ya que según él "así dormiría mejor después de la impactante noticia" y cuando nuestros cuerpos tocaron la cama caímos completamente rendidos.

Apenas Dean siente los rayos de sol chocando su cara me levanta, miramos el reloj y son las siete de la mañana, nos levantamos y sacamos todas las pruebas de la bolsa, entro al baño con cada una y las pongo en orden sobre la mesa del lavamanos, cuando ya se nos agotan las pruebas esperamos cinco minutos mientras nos duchamos juntos, cuando salimos de la ducha todas las pruebas de embarazo han dado positivo, Dean agarra una de las pruebas y la limpia bien, el resto decidimos botarlas, salimos del baño con una sonrisa de oreja a oreja y mientras me cambio él le manda una foto de la prueba a su madre, cuando estamos perfectamente aseados y cambiados decidimos bajar para contárselo a Meiling, llegamos a la cocina y ella ya esta ahí, haciendo el desayuno.

—¡Chicos míos! ¿Qué hacen despiertos tan temprano? —preguntó mientras revolvía los huevos.

—Tenemos una noticia para ti —dijo Dean agarrando mi mano y estirándose la prueba cuidadosamente envuelta en papel higienico.

Ella lo mira completamente seria y se lo recibe con cautela, cuando le quita el papel abre mucho los ojos, sube y baja la mirada una y otra vez con los ojos aun abiertos.

—O sea que... ustedes... —empezó a balbucear con una sonrisa pero aún sorprendida.

—Si Mei, seremos padres —dije abrazando a Dean.

La mujer grita con fuerza y comienza a dar brincos hacia nosotros hasta que nos abraza.

—¡Muchas felicidades mis niños! —exclamó apretándonos en un abrazo—. Dígame ¿Qué quieren que sea?

—Niña —respondimos los dos al tiempo.

—Y obviamente yo la cuidaré ¿Cierto? —preguntó con una sonrisa.

—Me ayudarás a cuidarla —le pedí—. La verdad no tengo mucha experiencia con bebés así que voy a necesitar ayuda.

—Y créame señorita, el joven Dean tampoco tiene idea de cómo cambiar un pañal —dijo guiñándome el ojo.

Yo reí al ver la mala cara que hizo Dean.

—Créeme Mei, por mi pequeña princesa aprendería a luchar con espadas si es necesario —dijo Dean con orgullo.

—¡Eso no lo pongo en duda! —Dijo caminando hacia la estufa—. Ahora siéntense ¡tienen mucho que contarme!

Y así duramos un tiempo contándole a Meiling todo lo que hemos organizado hasta el momento, decido ceder ante la petición de Dean de vivir frente a la playa así que Meiling tendrá que decidir si se queda o se va con nosotros, tampoco la presionaremos, hablamos sobre la boda y ella rápidamente se asigna la cena y el pastel de bodas, cosa que ni Dean ni yo protestamos, eso sí, ella solo cocinará, el servir y todo eso lo hará otra persona ya que ella tiene que estar con nosotros en la boda y en la recepción, mientras seguimos organizando el teléfono de Dean comienza a sonar y el nombre de "mama" aparece en la pantalla.

—prepárate cariño —me dijo antes de suspirar—. Hola ma–

No puede continuar ya que un fuerte grito lo obliga a alejar su teléfono de su oído, cuando el fuerte sonido calma lo vuelve a acercar.

—Mamá, casi me dejas sordo —dijo él de mala gana—, si sé que te emociona la noticia pero... —silencio—, ¿Se lo mostraste a papa? ¿Qué dijo? —e inmediatamente miro a Meiling quien está ansiosa por saber—, dile que no va a ser niño, será niña y si es niño llevará mi nombre —silencio—, no es egocéntrico, mamá—silencio—, si es niña se llamará... —me mira haciéndome gestos con la mano, yo le susurré "Elizabeth"—. Se llamará Elizabeth —dijo con una sonrisa que rápidamente se borró—, ¡Ni loco le pondré como tu madre! —Meiling al escuchar eso comenzó a negar con las manos ¿Tan malo es?—, no mamá, no es bonito, es extraño y no quiero matar niños por hacerle Bullyng a mi princesa —silencio—, está bien mamá iremos en la tarde y hablaremos bien —y colgó.

—¿Tan malo es el nombre de tu abuela? —pregunté confundida.

—No lo sé, ¿Eduvigis te parece bueno? —preguntó Dean mirándome con la ceja levantada.

—¿Edu... qué? —pregunté aún más confundida.

—Eduvigis —dijo Meiling aguantando la risa—, lo siento mi niña, pero no acepte ese nombre para nada, aún si es su suegra la que quiere —dijo sirviéndonos unos huevos revueltos junto con dos láminas de tocino y jugo de naranja.

—¿Y porque Elizabeth, cariño? —preguntó Dean.

—No lo sé, desde niña me ha gustado ese nombre —dije tomando un poco de jugo.

—Bueno y... en caso de que llegue a ser niño —dijo Meiling.

—Tendrá mi nombre —se adelantó en decir Dean.

—¿Dean junior? —preguntó Meiling sin animo.

—Por supuesto que no, solo Dean, así sacará también mi atractivo.

entrelazadosWhere stories live. Discover now