Rojo Relativo [GTOP/Baeri]

Capítulo 10 Rosso Relativo

Rojo relativo

Por Katsumi Kurosawa

Capítulo 10

Rosso Relativo

Besos, jadeos y mordiscos.

Seunghyun y Jiyong se encontraban en una maraña de jadeos y roces calientes.

Las blanquecinas manos de Jiyong se paseaban con ansiedad en el cuerpo de su amante, sin poderse saciar. La actitud poderosa del humano no dejaba a Seunghyun dirigir en lo absoluto.

Pronto el pelinegro estaba desnudo bajo su pequeño novio, sorprendido de lo que sucedía. Miraba con completa adoración al castaño que se había incorporado quitándose la camiseta blanca y dejando a la vista toda esa deliciosa piel sonrosada.

Seung quiso acariciarla, pero Jiyong le lanzó una mirada felina que lo mantenía bajo control mientras se deshacía de sus boxers.

Ahí estaba el vampiro tenido en la cama, absolutamente desnudo y con una erección marca diablo que goteaba líquido preseminal en gran cantidad sólo al observar el delicado cuerpo del joven que tenía frente a él.

Con la mirada, el castaño le indicó que se sentara y obedeció apoyándose en la cabecera de la cama. Jiyong se recostó muy cerca de él, para que observara con claridad lo que haría.

Lo había visto en películas antes, y por un momento dudó si funcionaría pero se sentía tan seguro de sí mismo en ese momento, que simplemente quiso intentarlo. Se llevó dos dedos a la boca y los lamió exageradamente ante la mirada embelesada del hombre de ojos rojos como la sangre.

De vez en cuando susurraba su nombre con un claro tono lujurioso. Seung tomó su miembro y lo acarició lentamente para sanar la pulsante sensación.

Cuando lo creyó prudente, Jiyong se llevó los dedos a su entrada, dejando boquiabierto al pelinegro. Irrumpió en sí mismo con un jadeo pero poco le importaba, quería estar listo para el otro y quería darle un espectáculo también.

Y lo estaba logrando. El vampiro miraba con lascivia el delicado cuerpo del humano, lleno de perlas de sudor que le hacían más encantador... ese rostro angelical deformado por el placer de introducirse sus dedos. ¿Estaría imaginando que él lo estaba follando? Se incorporó y gateó hasta Ji y deslizó los dedos para alcanzar los del otro.

Con un toque le indicó que los sacara. El otro obedeció y posó sus ojos anhelantes en él, quien ahora acariciada la sonrosada entrada, atentando entrar pero sin hacerlo.

Aquello frustraba al humano. Le lanzaba gruñidos y se mordía los labios, pero Seung seguía molestando y los dedos solo amenazaban con entrar.

Estaba a punto de protestar cuando dos largos dedos entraron en él para sacarle un jadeo con su nombre. La sonrisa del vampiro sólo demostraba satisfacción y lujuria. El pequeño se retorcía entre las mantas, Seung tenía una práctica increíble para ello....

-¿Puedo... Ji? –el tono ronco y necesitado del mayor logró que el humano lo enfocara. Seung le estaba pidiendo permiso para penetrarlo...

Asintió despacio y sintió su cuerpo ser cubierto por el enorme cuerpo musculoso.

Miró con duda el miembro del contrario. Tan largo, tan grueso. Diablos, cómo se suponía que eso le iba a entrar ahí... en donde no había metido nada más que sus dedos...

Temblando por la ansiedad, Seung tomó su miembro goteante y colocó la punta en la entrada del pequeño, lo giró levemente un par de veces y logró meter la punta de nuevo.