Rojo Relativo [GTOP/Baeri]

Capítulo 18 El producto

Rojo relativo

Por Katsumi Kurosawa

Capítulo 18

El producto

─Déjanos ver a Jiyong-ssi, por favor... oppa... ─Jennie lloraba desconsolada arrugando la camisa de Daesung, quien custodiaba la puerta junto con Gumi.

─Sandara-noona tiene qué curarlo primero, Jen... no puedo dejarte pasar hasta entonces... ─cerró los ojos con pesar y siguió reteniendo a los cachorros.

─Daesung-hyung, queremos verlo... nosotros... ─no, simplemente Mino no podía explicar la razón por la cual sentían todos ellos ese lazo con el humano. Ser alimentados de sus feromonas los hacía sentir lealtad hacia él.

─Dongwook-hyung dijo que no, Mino... Basta chicos, vayan a descansar... -suspiró el rubio dándoles una mirada severa─ Sólo Seunghyun-hyung tiene el derecho de estar dentro...

Los cachorros con la mirada color naranja, se fueron.

El vampiro rubio se acomodó el flequillo que se le despeinó al decir lo último. Qué rayos, a él le daba rabia que su hyung estuviera sufriendo de ese modo...

─Esos chiquillos se apegaron a Jiyong por una pequeña muestra de cariño... vaya, al final de cuentas ese humano es muy especial... ─y Daesung torció los labios al escuchar a la mujer que le acompañaba.

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Jiyong se había puesto histérico cuando Sandara ordenó que Seunghyun lo desnudara, pues necesitaban darle un baño de sales especiales.

El vampiro tuvo que usar sus poderes para dejarlo tranquilo e inmóvil, como una muñeca de trapo.

Sandara era doctora, pero no era tan fácil saber de medicina cuando un humano se mezclaba con un vampiro ya que, nunca era posible medir lo que sucedía en el cuerpo de un humano relativo, todos los relativos eran diferentes.

Sin embargo, el actual estado de Jiyong, sólo pedía aquel baño de sales mágicas, no sólo para quitar la mugre y fluidos de su cuerpo ultrajado, sino también para quitar la esencia de lo que parecía estar aferrado a su cuerpo.

Para ese momento, Seung ya se había dado cuenta de varias cosas que le llevaban a una conclusión que le aterraba decir en voz alta.

Podía oler el cuerpo de delicado de su relativo. Estaba preñado, toda la casa tal vez lo sabía ya.

Envuelto en una toalla para evitar la vergüenza de saberse desnudo frente a la vampiresa, el pelinegro lo depositó al humano dentro de la lujosa tina de baño llena de agua de color blanco.

Acarició su cara con dulzura y con una esponja, talló el cuerpo de su humano.

─Está muy herido... ─susurró Sandara desde la puerta sin mirar dentro─ Sólo limpia toda zona de su piel, las sales lo sanarán...

─Fue... ultrajado ¿No es así...? ─los ojos magenta del vampiro se pusieron naranjas de furia y se detuvieron a exprimir la esponja rosada con mucha fuerza.

─Tiene señas de violación Seung, sí. ─la rubia se frotó la cara con frustración- Está preñado... como puedes sentir.