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Cuando la noche comenzó a caer Alex tuvo que irse sino quería que su compañero lo dejara fuera, ya lo había hecho más de una vez, así que de despidió de todos y dejo que los padres de Guillermo convivieran con la pequeña que no lo dejaba ir.
Samuel y Carol se encargaban de cuidarla mientras Guillermo buscaba el pijama de Ofelia y demás para dormir. Fue hasta su habitación y saco del armario una pijama con estampado de flores que había escogido Alex cuando fueron a comprarle sus cosas.

-¿Necesitas ayuda? -Guillermo se volteó para encontrarse con su madre en el marco de la puerta.

-No es necesario, sólo venía a arreglar su pijama -Guillermo le sonrió dejándola en la cama para volver al armario y buscar un par de calcetines- ¿que has pensado sobre ella?

-Es una nena muy hermosa -Guillermo ladeo una sonrisa luego de lo dicho por su madre- ¿en verdad la encontrastéis en ese callejón?

-Si, y no me arrepiento de haber pasado esa noche por ahí -su madre le sonrió.

-Y me alegro por ello.

- Al inicio no parecias tan contenta con la noticia -Guillermo termino por dejar la pijama de su hija en la cama pero no tenía intenciones de moverse de su lugar hasta hablar con su madre.

-Bueno, tu sigues siendo mi pequeño. Asimilar que has crecido no es nada fácil -su madre de acercó a él sonriendole- pero acepto lo que has decidido aunque a mi me parezca muy apresurado.

-Quizás, pero yo si me siento preparado para esta responsabilidad.

-¿Incluso Samuel?

-Si -dijo un poco con duda, no estaba seguro de si Samuel también tendría la misma determinación que él- mañana si tenemos que ir a la universidad...y nuestra amiga no podrá cuidarla mañana. Estaba pensando en faltar...

-No tienes que, nosotros podremos cuidarla -su madre le sonrió.

- No quiero que se sintáis incómodos.

-¿Por qué tendría que sentirme incómoda al cuidar a mi nieta?

Guillermo sonrió y abrazo a su madre, aquella duda se había esfumado al oír a su madre referirse a Ofelia como su nieta. Claro que tanto su madre como padre no terminaban de asimilarlo he incluso les costaría más que lo que le costó a Carol adaptarse a ella pero encontrarían la manera de que esto funcionará.

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-¿Recuerdas los horarios? -Guillermo tomó su mochila y observo a su madre y hermana- recuerden que si ella se despierta molesta deben de darle su...

-Gato favorito -termino de decir Carol- relájate Guille, sabemos que hacer.

-Lo siento, son precauciones que siempre tengo -Guillermo les sonrió.

-Nos veremos en la tarde -Samuel se despidió de ambas saliendo del apartamento tomados de la mano.

Carol los observo por la mirilla una vez cerraron la puerta, notando que se soltaban de las manos una vez entraban al ascensor. Le pareció un poco extraño aquella acción, más que nada la de Guillermo pues ella había notado que fue él quien se soltó casi al instante; sin embargo no pensaba que esas acciones podían deberse a algo en particular, quizás sólo estaban algo incómodos con su presencia.
Mientras Carol dejaba pasar ese pequeño detalle sin importancia el duo de amigos se dirigía a la escuela sin tantas preocupaciones, quizás un poco por parte de Guillermo pero nada que se fuera al estar en la universidad con sus amigos.

-¿Cómo te sientes? -Guillermo miró a Samuel mientras caminaban hacía la entrada- con tus padres y hermana aquí, ya sabes.

-Nervioso -admitió- me encanta tenerlos apoyándome pero no quiero que se queden más tiempo del debido.

Ofelia || WigettaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora