Ofelia || Wigetta

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-¿Listos para ir? - Guillermo entró a la habitación, Samuel estaba recostado con Ofelia en su estómago.

-Mas que listos -Samuel se levantó, con cuidado al levantar a Ofelia.

Ambos habían acordado en salir más seguido con Ofelia, pues ese pequeño hábito que tenían debían de quitarlo por el bien de ella; no querían que odiara salir de casa por su culpa.
El lugar al que saldrían está mañana sería una visita al zoológico, Ofelia estaba comenzando a distinguir entre especies así que era una buena idea. Tenían todo listo, una pañalera lista para Ofelia, bastantes protecciones como bloqueador solar o repelente, incluso sus horarios estaban perfectamente planeados. Pero sus planes podrían venirse abajo gracias a que alguien tocó la puerta.

-¿Invitaste a alguno de los chicos? -preguntó Samuel.

-No -Guillermo se acercó a la puerta para abrir- ¡Hellen! Que inesperada sorpresa.

-Así es mi trabajo -Hellen le sonrió- ¿Estabáis de salida?

-En realidad si -contesto Samuel.

-Bueno intentaré de que sea rápido.

Hellen comenzó con las preguntas de rutina, como se sentían al cuidarla, los problemas que habían tenido o sobre lo que iba aprendiendo desde la última visita. Todas las preguntas ambos las contestaron con una sonrisa en el rostro, Hellen notó eso.

-Estáis diferentes -comentó, Guillermo y Samuel se miraron preocupados- pero se ven mejor ¿Hubo algún cambio?

-Bueno...-si que los hubo, y muchos pensó Guillermo pero en su lugar dijo otra cosa- hemos cumplido un año.

-¿De verdad? Pues felicidades chicos -Hellen les sonrió feliz.

Samuel observo a Guillermo, no le molestaba que haya mentido pues ahora ya eran una pareja oficial pero para Hellen ellos ya llevaban casi un año. Sin embargo no le molestaría cumplir eso en realidad.

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-Mira cariño - Guillermo señaló hacía el área de las tortugas, Ofelia balbuceo al verlas pero pronto comenzó a llorar cuando una se acercó lo suficiente.

-Parece que alguien no va a compartir tu amor hacía las tortugas -Samuel río leve al ver que Guillermo se molestaba cuando noto que en efecto Ofelia odiaba estar cerca de ellas.

-Aún es muy pequeña, ya le gustarán - Guillermo calmó a Ofelia, ya que seguía con su expresión de miedo.

-Ofelia -Samuel la llamó, la pequeña se volteó a verlo- no llores mi amor, son animales inofensivos. Papá te va a cuidar de ellas aunque le duela saber que no te gusta su animal favorito.

Guillermo rodó los ojos ante la insistencia de Samuel para decir que posiblemente Ofelia odiaría las tortugas, y esperaba que eso no fuera verdad.
Siguieron caminando por todo el lugar, con Ofelia la mayor parte del tiempo en sus brazos pues habían decidido estrenar la carreola que Samuel había pedido para ella y al ser un nuevo objeto desconocido no le gustaba al cien. Intentaban que Ofelia no se aburriera mostrándole todos los animales que podían ver ahí, y al parecer los que más llamaron su atención fueron las aves.

-Tortugas adorables, no. Pero si aves escandalosas -Guillermo hizo una mueca de molestia, Samuel sólo se burló un poco- ahora vuelvo, quiero algo de beber.

Samuel asintió, mientras Ofelia seguía  viendo a las aves que estaban frente a ella. Guillermo por su parte se dirigió a un puesto de comida que estaba cerca de ahí, pidió una bebida y esperó paciente a que se la dieran, también pidió una para Samuel, para Ofelia ellos traían algunas papillas por si llegaba a tener hambre pues aún no podía comer otro tipo de comidas. Desde donde estaba podía ver a, sus ahora dos amores, disfrutando de ver las aves, sonrió al ver lo adorable que se veía Samuel mientras cuidaba de ella.