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La casa estaba vacía.

Lo que significaba que mi mamá y la mamá de Yoongi (alias mi suegra) aún no regresaban del colegio. Busqué bajó la alfombra de la entrada nuestra llave extra y luego dejé que Yoongi pasara.

Reí al ver su cara de asombro.

-Estoy arrepintiendome seriamente de que te vengas a vivir conmigo...¿Eso que veo al fondo es una fuente?

-Sí y la odio, hace mucho ruido en las noches cuando trato de dormir... Un día yo...- guardé silecio al notar que Yoongi ya no estaba a mi lado.-¿Yoongi?

-¡Tienes un piano!-dijo bastante sorprendido.

-Es de mamá y no lo usa, lo tiene de decoración.

-¿Decoración?-rió sin gracia- Un florero es una decoración.

Me encogí de hombros.

-¿Vamos a mi cuarto?

-¿Tan urgido estás?- levantó una de sus cejas con picardía.

-¡¿Qué?! -sentí mi cara arder- ¡Eres un enfermo!

-¿De que hablas?- bajo su ceja y me miro con inocencia- Yo hablaba de lo urgido que luces por irte de aquí...¿Porque soy un enfermo?

Entrecerre los ojos viéndolo. Lucía tan inocente que me costaba trabajo no creerle..

Bufé.

-Esta bien, quédate aquí, yo iré por mis cosas.

Asintió y yo subí rápidamente hasta mi habitación.

Cuando llegué abrí la boca sorprendido. Ya todo estaba en maletas. Me acerqué hasta la cama y tomé la nota que había sobre una de ellas. Era de mi padre. Reconocí la letra con solo verla.

Respiré hondo y me preparé mentalmente para leer aquellas siguientes palabras. Seguramente mamá no había perdido ningún segundo en contarle lo de Yoongi y ya presentía por donde venía aquello.

Pero por más que me preparé mentalmente no pude evitar sentir un dolor en el pecho al leer tan solo las primeras líneas.

classmate; yoonkookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora