-68-

3.6K 599 87
                                    

Jungkook

Si McLaren nos creyó o no es algo que nunca sabré.

Lo único que sabía es que él tenía otra clase que impartir y que decidió aceptar nuestras no muy sinceras disculpas porque estaba llegando tarde a dicha clase.

Luego el resto del día paso en un abrir y cerrar de ojos. Las clases terminaron sin ninguna novedad.

Cerré mi portátil y me dispuse a caminar hasta la salida pero una mano me sujetó con firmeza. La de Taehyung.

-¿Vienes a mi casa? Compre un video juego nuevo y quiero probarlo, dicen que...

-Tengo muchos trabajos pendientes Tae, tal vez luego... ¿Mm mañana quizás?

Taehyung lloriqueó y tiró más de mi brazo.

-¡Hoooooy! ¡Por favor! Es uno de mis juegos favoritos -me abrazó con fuerza mientras hacia más y más pucheros- no puedo jugarlo solo y tú eres mi único amigo, porfis porfis.

Yoongi y Namjoon pasaron justo en ese mismo instante. El primero chocó su hombro conmigo y el segundo me miró con rencor.

Suspiré.

-Taehyung basta, en primer lugar, yo no soy tu único amigo y segundo- respondí quitando sus manos de encima- Tú tienes que dejar de hacer eso.

-¿Hacer que? ¿Pedirte jugar conmigo?

-¡Abrazarme y tomarme de las manos! Deja de hacer eso.

-¡Pero si siempre lo hago!

-Exacto, deja de hacerlo.

-¡Eso no es justo!

-Nada en esta vida lo es, ahora dejame ir, tengo que llegar a casa lo más pronto posible.

Taehyung se enojó, me empujó y luego se fue haciendo pucheros.

Volví a suspirar.

La verdad era que no tenía ninguna tarea pendiente o acumulada, simplemente quería ir a casa y acurrucarme. Quería llorar o sencillamente solo pensar. Pensar en Yoongi. Porque sí, tenía que admitirlo, lo extrañaba.

Más hoy cuando estuve varias horas encerrado con él y me ayudó cuando tuve un ataque de pánico.

¿Pero que iba hacer?

No podía ir y pedirle que regresara conmigo  así tan facilmente. Él me había humillado, él me había... Ash demonios al diablo con la tomatiza. Estaba dispuesto a olvidarlo todo ahorita mismo.

Pero Yoongi ya no estaba, se había ido y ya no había nada por hacer.

O eso pensaba.

***

Antes de irme a casa decidí pasar por el baño del instituto.

Para mi mala suerte los baños individuales estaban llenos.

Hale de mi cabello mientras entraba nerviosamente a los "orinarios".

Honestamente yo odiaba los orinarios, el sólo hecho de pensar que otro chico viniera e hicieras sus cosas al lado mio me daban ganas de salir corriendo y aguantarme hasta llegar a casa pero temía que si aguantaba un poco mas iba a explotar.

Así que dejé la mochila a una distancia prudente, comprobé como por tercera vez que nadie estuviera cerca y luego me acerqué al orinal.

Bajé la cremallera de mi pantalón y tiré mi cabeza hacía atrás.

Uf. Santo alivio.

Cuando por fin acabe cerré de mi cremallera, me giré para ir al lavabo y... Oh Mierda.

Yoongi estaba de pie a escasos metros de mí.

Caminó hacía el orinal que estaba justo al lado de donde me encontraba y luego escuché el leve sonido de un zipper siendo bajado.

-¡Oyeeee!- grité.

-¿Qué?

-¡Creo que te estás pasando un poco!- reclame algo sonrojado- ¿Como te atreves a seguirme al baño y y... Argh eso ya es acoso!

-¿Seguirte? ¿Acoso? Por favor Jungkook, solo vine al baño y casualmente tu estabas en él. No seas infantil.- rodó sus ojos- Ahora...¿Podrías dejarme orinar felizmente? He estado escuchando a Hoseok toda la tarde y vengo aguantando de venir al baño como desde hace tres horas.

Bufé aún sin creerle y me hice a un lado.

Busqué el lavamanos y enjuagué rápidamente mis manos y mi cara.

Levanté la vista hacia el espejo que tenía enfrente y por más que trate en enfocar la vista en mí, mis ojos me traicionaban e iba a parar al cuerpo de Yoongi.

Doble mierda.

¿Como no lo iba a ver si estaba casi en frente de mí y en esa posición tan.. Tan..

-Creo que eso si que es acoso. -murmuró Yoongi burlonamente cerrando su cremallera.

Tragué con fuerza y sacudí mi cabeza para recobrar el poco sentido que me quedaba.

Yoongi enjuagó sus manos y me miró con interés.

-¿Ocurre algo?

Negué.

Luego tomé mi mochila dispuesto a salir huyendo de la vergonzosa escena pero una mano sujetó mi brazo con fuerza. La de Yoongi.

Lo segundo que supe es que mi mochila se había caído y que yo no podía separ mis labios de los de Yoongi ni Yoongi separarlos de los míos.

classmate; yoonkookWhere stories live. Discover now