classmate; yoonkook

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<<Yo no tuve un hijo maricón, ni pienso tenerlo...>>

Tragué con fuerza.

Iba a continuar leyendo cuando una mano me arrebató el papel de un tirón.

Yoongi estudió la carta y su ceño fruncido se iba marcando más conforme iba leyendo.

-Tus padres son unos idiotas. - finalizó diciendo y arrugando la carta en una bola.

No proteste. Dudaba si quiera poder abrir la boca. Yoongi cambió su semblante serio y me miró con preocupación.

-¿Estás bien?

Negué con la cabeza. Sin embargo bajé una de las maletas de la cama y la sujeté con firmeza.

Yoongi me miró un par de segundos y luego me quitó la maleta y la volvió a subir a la cama.

-Al final de la carta decía que te podías quedar si terminabas conmigo. Ellos no hablarán del tema y harán como si nada hubiera pasado... Puedo hacer lo mismo. No te pienso alejar de ellos sino quieres.

Cerré los ojos y suspiré con fuerza.

-Yo no me estoy alejando- respondí bajando de nuevo la maleta- Ellos son los que me están alejando.

-¿Entonces?

-Entonces-dije viéndolo seriamente- busca en esa otra maleta a ver si metieron mis vídeos juegos, porque no pienso irme de aquí sin ellos.

Yoongi sonrió.

***

La casa de Yoongi no era nada comparado con lo que el la había catalogado. Él había tachado su casa de "pequeña y sencilla" pero para mí era todo lo contrario.

La casa era de dos pisos también, sólo que a cambio de la mía la de él estaba llena de cosas de madera y olía a naturaleza.

Tenía grandes ventanales por donde entraba la brisa a su gusto y estaba pintada de colores neutros que se combinaban entre sí. Los muebles eran muy finos y en cada ricón de la casa pude contar dos o tres pares de plantas.

-Luces distraído. Te dije que mi casa era diferente.-dijo con una risa nerviosa.

-Me gusta.- respondí viendo las orillas de los ventanales algo que parecía ser...¿Enredaderas?... Sí, enredaderas wow.

Iba a decir algo más cuando por la misma puerta entró la señora Min tirandola de golpe. Lucía molesta.

Sin embargo ella cambió rápidamente su semblante serio al vernos.

-Mamá, Jeon quiere quedarse unos días aquí con nosotros ¿Esta bien, verdad?- sonrió Yoongi.

Su mamá le devolvió la sonrisa.

-¡Claro que sí! En estos instantes preparé el cuarto de huéspedes.

Yoongi hizo un puchero pero no dijo nada más.