EN CASA DE CARMEN

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Amber.

Toco la puerta de la casa de Carmen, después de un viaje corto y silencioso, en el deportivo de Brad. No me hizo preguntas o trato de forma una conversación y fue de gran ayuda que no lo hiciera.

Primero, por que apenas subí a su coche y le dije que me llevara a la casa de Carmen, no aguante las lagrimas y solté todo. Llore como una niña pequeña, Cole al único que pensé dejar entrar me restrego en la cara mi realidad de una manera cruel y fría. Lo peor, tenia razón.

Mi tía Jaz era genial, pero sé que una parte de dejarme quedar en su casa era la comodidad de que yo podía recoger y cuidar a Jack, en el periodo de tiempo que ella trabaja o estaba con sus conquistas.

Pero escucharlo de su boca fue un dolor que no había experimentado ni cuando yo misma me ponía en la situacion de criticar mi vida y sus dificultades. Me miro con desprecio, mientras me restregaba en la cara la realidad. Y sin mas comencé otra vez a llorar y en ese preciso instante la puerta se abrió.

- Amber... que pasa!- Carmen termino de abrir toda la puerta y me acerco a su cuerpo con un abrazo que necesitaba mas de lo que pensé.

- Amber, fue el tarado de Cole?

No conteste. Solo continúe llorando y empapando su suéter blanco que compramos hace dos años en una feria, ya estaba algo desgastado pero seguía conservando su encanto.

- Nena, quien toco?

Levante la cara de su hombro y enfoque mi mirada a la sala donde Taylor se encontraba arrecostado en un sofa cafe. Cuando nuestras miradas se encontraron, se puso palido y luego solo noto mi estado de tristeza supo que la sorpresa de encontrarlo ahi no era superior a mi dolor.

Carmen me tomo por los hombros, entramos y cerramos la puerta mientras nos acercabamos al sofa donde Taylor miraba sin saber que hacer.

- Tendre que romperle los huevos a tu primito, amor.

Amor? Se refirió a Taylor como amor? Bueno después de lo que vi por mi ventana es lógico que tuviera derecho a llamarlo por amor.

- Creo que yo tambien. No te preocupes nena.- Dirigió su mirada hacia mi y me dio una sonrisa triste.- Tu tampoco te preocupes Amber, se que Cole es un caso difícil y parece una caja fuerte que no se puede abrir. Pero créeme cuando te digo que tu eres la única que recuerdo haberlo puesto visto así.

- Amor no lo defiendas sin saber.- se alejo de mi lado y le dio un beso en los labios.

Si no estuviera lo suficiente demacrada estaría anonadada con esta demostración de efecto de estos dos pero solo los observo.

- Bueno...creo que las debo dejar solas...- se acerco a Carmen le dio un beso suave y le sonrió como jamás pensé que un tipo divertido y mujeriego como el pudiera.- Supongo que nos vemos en el entrenamiento, no Amber?

No podía esconderme para toda la vida y debo admitir que me gustaba ese rollo de las porrista aunque lo mejor era ver la expresión hambrienta de Cole cuando estaba con el uniforme. Pero obviamente, no estará en el entrenamiento.

- Si claro.- Me limite a contestar.

- Siendo así nos vemos en unas horas.- Me dio una sonrisa tímida y una traviesa a carmen y salio de la casa.

- Debes estar realmente mal para no hacer ninguna pregunta sobre esto...

- Carmen...lo que acabe de ver me sorprende pero...

- Ya se que el nombre de tu pena es Cole. Hagamos algo, durante estas dos hora que quedan para ir a tu entrenamiento. Me cuentas o la otra opción, no me preguntas más ni yo a ti y nos concentramos exclusivamente en distraernos y ya.

La primera opción me llevaría a llorar hasta la deshidratación. No sabia si habían terminado con el, pero ver la perspectiva de Cole sobre mi vida fue un golpe bajo para darme cuenta que mas de ser verdad su amabilidad había ocultado cosas. Por otro lado, la siguiente opción no me permitía desahogarme de la manera tradicional pero me ofrecía un animo al menos para el entrenamiento al mismo tiempo que Carmen se salvaba del mega interrogatorio sobre su relación con Taylor. Las dos ganábamos.

- Distraernos.- su mirada de alivio era mil veces superior a la mía.

- Decisión inteligente querida amiga.

- No es inteligente solo por que te beneficie.

- Wow...si no estuvieras tan...como estas te devolvería el comentario. Pero ya que accedíste al beneficio mutuo tienes dos opciones. Piscina o ver películas y sinceramente prefiero la primera.

Desde que conozco a Carmen a tenido la costumbre de poner opciones en cualquier decisión o situación que debamos afrontar, solo que estas han cambiado sus objetivos. Antes era para poder saber que sabor de helado era mejor o que actor o banda era mas genial, ahora se trataba de opciones para ocultar novios o para afrontar el desamor.

- Piscina. Ver películas que sabemos que tendrán un rollo de romance seria algo masoquista en mi posición.

- Esa si es una decisión inteligente. Supongo que no tienes traje de baño así que te prestare uno mio.

Subió las escaleras de dos en dos y en pocos minutos ya se encontraba abajo con dos bikinis uno fucsia que me había intentado obligar a probar en varias ocasiones otro rojo que seguro era nuevo y lo usaría ella.

- Con esto no te daré opciones, ponte este.- Me acerco un conjunto fucsia.- Te lo pondrás y no vacilaras. Necesitas darte cuenta que él es el único que pierde en el periodo en que se pelean.

Bueno en eso tenia razón.. no me podía seguir torturando. Lo tome y me dirijí al vestidor que era un tipo de casa echa con tablas pero muy moderna y cómoda al fondo del jardín.

Al ver como me quedaba, tuve un subidón de autoestima. No me consideraba la próxima heredera al trono de popularidad de Franklin, pero no era fea. Tenia buen cuerpo y donde tenían que haber curvas, las habían.

-Oye sal de ahí. Me quiero dar un chapuzón.- Y ahí se acabo mi momento de apreciación. Salí y Carmen estaba con su bikini rojo al frente con la alegría características latina y todo el físico de curvas sexys.

-Sabia que el fucsia te quedaría genial. Deberías enviarle una foto al tarado para que se de cuenta.

- No, no lo haremos es algo demasiado infantil.

- Infantil es pelear por bobadas.- se voltio y con un clavado de delfín entro al agua.

Hice lo mismo e ignore el comentario. En realidad no tenia idea de nada de lo que pasaba y al parecer yo menos conocimiento tenia de su vida. ¿En que momento nos empezamos a guardar secretos y compartir todo con un hombre?

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Gracias a todos!!! Ya son mas de 3k lecturas y mas aya de eso me gusta saber que les gusta o les llama la atención mi historia. Gracias y si tienen consejos o cualquier comentario lo recibiré con gusto.

CUANDO MENOS TE LO ESPERÉS   Where stories live. Discover now