Capítulo 1 - Recuerdos

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El día estaba sumamente lluvioso, oscuro. Escampaba de momentos, aun así por la época decembrina, habia un gran número de gente en las calles, comprando, arreglando, preparando todo para la noche buena. En aquella época, las mujeres tendían a usar pantalones de corte alto, zapatos deportivos blancos y camisas anchas de botones y estampados extravagantes. Época ochentera pero no menos seductora que en la actualidad.

Demian Schiavonne, miraba por la ventana de su ostentosa limosina, sumamente aburrido, aunque a su alrededor se estaba realizando una conversación entre varias personas, la cual ignoraba. El humo se aglomeraba en aquella limosina, provocado por los habanos que fumaban las personas allí presentes. Tenía apenas 17 años, y para su corta edad habia vivido más de lo que muchas personas en sus 50 años, más de lo que cualquiera hubiera imaginado, estaba construyendo un imperio bajo su apellido, más dinero del que jamás podría gastar. Una herencia por la repentina muerte en un accidente  de tránsito de sus padres y pocas ganas de ser amable con quien se atravesara en su camino. En aquella época como en la actual usaba un elegante, traje de vestir negro, con ostentosos accesorios de oro, como su reloj, cadena y hasta anillos.
Con un rostro muy varonil y para su corta edad, un buen y definido cuerpo, alto, buen mozo, de esos jóvenes que causaban polémica entre las niñas y las damas mayores. Poco expresivo, cero cariñoso y muy mandón. Le gustaban las cosas bien hechas y mantener todo bajo control.

Aquella noche se dirigía junto a un grupo de caballeros, a un lujoso, Restaurante- bar. Donde tomarían, comerían y sus viejos egocéntricos acompañantes alquilarían una que otra dama, algo que a Demian no le importaba ni necesitaba, podría tener a cualquier mujer que a él, le gustara.

Poder, dinero, juventud, belleza... tenía cualidades y él lo sabía.

Su limosina se detuvo en aquel lugar que habían pautado y este aun seguía sin prestarle atención estaba realmente aburrido, al bajarse, él y su grupo de socios, miraron las calles llenas de mujeres hermosas, en vestidos de lentejuelas corto. Mujeres que al ver la lujosa limosina, se acercaron. Demian ignorándolas, acomodo su saco y se dirigió dentro del lugar llamando la atención de todo aquel hombre o mujer que estuviera ahí. Era un ensueño de hombre para cualquier mujer.

La velada transcurrió sin que alguien pudiera sacarle una palabra a Demian y aquello era una simple evidencia de lo mal humorado que era. Tomo una que otra copa de whisky y bostezo sin disimular en varias ocasiones para que todos lo notaran y se levanto sin despedirse ni mucho menos, simplemente dando un asentamiento de cabeza y caminando a la salida. Más cansado y sin sentido que nunca. Una vez afuera las personas hacían cola para entrar al lugar donde el acababa de salir.
Negó sin entender porque perdían su tiempo en lugares así. Ni él entendía como sus inversionistas lo habían convencido de ir con ellos.
Su chofer lo esperaba afuera juiciosamente como siempre. Como solía serlo.

Abrió la puerta el mismo de su limosina, cuando sintió que alguien tropezaba contra sus hombro lo cual lo hizo reaccionar rápidamente, al voltearse tomo por los brazos a una chica que se venía cayendo y golpeándolo a él sin querer quizás distraída, quizás apurada.

Demian miro estupefacto a la chica que tenía entre sus manos, a diferencia de las demás, esta era muy joven quizás unos 15 o 16 años, para Demian una niña hermosa, sin un rastro de maquillaje en su delicado rostro, ni un minivestido llamativo. Algo que le causo morbo y a la vez interés a él.

Aquella chica era de piel trigueña, quizás un tono moreno claro, muy claro. Una mujer mestiza de cabello frondoso de enormes rulos alborotados, tenía un rostro delgado perfilado, labios carnosos, sumamente pronunciados, que dejaban mucho a la imaginación. Poseía unos ojazos, grises con azules, que les costó procesar en segundos a Demian, tomo sus brazos y se dio cuenta que era delgada y bajo su mirada  de manera fugaz por su ropa, un enorme suéter de lana y monos gastados viejos, su ropa estaba descocida sucia, al igual que sus zapatos deportivos.

Dragonitt (COMPLETA)Where stories live. Discover now