Dragonitt (COMPLETA)

fantasma

Demian esta vestido de negro, elegante un negro brillante de saco y pantalon, tenia debajo del saco una camisa de vestir vinotinto, la cual le daba un aspecto imponente, Osiris como siempre detallaba todo. Aun tenia puesto el anillo de casado, al igual que ella quien puso sus manos atras de su espalda ocultandolas. Poseia un reloj plateado hermoso, tenia el cabello semi corto, despeinado que le daba un aspecto varonil y una chiva corta bien rasurrada, esas de candados elegantes y bajas. Tenia unos enormes lentes negro. Aun asi Demian se veia juvenil, muy menor a la edad que en verdad tenia y a diferencia de antes ya no era tan delgado como ella recordaba.
Seguia siendo alto, pero esta vez tenia enormes musculos definidos, que se notaban aun con la ropa. Parecia el pecado en persona un mismisimo dios griego enviado por algun ente malvado para torturar el autocontrol de Osiris.
Él seguia siendo perfecto para ella.

En cambio Demian por dentro, esperaba uina Osiris demacrada, llevada por la vida, vieja, arrugada por el trabajo, destruida... Asi, él se la imaginaba y aun asi la querria de vuelta, porque seguia siendo su Osiris.
Seguramente ella habia vendido, regalado o repartido a sus hijas porque ante todo sabia que Osiris era una buena madre y jamas haria pasar hambre a sus hijas, y siendo tan joven como lo era cuando se fue, con nueve chicas y sin dinero, no era facil. Realmente Demian despues de tantos años tenia muchas teorias y ganas de saber de todo.

En cambio Osiris aunque estaba erguida con la cabeza tan alta, como su dignidad y orgullo. Desprendia seguridad realmente tenia una lucha interna. Estaba aterrada, Demian era su talon de aquiles y eso siempre seria asi. Si alguien podia hacer temblar, llorar, entristecer, acelerar o enloquecer a Osiris Dragonitt ese era Demian Schiavonne.

Ahi tenia a Demian, a su Demian por quien habia llorado muchas noches, él que le habia hecho falta, él que habia extrañado y necesitaba. Queria correr abrazarlo pero tambien el mismo que ella, le habia arrebatado a sus hijas, las que él siempre habia demostrado amar mas que a nada, a quien traiciono, a quien le rompio el corazon y aquel que ella  queria pero ante tanto daño no podia tener. No queria llorar, no frente a él, el mismo Demian que la habia encontrado y seguramente venia lleno de venganza.

Demian la escaneo de arriba abajo ella... ella estaba mas hermosa que antes, mas hermosa que nunca. Pero esta Osiris, desprendia poder, imponencia, rudeza y sobre todo elegancia, clase, altura. Era una potra, un mujeron y no le quedaba nada de aquella inocencia que habia flechado a Demian aunque si poseia esos hermosos ojos y esos carnosos labios que lo enloquecian.
Ambos se quedaron mirandose fijo Demian se quito sus lentes guardandolos en algun bolsillo de su chaqueta. Ambos estaban entre esa encrucijada de dolor, recuerdos y odio. Mirandose con intensidad y por dentro, queriendo arrancarse la piel a tiras del odio. 

– ¿Por que?-. Fue lo unico que pudo preguntar serio Demian.
– ¿Vinistes solo por eso?-. Pregunto ella y miraba en segundos las escaleras con algo de nervio, pensando que ojala ninguna de sus hijas apareciera. Seria catastrofico, Demian se percato de ello. Ella escondia algo, él la conocia mejor que nadie.
– Y por mis hijas, quiero verlas-. Anuncio con dominancia como sino le permitiera otra opcion a Osiris. Él no habia cambiado.
– No quiero que te acerques a mis hijas-. Ambos hablaban bajo, pero con voz llena de ira.
– Nuestras hijas.. tambien son mis hijas-. Demian se irguio lleno de odio - !Las cuales te llevastes y me arrebatastes!-. Grito repentinamente estallando en furia y Osiris abrio los ojos, no por miedo, sino porque no queria que ninguna de las chicas se dieran cuenta.- !¿Por que me hicistes esto?!
– Demian, !Baja la voz!-. Amenazo Osiris-. No es un buen momento.
– !Osiris Dragonitt!, ¿Donde estan mis hijas?-. Grito de nuevo ignorandola-. ¿Las regalastes?- grito aquello aun mas acercandose a ella.

Osiris ante aquello alzo su mano aventandole con la palma abierta un cachetada directo a la mejilla de Demian volteandole el rostro con furia.
Cuando este se volteo a gritar se topo con los ojos de Osiris rojos, critstalizados, pero sin derrarmar ni una lagrima. Él sabia que ella se las estaba aguantando, ella nunca lloraba frente a él, jamas lo hizo y sabia que a estas alturas jamas lo haria. En ese sengundo ella estaba llena de ira, de colera ante aquello. Aquel bofeton le habia dolido mas a ella, que a él. Esta se irguio firme, Demian acababa de despertar a la fiera.