Dragonitt (COMPLETA)

Obelyx

Obelyx conducía con suma rapidez, por las calles, iba retrasada y ella jamás llegaba tarde a ningún lado, llevaba en su espalda, un porta planos, donde llevaba su propuesta.  Conducía con suma rapidez, esquivando todo auto que se atravesara en su camino.
Al llegar frente a la dirección acordada entro a un enorme edificio y se dirigió al ascensor, donde subió hasta el piso 8 donde la esperaba allí el dueño de aquel edificio a quien no conocía en persona  pero habia hablado con él, unos días atrás por teléfono.  Quien ella concluyo que era algún hombre muy mayor, que deseaba remodelar todo su edificio y ella era la persona indicada.
Miraba el tablero mientras el ascensor subía sintiendo como la devoraban con la mirada dos hombres que estaban en el mismo ascensor que ella. Esta los ignoro completamente, cuando estos se bajaron unos pisos antes le soltaron uno que otro piropo.

- Buenas tardes-. Miro el reloj Obelyx, cuando llego al escritorio de lo que ella dedujo era su secretaria- vengo a verme con el Señor Giovanne.
- ¿De parte?
- Soy el arquitecto Dragonitt-. Dijo con seriedad mientras miraba que llegaba dos minutos tardes. Esta llamo anunciando a la mayor de las Dragonitt.
- Pase señorita-. Aquella chica se levanto guiándola hasta su oficina donde le abrió la puerta.

Aquella oficina era algo de luces tenue piso de caoba oscuro, similar al de su escritorio tenía la cabeza de un alce en su pared, al observarla Obelyx solo pensó que Maia a quien le gustaba los animales lo veía y se desmayaba.

El hombre detrás del escritorio, alzo su vista mirando aquella mujer de guantes oscuros, chaqueta de cuero negra, pantalones ajustados blancos delineando su hermosa silueta de tacones corto. Mrs. Henry Giovanne se quedo estupefacto cuando la arquitecto vieja y desgastada que esperaba parecía más bien, la mismita actriz porno de sus más morbosos pensamientos. Y pensó que aquello tenía que ser una broma del diablo.

En cambio Obelyx detallo milímetro a milímetro aquel hombre unos años apenas mayor que ella, quizás de unos 30 años más o menos, tenía el cabello negro, algo despeinado, una barba algo descuidad , un hombre descendiente de algún clan europeo se le notaba a leguas, sus fascines lo delataban.

- Sra. Dragonitt-.. anuncio aquel con acento extraño, extendiéndole la mano,
- Srita. - corrigió ella extendiéndole la mano, estrechándoselo con fuerza, seguridad, con tono formal como Osiris le habia enseñado- el placer es mío

“Tus clientes son tus victimas”

- tome asiento, por favor-. Le pidió Henry con un gesto de la mano.

Mrs. Henry era un joven francés, empresario que habia contactado a Obelyx porque quería ampliar la estructura de sus empresas y necesitaba un arquitecto y quería el mejor del país, así que por buena fuente termino comunicándose con la Dragonitt que habia llegado hace poco de E.E.U.U.

- aquí le traje los planos-. Anuncian Obelyx, tomando su porta planos y entregándoselos en las manos de Henry que por primera vez conocía a una mujer tan seria  y directa para los negocios-. Si desea cambiarle algo. No habría problema con ello.
- ¡Perfecto!, directo al grano-. Soltó Henry y Obelyx se cruzo de brazos-. Los veré esta noche y mañana le avisare.- soltó poniendo a un lado de su escritorio aquel porta planos.

Obelyx habia pasado toda la noche desvelada haciendo esos planos, como para que el, los lanzara a un lado. Obelyx carraspeo mirándolo.

- le recomiendo que tome esos planos y los vea. No me iré de aquí hasta que los haya observado y revisado con detenimiento-. Dijo imponente ella y su lado Schiavonne relucía como sangre hirviente.
- ¿O sino?-. Pregunto levemente divertido Henry
- O si no, me los llevo y no trabajare para usted.
- ¿Qué te hace pensar que muero por trabajar contigo?, conseguiré a alguien mejor.
- El único problema es  que no hay nadie mejor y usted lo sabe. El hecho de que haya esperado que llegara de E.E.U.U. Me hace pensar que si muere porque trabajemos juntos.