04. Epifanía

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Namjoon caminaba por el pasillo perezosamente; sus apenas 4 horas de sueño luego de volver del estudio le pesaban como si trajera kilos de piedras en los bolsillos. Faltaba un buen rato para que su mánager pasara a recogerlos del departamento y los llevara a practicar. El resto de Bangtan aprovechaba al máximo las pocas horas que tenían para dormir, excepto alguien, por quien se había despertado temprano.

Como siempre.

-Buenos días, hyung- saludó entrando a la cocina, el mayor pegó un brinco del susto.

-Namjoon-ah... Buenos días- le dedicó una sonrisa y al rapero no le gustó lo que vio en el semblante de Seokjin, no era la sonrisa amable y cargada de cariño que le mostraba en las mañanas cuando él le hacía compañía al preparar el desayuno, algo estaba preocupando al pelinegro, estaba seguro de eso.

Sus hombros estaban tensos y podía percibir unas apenas existentes ojeras debajo de sus ojos.

-¿Te sientes mal, hyung?- Sin dejar que siquiera contestara, el menor se acercó, tomándolo por sorpresa; acunando la mejilla contraria con su mano, rápidamente volviéndola tibia bajo su tacto. -¿Quieres que te lleve al doctor? Llamaré a mánager hyung y diré que llegaremos un poco tarde a la práctica.

El líder de Bangtan frunció el ceño, aún analizándolo ¿Era normal ese color? ¿tenía temperatura?

-E-Estoy bien...- Se aclaró la garganta ante el temblor en su voz, Seokjin, sintiendo su sangre hervir dentro sus mejillas, pero aún haciendo todo lo que estaba en su alcance para modular su incomodidad, la sorpresa de la cercanía del rapero no se lo permitía.

Se dió una bofetada mental, recordándose la razón de estar esperando a su compañero, porque sí, Jin sabía que en cualquier momento, Namjoon entraría por la puerta de la cocina, o por lo menos, ponía toda su esperanza en que eso pasara, -como todas las mañanas desde que comenzaron a vivir juntos como grupo-.

-Namjoon. Tengo que hablar contigo.-. Se alejó unos pasos del rapero intentando no ser brusco.

El mal presentimiento solo crecía en el estómago contrario; No podía hacer más que intentos vanos de recordar las últimas semanas, ¿había hecho algo malo? Se aseguró de haber reemplazado los vasos de cristal que quebró accidentalmente.
Por más que trató rememorar, sólo venia a su cabeza un incidente hacía una semana; aunque Seokjin solo salió de la habitación y tal vez, -solo tal vez- había cerrado la puerta un poco más fuerte de lo normal, pero eso no era malo, ¿no?, Seokjin en ningún momento dijo que estuviera molesto.

-Nosotros... - Seokjin hizo una mueca, no sabiendo como empezar, a veces odiaba ser el mayor y tener que velar por los demás-. Tenemos un problema- lo soltó por fin, respirando hondo. Bien, eso era lo primero.

-Hyung... Yo no...- Namjoon no sabía qué decir, ¿debía disculparse? No recordaba si había hecho algo malo o no, pero prefería pedir perdón antes de que las cosas pudieran empeorar. -Lo siento...- , y en serio lo sentía, no sabía por qué, pero al parecer el pelinegro estaba molesto con él y esa sensación no le gustaba.

-¿Por qué lo sientes?- Frunció su ceño, confundido y miró el aspecto apenado de su donsaeng antes de cuadrar el por qué de aquella disculpa tan peculiar. Suspiró. -Tú no eres el problema, Namjoon-ssi, tenemos un problema... Como grupo, Bangtan tiene un problema.

-¿Bangtan? - De cierta manera el alivio lo recorrió, por lo menos Seokjin no estaba molesto con él. Aunque no sabía de ningún problema.
¿Qué clase de líder era? -¿Qué tipo de problema?- tomó asiento en uno de los bancos de la barra y esperó a que Seokjin prosiguiera.

-Con Jimin...- comenzó, replanteándose ¿debía decirlo? Es decir, no era de su incumbencia después de todo.

No.

Affection [JimSu] [YoonMin]Where stories live. Discover now