Casi imposible de odiar. [Orihara Izaya x Tú]

¿Podria ser peor?

-Eres como las chicas de esas novelas que se enamoran del chico malo. -dice Shinra.
-...
-Pero en este caso -su mirada seria se pone en mi. -el chico malo no cambiará.
-¿Crees que no lo sé?
-De verdad que no te entiendo.
-No necesito que lo entiendas, Shinra.

Quizás estoy poniendome a la defensiva con todo esto, quizás estoy siendo como esas personas que no son sordas pero no quieren escuchar o simplemente solo estoy dando a conocer lo que siempre he sentido por Izaya y aunque no lo quiera sé que nadie estará de acuerdo con esto.

-¿Que es lo que ves en él? -acomoda sus lentes. -estoy seguro de que hay hombres mejores que él.
-Los hay pero no son Izaya.
-...(N).

Shinra se acerca y toma mi mano con la suya.

-Solo espero no tener que escucharte llorar nuevamente por él. -dice.
-Sabes bien que eso pasará.
-Y aún así sigues con él.
-Ni siquiera yo lo entiendo pero.. es casi inevitable.
-*suspiro* Como sea, ya debo irme, creo que voy atrasado.

Suelta mi mano y pasa por mi lado.

-Nos vemos luego. -dice.
-Ve con cuidado.

Miro a algunas personas pasar, escucho el sonido de los autos y sus bocinas, comienzo a avanzar lentamente con mis brazos cruzados por delante de mi pecho. A veces pienso en como habría sido mi vida si nunca hubiera conocido a Izaya, quizás ni siquiera estaría en esta ciudad, probablemente me habría casado y tenido hijos pero a la vez pienso que si el destino decidió que fuese así es por algún motivo. Detengo mi caminar al ver la luz roja del semáforo alumbrar.

-...(N).

Miro hacia atrás y veo a Erika cargando unas bolsas, de seguro son telas.

-Erika.
-Es raro verte por las mañanas por aquí.
-Ah.. 
-¿Que haces? ¿vas a algún lugar?
-Voy a casa.
-Ya sé, acompañame a la mía y te muestro lo nuevo que tengo, quizás asi te decidas de ser cosplayer.
-Erika, eso es mucho para mi.
-Vamos, vamos.

Alza una de sus bolsas hacia mi.

-Ten. -dice.
-*suspiro* Solo un momento ¿si?
-Si, si.

Camino junto a ella mientras me habla de las cosas que hacen junto a los demás chicos y de su afición a los cosplay tratando de convencerme de que sea parte de ellos. Llegamos a su departamento después de un buen rato caminado.

-Adelante. -dice abriendo la puerta.
-Con permiso.

Entro y dejo las bolsas sobre la mesa.

-¿Quieres algo de beber? -dice quitándose su boina.
-Ah, claro.
-¿Una soda?
-Si.

Abre su refrigerador y saca dos latas de soda, me entrega una y se sienta frente a mi.

-Sientate, descansemos un poco. -dice.
-No recordaba que tu casa quedara tan lejos. -abro la lata de soda y tomo un sorbo.
-La casa de Izaya es la que queda más lejos.

Boto un poco de soda por la impresión que me quedó al escucharle decir eso, de inmediato mi corazón comenzó a latir más rápido.

-Lo siento pero -dice dejando la lata sobre el suelo. -te vi salir de la casa de Izaya ésta mañana.
-¿Que.. tú..
-Me detuve al ver a tu hermano acercarse a ti.
-Ti-Tiene una expli-
-No te preocupes no la necesito. -dice sonriendo.
-¿Eh?
-Bien ¿tienes hambre? -se pone de pie. -yo no he comido nada.

Ella va a su cocina y yo me quedo viendo al suelo, mis manos sudan un poco ¿por que siempre me ha puesto tan nerviosa que se enteren de Izaya y yo?

-¿...(N)?
-¿S-si?
-¿Comeras?
-Si, cla-claro...
-Ya sé, vamos al Russian Sushi, los demás deben estar ahí.
-Ah..
-Les gustará verte.