𝟬𝟬𝟳 house party

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CAPÍTULO SIETE:FIESTA EN CASA

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CAPÍTULO SIETE:
FIESTA EN CASA.




                    —Esta chica tiene sabor, ¿quién eres?—, exclamó un hombre de traje.

      Margaret alzó la vista de los discos que cargaba entre sus brazos, frunciendo el ceño. Ella estaba lista para responderle a qué se refería con "sabor", pero Steven se acercó para interferir —. Ella es Mags, papá. Mags, él es mi papá.

      La morena sonrió de inmediato, dándole la mano al hombre —. Hola, un gusto conocerlo, señor.

      —El gusto es mío—, asintió el hombre con una sonrisa antes de mirar a Steven —. ¿Ves, Steven? Este es el tipo de chica con el que deberías salir.

      Las mejillas de Margaret instantáneamente se encendieron en un tono rosado mientras que Steven reía —. No lo sé, es demasiado buena para mí.

      —Ese es el punto, Steven—, contestó su padre.




                    Resultó que la visita del padre de Steven era sólo para pedirle que cuidara su casa mientras asistía a un concierto. Claro que el chico optó por celebrar una fiesta en lugar de pasar una noche tranquila con sus amigos y claro que Steven terminó borracho.

      — ¡Ahí estás, Mags!—, exclamó Steven, acercándose a ella y pasando su brazo por su hombro —. ¡Te estuve buscando por todos lados!

      — ¿Sí? ¿Dónde? ¿En cerveza?—, contestó la chica con la nariz fruncida ya que el chico apestaba a alcohol —. ¿Por qué no vamos afuera un momento a que tomes un poco de aire?

      —A donde quieras ir, Mags, te seguiré—, asintió Steven antes que los dos caminaran entre la multitud de personas hacia el patio.

      Steven se acostó sobre el césped en cuanto salieron y Margaret se sentó a su lado. Los dos observaron el cielo, perdiendo sus vistas entre las estrellas por un momento.

      —Mags, acuéstate a mi lado—, pidió Steven, palmeando su costado vacío. La chica obedeció y se acomodó a su lado —. ¿Cuántas estrellas crees que hayan?

      La morena rió —. No lo sé, Hyde. ¿Mil millones? ¿Infinitas?

      —Infinitas—, repitió Steven, volviendo a reír antes de girarse y colocarse sobre la chica. Sus manos se apoyaron a los lados de su cabeza mientras la miraba a los ojos.

      — ¿Qué haces?—, inquirió Margaret, removiéndose incómoda entre el pasto.

      Steven sonrió —. Me encantas, niña buena—, admitió —. ¿Saldrías conmigo?

      —Definitivamente estás muy borracho—, rió la chica antes que sus carcajadas fueran ahogadas por los labios de Steven sobre los suyos.

      Sus labios se movieron rápidos y torpes debido al alcohol mientras que Margaret parecía congelada, demasiado sorprendida por el repentino acto. No obstante, segundos después la chica comenzó a mover sus labios en respuesta y cerró los ojos.

      Como de por arte de magia, el alcohol pareció disiparse en el organismo de Steven, y sus labios comenzaron a ser más lentos, suavemente moviéndose sobre los de la chica. El beso no tardó en intensificarse, y podría decirse que pasaron el resto de la noche allí.

      Steven había recobrado su conciencia en cuanto besó a la chica, y en lugar de que eso evitara que continuara la acción, provocó que recobrara una intrépida firmeza.

GOODIE GOODIEWo Geschichten leben. Entdecke jetzt