𝟬𝟭𝟮 the last day of the 70s

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CAPÍTULO DOCE:EL ÚLTIMO DÍA DE LOS SETENTA

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CAPÍTULO DOCE:
EL ÚLTIMO DÍA DE LOS SETENTA.




                    — ¡Kelso!—, exclamó Margaret cuando el chico cruzó la puerta y lo abrazó.

      —Maggie, ¡hola! Creo que buscas algo más que sólo un abrazo, ¿no es así? ¿Quieres terminar la década con alguien?

      Steven rodó los ojos y alejó a la chica de Michael, tomándola por la cintura —. Sí, la va a terminar conmigo.

      — ¿Qué? Espera, ¿Maggie terminó con Hyde?—, exclamó Michael antes de sentarse en el sofá —. Las cosas están locas por aquí. ¡Oigan! Le enseñé a mi hija cómo decir "quemado", pero aún no sabe usarlo bien. Siempre le gano y lo digo yo primero.

      Margaret rió —. ¿Algún día voy a poder visitarla? Debe ser una ternura.

      —Maggie, es mi hija, obvio que es una ternura—, contestó Michael, levantándose para tomar una cerveza.

      — ¿Aún trabajas en la seguridad para el club de Playboy?—, inquirió Steven, sentándose en el sofá, y Margaret se sentó sobre sus piernas.

      —Sí, me ascendieron y soy supervisor—, asintió Michael, sentándose al lado de ambos —. Soy el tipo que dice: "no tocar". ¿Puedes creerlo? ¿Yo?




                    —Oigan chicos, el último en subir, ¡tiene que llamar a Red un "idiota"!—, exclamó Eric antes que todos comenzaran a subir lo más rápido posible.

      Margaret intentó subir, sin embargo Steven y Michael estaban peleando a los pies de la escalera por lo que cubrían su camino —. Peleen todo lo que quieren, ¡pero déjenme subir!

      —No te preocupes, Mags—, avisó Steven antes de empujar a Michael y tomar a Margaret entre sus brazos, colocándola sobre su hombro y comenzando a subir rápidamente, dejando a Michael detrás.




                    Steven había decidido llevar a Margaret al viejo tanque de agua. Él observó con una sonrisa la lata de cerveza que sostenía entre sus manos —. Supongo que finalmente logré corromperte.

      La morena bajó la vista hacia la lata antes de reír —. Prueba mi cerveza, idiota.

      El chico, confundido, tomó la lata y tomó un sorbo para encontrar con agua —. ¡Ugh! ¡Es agua!

      —Sí, ¡es saludable!

      —Estoy decepcionado conmigo mismo—, negó Steven —. No te corrompí.

      —Bueno, puede que no hayas fracasado del todo—, murmuró Margaret antes de comenzar a besarlo con fiereza.

      Steven sonrió entre los besos y apoyó a Margaret contra el tanque de agua, permitiéndole tener control sobre ella —. ¿Estás segura que quieres hacerlo aquí?—, inquirió, temiendo que sólo se tratara de otra broma.

      Margaret le quitó las gafas y se las colocó antes de reír —. Quiero demostrarte que no soy una niña buena.

      —Oh, lo eras. Sólo que te corrompí—, sonrió Steven antes de volver a unir sus labios.

GOODIE GOODIEWhere stories live. Discover now