GOODIE GOODIE

𝟬𝟬𝟵 married or not?

CAPÍTULO NUEVE:
¿CASADO O NO?

                    Margaret estaba en una encrucijada. Ella se encontraba sentada en el suelo de su sala de estar, aferrando su cabeza entre sus manos mientras todo lo que sucedía fluía por su cabeza hasta producir una explosión.

      Al parecer, Samantha ya se había casado antes de contraer matrimonio con Steven y nunca se lo había dicho.., hasta el momento en que su esposo cruzó la puerta de la residencia Forman. A pesar de ello, Samantha fue muy clara al admitirle a Steven que estaba enamorada de él. Por lo que el chico ahora estaba debatiendo si debería seguir con ella o no, definir qué sentía por ella y si eso era más fuerte que lo que sentía por Margaret.

      Como si eso no fuera suficiente drama, seguía existiendo el problema que Jackie y Steven habían salido.., por un largo tiempo. Margaret casi vomita cuando habló con Michael por teléfono y se enteró de lo real que había sido su relación.

      — ¿Vienes arrastrándote, Maggie?—, contestó la llamada el chico.

      La chica rodó los ojos aunque sonrió al escuchar la voz de su amigo —. Ya quisieras, Kelso. En realidad quería saber.., ¿cómo fue la relación de Jackie y Hyde?

      Un silencio incomodó tomó al chico por unos segundos —. ¿Por qué preguntas?

      —Me acabo de enterar. Jackie, por alguna razón, no me contó ni que habían salido.., quiero saber por qué.

      Michael suspiró del otro lado de la línea —. Probablemente Jackie no te contó porque quería casarse con Hyde y, al principio él se negó. Pero cuando decidió que deberían casarse.., bueno, él la fue a buscar y ella estaba conmigo--.

      —No me digas que, ¡ugh, Kelso!

      —No, no. No pasó, pero casi pasó y Hyde se dio cuenta. Entonces, cortó la relación y desde entonces no volvieron más—, culminó.

      Margaret tragó saliva —. ¿Jackie quería casarse con él?

      —Creo que incluso más de lo que lo quería conmigo. Parecía más segura si me preguntas a mí.

      La morena apretó los labios antes de suspirar —. Está bien, Kelso. Gracias por contarme—, asintió la chica y no pudo evitar cortar la llamada.

      Margaret dejó el celular a su lado antes de abrazar sus piernas y hundir su cabeza entre sus rodillas. Un par de lágrimas abandonaron sus ojos al llegar a la única conclusión posible: ella y Hyde, eso no podría suceder. Nunca.

♦

                    Los golpes en la puerta resonaban con tal energía y fluidez que alarmaron a Margaret. Ella corrió hacia la puerta antes de abrirla y se sorprendió al encontrar a Jackie frente a ella.

      —Jackie, si es por Hyd--.

      La azabache negó —. Está bien eso, ya lo superé. Tengo un problema.

      Margaret frunció el ceño —. ¿Lo superaste?—, balbuceó antes de negar —. ¿Qué problema?

      —Creo que estoy enamorada de Fez.

      — ¿Qué?

      —Lo sé, ¡me estoy volviendo loca!

      Margaret rió —. No creo que lo estés. Pasa—, señaló antes de cerrar la puerta detrás de ella.

      — ¿No crees que estoy loca?—, repitió Jackie antes de abrir los ojos —. ¡No me digas que te gusta Fez!

      La morena se mordió el labio inferior —. No, Jackie. Pero sí creo que no es una locura que te gusté. Los dos viven juntos y, ahora que no sales con nadie, notaste que Fez siempre está para ti.

      —Sí. Además, hice una lista sobre lo que busco en mi nuevo novio, ¡y Fez cumple con los requisitos!—, exclamó Jackie.

      —Entonces, ¿qué esperas? Estoy segura que en cuanto le digas a Fez, él estará más que feliz.

      —Sí, debería decirle—, asintió Jackie antes de observar hacia la cocina y notar que había envolturas de chocolate sobre la mesada —. ¿Qué te pasa?

      — ¿De qué hablas?

      —Siempre que estás triste empiezas a comer chocolate como loca—, señaló Jackie —. No es algo que apruebe, pero me ayuda a distinguir cuando estás triste ya que nunca cuentas. ¿Qué pasa?

      Margaret se relamió los labios antes de sentarse en el sofá junto con Jackie —. Me enteré que saliste con Hyde más del tiempo que había imaginado. Y.., también de que querías casarte con él.

      —Oh—, balbuceó Jackie —. ¿Te gusta Steven?

      —No lo sé—, la chica contestó mirando sus manos antes de volver a mirar a su prima a los ojos —. Me gusta, pero no saldré con él si tú no lo quieres así.

      Jackie tomó las manos de la morena entre las suyas —. Maggie, no puedo evitar que seas feliz. Si Steven te hace feliz, entonces ve con él. Quiero verte feliz, no así. Además, ya lo superé, ¿no escuchaste que me gusta Fez?

      Margaret rió —. ¿Estás segura? Quiero decir, no quieres casarte con cualquiera.

      La azabache asintió —. Lo superé, Maggie, está bien. Y aunque tengas razón en eso, puede que yo no sea como el resto. ¡Me quise casar con los únicos dos novios que tuve!

      La morena rió —. ¿Te casarás con Fez también?

      Jackie abrió los ojos y soltó las manos de su prima —. ¡Ni siquiera le dije que me gusta, Maggie!

♦

                    Margaret estaba acurrucada en su sofá, mirando una película de zombies en la televisión. No estaba segura de nada, por lo que había optado por permanecer el resto del día en su casa. Probablemente también pasaría el día siguiente hasta que llegara el lunes, donde debería enfrentarse a Steven ya sea para asistir al trabajo o renunciar a él.

      Estaba a punto de quedarse dormida cuando los golpes en su puerta comenzaron. Ella se acercó con pereza, asumiendo que era su prima nuevamente. Bostezó mientras abría la puerta, sin embargo se despertó de un segundo al otro al encontrarse a Steven Hyde frente a ella.

      — ¿Qué haces aquí?

      —Necesitaba verte—, contestó Steven —. No te vi desde esta mañana, quería contarte algo.

      Margaret se mordió el labio antes de soltar rápidamente —. Jackie me dijo que está bien si decidimos salir. Ya superó su relación. Aunque.., no sé si sigues con Samantha.

      Una sonrisa decoró el rostro de Steven —. ¿Eso quiere decir que saldrías conmigo?

      Margaret entrecerró los ojos —. No voy a salir contigo a escondidas si sigues con Samantha. Puede no caerme bien, pero no haré eso, nadie se lo merece.

      La sonrisa de Steven creció, mostrando sus dientes. Él se acercó y enroscó su brazo por detrás de su cintura, acercándola a él —. Entonces es perfecto que haya decidido acabar mi relación con Samantha—, contestó antes de besarla.