CATORCE🍃¿Soy así?

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Literalmente, no pude dormir.

Giré en la cama por horas y horas, tratando reproducir los últimos sucesos. La verdad, es que esto no era la primera que vez que me pasaba, en varias ocasiones, mis pequeñas compañías nocturnas terminaban confesandome aquello, pero yo lo único que hacía era pedir una que otro disculpa y marcharme sea a la hora que sea. Un "te amo" era la señal de cuando una relación debía terminar.

Pero no podía hacer eso ahora... sé que él me atraía de sobremanera, hasta podría aceptar que me gustaba, pero las palabras que él había confesado era muy fuerte, por lo que gigantescas dudas nacieron en mi.

¿Y si no funciona?

Me sentía extraño, como si todo lo que hubiera hecho estuviera totalmente en un error. Miré a mi acompañante, él dormía tranquilamente entre las sábanas, se veía totalmente adorable, sus mejillas se abultaban y los castaños cabellos caían por su frente.

Me levanté de mi cama cuando el sueño se había alejado totalmente de mi y el sol parecía querer aparecer allá fuera.

Hice lo mismo de cada mañana, fui a la cocina y preparé un café, para después coger un cigarro y colocarlo entre mis labios. Me dirigí hacia la ventana, observando cómo la ciudad se movía rápidamente a esas horas.

Dí una calada a mi cigarrillo y me sumergí en mis pensamientos. Nunca pensé que un "Te amo" marcara tanto mi mente y debilitara mi cuerpo. Ni siquiera Sunnie, quien fue mi esposa, me había hecho pensar tanto de sus sentimientos.

Sunnie... ¿Qué pensaría si ella viera que sus dos parejas tuvieron un extraño encuentro?

No lo sé...

Dos brazos hicieron que me sobresaltara al sentir como estos se abrazaban a mi cuerpo. Sentí su respiración y cerré mis ojos, su tacto era idéntico al de ella.

-Me asusté al no encontrarte ¿Todo está bien? -asentí, no quería hacer que Tae se sintiera mal al saber que sus sentimientos no eran correspondidos, porque no lo eran... sí, no lo son... ¡Aish!

-Yo... desperté antes. -dije apagando el cigarro y dejando la taza de café en algún lugar.

-Sí, lo noté. -besó mi espalda y colocó su mentón en mi hombro. -¿Qué hacías?

-Nada, sólo veía el amanecer.

-Vaya, digno de un escritor. Ya veo por qué en tus libros hay tanta belleza. -me asombró escuchar aquello.

-Tú... ¿Has leído mis libros? -pregunté tomando su mano que estaba en mi torso. Él asintió con una sonrisa.

-Sí, Sunnie los compraba todo el tiempo, y yo los leía junto a ella. Escribes muy bien, me encantan.

-Gracias, Tae. -sonreí sinceramente. Aunque los libros que escribí en un pasado tuvieron mucha fama, nunca me había alegrado tanto con un cumplido como lo había hecho justo ahora.

Otra vez, ese molesto cosquilleo aquí dentro.

-¿Salimos hoy? -preguntó sacándome de mis pensamientos, haciendo que mi mente explotara al escuchar su amable tono de voz y saber que pronto este ya no estaría.

-Lo siento, no puedo.

-Ah, entiendo - se alejó de mi y se colocó a mi lado observando la calle con un poco de seriedad. Cuando me dispuse volver a la habitación, Tae tomó de mi brazo y besó mis labios. No pude evitar tomar su nuca y profundizar el beso, realmente adoraba sus labios, hacía que el besarlo fuera una adictiva experiencia. Pero me siento muy confundido, no pueden culparme por aquello. Cuando nuestros pechos se elevaban cada vez más, él habló.

O U R • B A B Y - HopeV🐝Donde viven las historias. Descúbrelo ahora