DIECISIETE🍃Obra

3.1K 492 174
                                    

En aquel amanecer, mi vida nuevamente tomó la rutina positiva que llevaba, cambiando muchas cosas e intentando olvidar lo que me afectaba.

Hoy había llevado a Kookie a la escuela, y me encantó la forma en que sus grandes ojitos negros brillaron cuando me despedí de él con un beso en su frente.

Digamos que tomarme esas "pequeñas vacaciones" anteriormente fue una desventaja en mi relación paterna con mi hijo y conmigo mismo. Ahora estaba decidido a pasar más tiempo con mi castaño favorito.

Después de haber limpiado cada rincón de mi casa, me encontraba acostado en mi cama cubierto de pies a cabeza, hasta que el hambre dominó mi ser y me obligué a levantarme. Pero cuando iba a pasar por la puerta de mi habitación, un enorme folder verde calló de mi escritorio.

Me agaché a ella y vi de lo que se trataba. Era el libro que estaba escribiendo y aún no terminaba. Lo abrí en una página al azar y casualmente leí el párrafo que más me gustaba.

"¿Alguna vez han pensado en el significado profundo de un árbol?

Ellos son sabios, presencian las historias de su alrededor, adquieren tatuajes creados por personas que desean plasmar lo que sienten y van ganando años y años de inteligencia.

Pero nadie se ha preguntado esto:

¿Los árboles, en algún punto de su trayectoria y casi inmortal vida, se llegan a sentir solos?

Pues, claro que sí, ellos van perdiendo su vigor y esencia cuando son abandonados. Aunque no parezca, ellos necesitan un poco de atención, ello odian ser simples espectadores.

Porque no importa el día, el clima o la estación, los árboles siempre estarán ahí para darte sombre, brindarte salud , y...

¿Por qué no estar para ellos?"

Cuando leí aquello, no pude evitar en pensar en Yoongi. Él siempre ha estado para mi, siempre ayudándome y dándome su fuerza ¿Y yo? Simplemente lo ignoré e hice de su presencia algo indiferente, tal como se le da la atención a un árbol en medio de un bosque.

Miré mi celular y vi su número... ¿Debería llamarlo?

Negué a mi pregunta y suspiré pesadamente, aunque me sintiera culpable, yo era un cobarde, además, nadie me aseguraba que él me perdonara.

Llamé a la pizzería más cercana y así esperé unos minutos. Tocaron la puerta y atendí, abriéndola lentamente para pagar por mi pedido al joven muchacho. Su cara fue de total sorpresa cuando abrí la puerta, por lo que me extrañé y al momento que se fue me miré en un espejo y noté lo que supuse. Mi rostro era un caos total, las ojeras amoratadas de mi cara estaban marcadas y al parecer, varios granos se habían adueñado de mi ex-cutis limpio. Suspiré ante la imagen que me había convertido.

Cuando estuve apunto de sentarme a comer, alguien tocó la puerta nuevamente, llegué a pensar que se trataba de aquel chico que había regresado con algún tipo de agua bendita para exorcizar mi rostro del demonio, pero no fue así.

Me sorprendí al ver al grupo de niñitas de uniforme amarillo y café. Estas deformaron su rostro en sorpresa y disgustia.

-¿Acaso ustedes no estudia-... -no pude terminar mi pregunta, ya que un grupo de niñitas de lanzaron a mi, casi ahogándome.

O U R • B A B Y - HopeV🐝Where stories live. Discover now