O U R • B A B Y - HopeV🐝

VEINTE🍃CENIZAS EN UN ÁRBOL

Me acurruqué más en las sábanas abrazando mi gran almohada con si mi vida de eso dependiera, pero sonreí al darme cuenta de que aquello no era mi almohada.

Con la punta de mi nariz trace varias líneas a lo largo de su piel, escuchando sus risitas.

-¿Te desperté? -dijo Tae mientras se quitaba sus lentes de lectura y los colocaba en la mesita de su lado junto a un libro. Yo negué aun con los ojos cerrados y lo abracé más fuerte, apegando mi mejilla a su abdomen.

Tae amaba recostarse en el respaldar de la cama y leer un libro ni bien se levantaba o sino, solía traer café y sentarse a mi lado hasta que yo despertara.

Y todo eso aprendí a lo largo de este mes. Tiempo en el que vivimos como una familia.

Besé su abdomen haciéndolo reír y abrí lentamente mis ojos, observando su dorada piel.

-Ven aquí -susurre atrayéndolo hacia mi, haciendo que se acostara encima de mi cuerpo. El volvió a soltar risitas -¿Cómo amaneció mi príncipe? -dije acariciando su desnuda espalda, hasta llegar al borde de sus pantalones de pijama.

-Feliz -besó castamente mis labios -¿Y mi rey?

- Con hambre de Tae. -dije entre risas y rápidamente lo dejé bajo mi cuerpo, mordiendo su cuello haciéndole cosquillas, escuchando sus carcajadas. Sentí un peso extra en mi espalda.

-¡Kookie defenderá a papi! -dijo mientras se aferraba a mi espalda, escalándome. Tae aprovechó y me tiro contra el colchón sacando al pequeño de mi espalda, sintiendo dos pares de manos en mi estómago.

-¡Conquillas a papá! -gritó Tae mientras movía sus dedos en mi abdomen. Por mi parte, reía a fuertes carcajadas.

-¡Me rindo, ustedes ganan! -dije y ello se abrazaron. Tae apretó las mejillas de Kookie y le dio un sonoro beso.

Aproveché y los atraje a ambos a mi cuerpo, haciendo que reposaran en mi pecho.

-Kookie ama a sus papis. -ambos sonreímos ante las palabras del pequeño.

-Nosotros te amamos, cariño.

-Así es, campeón. -Tae me miró.

Me sentí el hombre más afortunado del mundo.

La tarde había llegado, hoy era un día muy especial, pues varios evento se hacían presentes en nuestra nueva casa.

Hoy terminé mi libro dedicado indirectamente a Sunnie, a uno de los ángeles más bellos, el cual se marchó, pero a cambio dejó dos en mi vida.

Además, hoy nos entregaron un pequeño árbol en el cual reposaban las cenizas de ella. Así, cuando este creciera, nos recordaría lo fuerte que siempre fue Sunnie. Nos acompañaría décadas y décadas, viendo al pequeño crecer y vernos a nosotros dando lo mejor para que cumpliera todas sus metas.

-Namjoon sembró el árbol -dijo Tae acercándose. Habíamos conseguido una pequeña casa, con un jardín afuera. Nuestros amigos habían venido a ayudarnos.

-Si, cariño. -besé su frente, para después abrazarlo por la espalda recargando mi barbilla en su hombro.

-Veo que Kookie no se aleja de Jimin. -sonrió Tae mientras observaba al pequeño para que Jimin le prestara atención, el cual estaba siendo abrazado por el pálido.

-Está muy celoso, odia cuando Yoongi le da un beso.

-Ellos van enserio, eh. -se refirió a los mayores.

-Así es. -besé su mejilla. Tae regresó su vista a mis manos, observando un pequeño sobre entre mis manos. sonreí ya que mi plan había funcionado.

-¿Qué es eso?

-¿Esto? Es un pequeño fragmento.

-¿fragmento? Quiero leerlo.

-Está bien. - El tomó el papel y leyó la pequeña carta, vi como sus ojos se humedecían. Y cuando levantó su vista, posé un anillo frente sus ojos. Una lágrima corrió por su mejilla.

-¿Aceptas, mi amor?

-¡Si, acepto! -rápidamente se lanzó a mis brazos mientras dejaba caer sus felices lágrimas. Lo besé escuchando de fondo los aplausos de mis amigos, o mejor dicho, familia.

El papel decía.

"¿Kim Taehyung, quieres casarte conmigo?"