#3

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Volvió a la cafetería buscando a su amiga. Pudo notar como varias chicas le miraban sorprendidas y otras un tanto molestas. Resulta que unas seguían sin poder creer que alguien como Alyssa anduviera con Jacob, ya que son dos personas totalmente diferentes y el resto simplemente no son más que otras chicas fanaticas de él que solo morían de rabia.

- Grace. - Gritó.

Ella señalo que fuera a la mesa y se sentara enseguida.

- Me ha sobornado el maldito. - Se sentó azotando la mochila en el asiento. - Sabes que es lo peor de todo, es que conociéndolo mejor cae peor de lo que ya me caía. - Rechino los dientes entre si con furia.

- Te lo dije, no te iba a resultar nada bien Alyssa. - Dijo ásperamente. - Además ¿cuánto te ha cobrado? - Pregunto.

- 20 dolares a la semana. - Suspiro molesta. 

- ¿Es enserio?. ¿De donde sacaras diariamente 20 dolares? - Levanto una ceja.

- Tendré que hablarlo con mi mamá, claro que no le diré las razones, le diré que quiero entrar al curso de natación de el colegio ella siempre lo ha querido. - Guiñó.

- ¡Wow!, te admiro lo haces sonar tan sencillo. - Rió. 

- Y asi será, tengo todo bajo control. - Acento con felicidad.

- Tú, yo a la salida. - Le miro desafiante Hannah.

Se retiró a carcajadas con Katherine. Era evidente algo se tramaban. 

- ¿Irás? - Preguntó Grace.

- ¡Enserio que la detesto!, esta celosa no puede tolerar que me valla bien en la vida. - Rodó los ojos.

- No entiendo porque se cree moneda de oro o algo parecido. - Añadió.

- Tiene una razón, tiene a David. Hasta yo lo haría. - Puso los ojos en blanco.

- ¿Sigues ilusionada con él?. - Soltó una pequeña risita. - Hay mejores Alyssa, tampoco nunca le haz hablado. ¿No te haz cansado de acosarlo?. 

- Ya me canse, pero tengo esperanzas de que un día le hablaré y nos casaremos y tendremos dos hijos y....

- ¡Por favor! - Rió entre dientes. - Alyssa ¡para!. - Dijo entre risas. - Es claro que jamás te rendirás. 

- No. Verás que un día él y Hannah terminarán igual es difícil de soportarla. Y aprovecharé eso.

- Dices eso cada vez que termina con una. Ya van más de 6 veces que dices eso y nunca haces nada Alyssa. Deberías hablarle. - Subió una ceja. 

- Bueno si... ¿Como le haría para hablarle?, es decir, no hay nada que él y yo podamos hablar. - Agacho la mirada.

- Pero ahora si tienes tu pase a hablarle. - Sonrió con victoria.

- ¿Y ese pase cuál sería?. - Pregunto confundida.

Miro de reojo a Jacob que se encontraba unas dos mesas de distancia, y con él David. 

Su expresión fue una gran "o" que formaban sus labios sorprendida. 

- Enserio ¡te debo una!. - Saltó de la emoción.

- Más de una. - Añadió. 

Sonó el timbre. 

- Tengo que irme. Veré si puedo aplicarla. - Aplaudió a si misma. - Nos vemos luego. - Salió corriendo con una sonrisa imborrable. 

Entro al salón y entre una gran bola de personas amontonadas entre si, pudo reconocer la mochila de Jacob entonces llegó por sorpresa.

- ¡Jacob!. - Gritó aún emocionada.

Dío la vuelta, y su reacción no fue precisamente muy agradable. A Alyssa le resulto valiendo el gesto de disgusto y aún así preguntó.

- ¿Puedo hablar contigo en la salida?.

- Quieres terminar conmigo, adelante. - Sonrió satisfecho.

Al terminar su oración todo el mundo se dió vuelta y callo poniendo únicamente atención en ellos dos. (Incluyendo a David).

- No... Y.. Yo te amo Jacob, ¡que va!. - Miró incómodamente a su alrededor. - Es otra cosa.

- ¿Esperen ustedes dos andan?. - Preguntó James un tanto confuso (amigo de Jacob). 

El resto que observaba acento dando en claro que también se preguntaban exactamente lo mismo.

Alyssa se puso tan nerviosa al notar que David se encontraba ahí, así que callo.

- ...S...Sí. - Contesto Jacob friamente.

Todos empezaron a murmurar entre si, y simplemente Alyssa se encogió de hombros. Le incomodaba tanto la situación, bueno, a ambos les incomodaban. 

*Somos tan malos fingiendo* - Pensó.

Llegó la profesora de español. 

Alyssa podía sentir como varias miradas quemaban su espalda. 

*Maldición esto es tan horrible*. 

- Hay un proyecto que vale el 50% de su calificación. - Interrumpió sus pensamientos la profesora. - Pero para esto, necesitan hacer parejas de dos personas.

*No lo haré*. 

- Si no lo entregan considérense reprobados. - Añadió.

*MALDICIÓN*.

- Necesito que sean parejas de hombre y mujer. Sin más que decir organicense. - Finalizó.

Comenzó a frotar su cabeza desesperada, pues no tenía muchos amigos y claramente no quería ser reprobado.

*En definitiva el mundo me odia*.

- Jacob... - Se acerco a él.

- No.. - Rodó los ojos.

- Si... - Balanceo las cejas. - Como buen novio necesitamos hacer el proyecto juntos. - Rió.

- ¡Mierda!. - Murmuró. 

- Deja de renegar como un niño por favor. Hoy a las 17:00 en mi casa te guste o no. - Respondió.

- Ni siquiera se donde vives. - Rió entre dientes.

- ¡Perfecto!, entonces al salir de aquí vamos directamente a mi casa. - Sonrió. 

- Bien.. - Dijo con un tono áspero.  

El resto de las clases le miro furioso. Pero a Alyssa solo le daba risa.

*Con esa cara parece un bulldog*. - Rió a sus adentros. 

Finalmente sono el último timbre. Ella empaco todas las cosas en su mochila y se recargo en la puerta esperando a que Jacob saliera. Salían todos excepto él.

*Imposible no odiarlo*.

Pasaron ya 5 minutos desde el timbre y Jacob seguía hablando a carcajadas con sus amigos. 

Como Alyssa sabía que David estaba ahí intentaba escuchar su conversación mientras fingía estar en su celular. 

- Como que tu novia ya se ha desesperado ¿no?. - Rió entre dientes James. 

- Me extraña tanto. - Respondió burlon. - Bien, mañana nos vemos y nos organizamos para el partido de esta semana. 

- ¡¡Tardas tanto!!. - Suspiro molesta.

- Ni modo, estabas insiste y insiste que fuera contigo, Te aguantas. - Dijo arrogante.

- Ashh.. - Cruzó los brazos.

Subieron al camión y el resto del camino no dijeron ni una sola palabra, era evidente su odio y cero ganas de convivir el uno con el otro. 

Ambos sentados en un mismo asiento guardando la mayor distancia entre si, Alyssa con sus audifonos mientras le daba la espalda mirando a traves de la ventanilla y Jacob pues, es Jacob. Solo miraba silenciosamente con amargura y cansancio el recorrido eterno para ambos. 


PAREJA POR ACCIDENTEWhere stories live. Discover now