2- Centinela del destino.

3K 418 301
                                    

- ¡Agh! Siento que la cabeza me va a explotar. - ChangBin caminaba a un lado de la calle apoyándose en el muro junto a la vereda. - Neon eodil hyanghae gallae jubyeoni mureum dabeul molla - comenzó a rapear su parte en Broken Compass una canción que había compuesto junto a 3Racha. Pero lo hacía de manera lenta y boba. Lo que lo hizo enfurecerse consigo mismo. - ¡Nada va a salirme nunca bien! ¡Maldita sea!.

Comenzó a dar patadas al muro y murmurar groserías cuando una voz lo paró en seco.

- Danos todo lo que tienes. - dió media vuelta y se encontró con cuatro hombres robustos rodeándolo.

- Oh, genial. - susurró - Miren no tengo absolutamente naaaada.

- Pues pareces bastante ebrio, ¿qué, no nos invitas unas copas? - el del medio lo tomó del cuello y lo pegó a la pared.

- Lo juro - les dijo intentando zafarse. No lo soltó así que ChangBin le propinó un buen golpe en sus partes antes de lanzarse a la fuga.

Todo fue en vano, ya que de inmediato lo atraparon y comenzaron a golpearlo. Le propinaron golpes en su rostro y costillas, seguidos de pisadas y patadas antes de tomar los únicos ₩ 1000 que tenía en los bolsillos.

- Haber si la próxima quieres pasarte de listo, raperito. - le susurró el supuesto jefe de la pandilla antes de darle un puntapié en sus partes. Karma, no hay que jugar con ello.

Una vez se largaron, ChangBin logró ponerse de pie y comenzó a golpear la pared con sus puños haciéndose más daño del que ya de por sí tenía.

- ¡NADA! ABSOLUTAMENTE NADA ME SALDRÁ BIEN. - suspiró frustrado y enojado antes de cruzar la calle y caminar por la orilla del pequeño puente que cruzaba un estúpido lago. Bajo por la pequeña colina hacía la orilla y se acercó al agua, sumergiendo la mitad del cuerpo a dónde todavía podía pisar. - ¿¡Eh!? ¿Qué más tienes para mí, destino? ¡Ya he tenido suficiente! - golpeó el agua y miró hacia el cielo - demasiado para mi gusto. Ya estoy harto, ya no vas a joderme. - hizo fuck you con ambas manos hacia el cielo antes de dejarse caer de espaldas al agua.

No hizo ningún movimiento y simplemente aguantó la respiración decidido a acabar de una vez por todas.

De pronto vió un destello, una forma, una niña agachada en la orilla.

- Me advirtieron que estabas jodido, y lo sabía, pero jamás pensé que tanto. - era una niña agachada en la orilla vistiendo un largo vestido rojo como la sangre y el cabello largo y negro como la tinta. - En serio eres una ruina.

No tienes idea.

- No eres feliz, ¿verdad? - parecía escuchar su voz en su cabeza. Sin embargo, los labios de la niña no se movían.

Claro que no.

- Lo siento, pero no puedo dejarte morir. He venido aquí para salvarte. - la niña sonrió. Ya comenzaba a faltarle el aire pero ya era tarde no podía salir. - Has sido elegido y ser elegido no es fácil. Tu destino ha de ser grande. Mucho.

¿Quién eres?

- Prefiero discutir eso cuando estés sobrio y seco. - lo miró inclinando la cabeza - ahora no puedo dejarte morir. No sería justo para tu hilo rojo y me expulsarían. No, no puedo dejarte morir. - ChangBin cerró los ojos y todo se oscureció.

_________________

No puedo dejarte morir, no puedo dejarte morir, no puedo dejarte morir, no puedo...

- ¡No, déjame en paz! - gritó ChangBin sentándose de golpe en la cama. Esas palabras no dejaban de resonar en su cabeza.

Se había levantado de ese horrible sueño con las manos y frentes sudorosas, la cabeza estaba por explotarle. Volteo a ver la hora 11:30 a.m.

Hilos Rojos • Changlix (EDITANDO-PAUSADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora