Capítulo 5 : Encuentros

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Diego

-Tengo que tirar ese despertador...

Otro día más de instituto, y encima tengo algo de resaca. ¿Por qué me duele la cara? no recuerdo haberme metido en pelea, anoche en la discoteca...

Ah... y en ese momento, se me encendió la bombilla. Ayer, me peleé con Miguel a la salida del instituto, si que pega fuerte... y yo me creía que era un debilucho. En fin, el golpe que le di será mucho peor para él, que este para mí. Además, ya me encargaré de hacérselo pagar con creces. 

Todavía se nota el frío de invierno, será mejor que me abrigue un poco. Me puse una camisa blanca lisa, una sudadera con capucha gris, unos pantalones grises y unos botines blancos, ya que hoy toca educación física. Salí del cuarto corriendo para ver si mi hermana estaba lista. Normalmente suele tardar mucho... espero que ya esté. 

-¡Miriam!, ¿estás lista?

-No, dame cinco minutos, ve desayunando mientras.

-Está bien...

Como siempre, nunca está lista. Bajé las dos plantas de la casa, y fui a la cocina, con cuidado de no chocarme con los sirvientes. Vivo en una casa muy grande en la zona rica, no sé para que quiere mi padre tantas habitaciones, no llenamos ni la mitad de la casa. Allí estaba la cocinera, preparándome el desayuno, ni siquiera sé su nombre, si tuviera que aprenderme el nombre de todos los sirvientes que viven aquí... tardaría una década. Simplemente por ser educado, la saludaré.

-Buenos días Diego- me sonrió con una amplia sonrisa.

-Buenos días eh...

-Gloria, buenos días Gloria- entró mi hermana por detrás, al parecer ella si se sabe los nombres... a veces resulta repelente, pero la quiero mucho. Aparte, me salvó porque desconocía su nombre... aunque bueno que mas da, no la tengo que llamar por su nombre si no quiero.

-Buenos días Miriam, ¿os preparo lo mismo de siempre?

-Sí, por favor- respondió mi hermana, yo simplemente asentí.

Me tomé el zumo de naranja y las tostadas rápidamente, mi hermana aún seguía tomándose el chocolate caliente...

-Diego, eres un bruto, no sé cómo puedes comer tan rápido, si sigues así te dolerá la barriga.

-Tonterías, mi estómago es de acero, y date prisa, que siempre tengo que esperarte.

Resopló, y me fui al cuarto de baño, no llegué a oír lo que dijo mi hermana, pero bueno da igual. Preparé la mochila y fui al salón a esperar a Miriam, ya que yo la tengo que llevar en mi moto...

Qué curioso, en el salón se encontraba mi padre. Normalmente nunca lo veo está muy ocupado con su empresa, al igual que mi madre. Mi padre tiene una empresa de alta tecnología y mi madre un bufete de abogados.

-¿Qué haces aquí papa? normalmente ya estarías en el trabajo.

-Yo también me alegro de verte hijo... hoy no he ido tan temprano, os tenía que contar algo.

-¿De qué se trata?- cuando nos tiene que contar algo, eso significa que no me gustará, suele pasar la mayoría de las veces. La última vez que nos contó algo, acabé en una fuente, es una larga historia, digamos que emborracharse en una cena familiar no fue una buena idea. Aunque bueno así se me pasó más rápido.

-Espera que baje tu hermana.

Afortunadamente, Miriam no tardó en bajar, a veces suele tardar media hora, menos mal que siempre vamos temprano...

If only (yaoi/gay)Where stories live. Discover now