Capítulo 6 : Indiferencia (II)

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Diego

-Jueves... los odio, ya podría ser viernes.

Me desperté de mal humor, ya que no tenía ganas de ir al instituto. Bueno, ¿quién podría tener ganas? De repente, todo lo que pasó ayer me vino a la mente...

Me gustaría poder olvidar a ese idiota, pero no es tan fácil. Por alguna razón quiero estar con él, pasar más tiempo juntos...

Bueno, y mi hermana no se quedó demasiado satisfecha ayer, espero que no siga el interrogatorio. Solo nos echamos un par de miradas, no me pasó por alto su mirada sagaz, sospecha algo pero... ¿ha pasado algo y no me he dado cuenta?

Terminé el desayuno sin demasiada prisa, y fui al cuarto de baño a lavarme los dientes. Me vestí cogiendo lo primero que vi y fui hacia la moto. Sorprendentemente mi hermana ya estaba allí, vaya quizás hoy se acaba el mundo o algo.

-Vaya, tú llegando antes que yo, eso es algo nuevo.

-Bueno, no soy la única que siente cosas nuevas- emitió una leve carcajada, ¿a qué se refería?

Decidí ignorar ese comentario y subirme a la moto.

Cuando llegamos al instituto, me despedí de mi hermana en la puerta. Justo antes acababa de entrar Miguel corriendo, pero si aún faltan más de tres minutos... 

Fui a mi clase que estaba más apartada de las de ciencias sociales y estuve esperando en la puerta. Es la primera vez que llego tan puntual pero bueno, dicen que siempre hay una primera vez para todo ¿no?

Vi a Alejandro con Paula viniendo hacia la clase, me alegro de que ya se haya recuperado. Pero, desde que sale con Paula me deja más apartado, bueno, me sentaré con Lidia, quizás consiga quedar con ella esta noche de nuevo.

 Tocó el timbre y entré en la clase, al ver a Lidia con un gesto ya comprendió que pretendía. Se acercó a mí y nos sentamos juntos en última fila. Lidia es la capitana del equipo de natación femenino, como se puede comprender, tiene un buen cuerpo. El cual ya he probado más de una vez.

Simplemente es una más de la lista que tengo, y no es por presumir pero es larga. No me gustaría asentar la cabeza, por ahora al menos. Además ninguna me llama la atención para algo más.

Estuvimos conversando sobre temas superficiales, sinceramente no me interesaba, solo quería que llegase el recreo. 

Quedaba solamente una clase, matemáticas. Es raro pero parece que soy al único al que le gusta trigonometría, al parecer todos la odian. Aunque, guardo ese pequeño secreto conmigo, se me da bien y no me aburro en clase.

Estuvimos avanzando el temario e hicimos unos cuantos ejercicios. Los que no diera tiempo de acabarlos en clase había que hacerlos en casa, por lo que me di prisa y los acabé en cinco minutos. Creo que fui el único en acabarlos. 

Lidia se fue con sus amigas, quedando con ella cinco minutos antes de que se acabara el recreo, así que fui a dar una vuelta, no tenía ganas de estar con nadie. Aunque no lo hubiera dicho, he estado pensando todo el tiempo en él... y por más que lo intento no puedo concentrarme en nada más, así que mejor estar solo antes de que meta la pata.

De repente noté que choqué con algo y me caí al suelo.

-A ver si andas con más cuidado, idiota- dije.

-Mira tú por dónde andas, imbécil.

Cuando alcé la vista, no podía ser... ¿por qué siempre me tengo que encontrar con él? 

-¿Te encuentras bien?

-Sí, gracias...

¿Me sentía preocupado? ¿por él? no me gustan estos nuevos sentimientos, será mejor que vaya a ver a Lidia a ver si me despejo un poco. No me lo puedo sacar de la cabeza, hace poco lo odiaba, ¿y ahora?

If only (yaoi/gay)Where stories live. Discover now