Contradicciones (#1 El Negocio)

Capítulo XV: Fuego y pasión

Capítulo XV: Fuego y pasión.

Jagger.

Observo a Dakota comer con lentitud una ensalada de frutas cómo desayuno, no entiendo cómo eso siquiera puede llenar su estómago, yo en cambio tengo tiras crujientes de tocino junto a tostadas y huevos revueltos.

— ¿Eres vegetariana?

—Mamá lo intentó, pero no, también como carnes, pero no tan seguido —Se encoge de hombros—. Solo se trata de tener un equilibrio.

— ¡Vamos! No te hará daño —Tomo un crujiente tocino y lo guío hacia su boca, sacude la cabeza—. Vamos, hazlo. No seas cobarde.

—No soy cobarde.

—Entonces abre la boca.

—Así le dije yo a una chica una vez —dice alguien detrás de nosotros—. Y luego ella me dijo "primero tú saca la lengua y lame. Mando yo."

Me giro y suelto una risa viendo a Jamie bostezar antes de dejarse caer sobre una de las sillas disponible de la mesa en el jardín, en donde estamos desayunando.

»No hace tanto frío —anuncia antes de robarme una tira de tocino—. Abre la boca para Jagger, querida Dakota.

Me giro de nuevo hacia Dakota y me inclino hacia ella, presiono mi boca sobre la suya y ella jadea, me alejo y pongo el tocino frente a ella, me frunce el ceño antes de ingerirlo.

— ¿Ves? No te mata.

—Yo no dije que no me gustara. Solo lo evito en el desayuno —Se encoge de hombros y sé que su sonrojo tiene más que ver con el hecho de que acabo de darle un beso, corto, frente a mi amigo.

Jamie ni siquiera se inmuta ante la muestra, solo consigue llamar la atención de una de las trabajadoras y preguntar si hay más comida, cuando la respuesta es positiva y le ofrecen traerle, sus ojos prácticamente brillan. Dejo una de mis manos sobre el muslo de Dakota, continúo comiendo y siento que se tensa antes de relajarse.

La verdad es que lo que pasó entre nosotros anoche es algo que he practicado con muchas chicas, pero hay algo que lo hizo intenso y espontaneo. No se trataba de calentar lo que siempre parece un juego sobre conseguir placer e irse, se trataba de darnos algo de manera mutua por el simple placer de querer hacerlo y compartirlo. Casi pareció que buscábamos estar más cerca y que era algo que habíamos compartido muchas veces debido a la confianza que había en el aire. Fue un poco loco y me asustó de cierta manera, pero no retrocedo ante lo desconocido, así que solo quise más de ello. Quiero más de ello.

El tema de la inexistente virginidad de Dakota parece ser algún punto importante o resaltante en ella, por la manera en la que lo anunció luego de geniales orgasmos. No es algo que me importa, no espero que le dé importancia o traiga a la cama a las mujeres con las que ha tenido sexo, por lo que tampoco espero traer sus experiencias anteriores. Si yo no soy virgen, ¿Cuál es el problema de que ella no lo sea?

Doy un apretón en su muslo y para mi absoluta sorpresa siento un roce sobre mi hombro, giro y la observo mientras deja un beso sobre esa área cubierta por el suéter. Se sonroja, pero me sonríe y nunca un gesto me pareció tan dulce y lleno de ternura. Es algo que incluso se cola más hondo que cualquier pensamiento sexual. Es algo que la vuelve todavía más diferente, ese gesto tan inocente y espontaneo es algo que me hace ansiar, y sentir un anhelo de tener algo más que el cuerpo de Dakota Monroe. Me hace pensar que no quiero que ella sea inalcanzable, no para mí.

¡Joder! Esos son grandes pensamientos para tenerlos a una hora tan temprana. Me inclino y beso su mejilla antes de sonreírle. Jamie aclara su garganta y volteo a verlo. Parece sorprendido y desconcertado.