Contradicciones (#1 El Negocio)

Capítulo XVI: Ilusiones compartidas

Capítulo XVI: Ilusiones compartidas.

Dakota.

De acuerdo, cuando se está lleno de deseo, alucinado por las palabras que nunca nadie te ha dicho y con un impulso más grande que el universo puedes acordar cosas locas.

Como nadar desnuda con un chico.

Jagger deja caer su toalla manteniéndose en un ajustado bóxer color rojo. Quiero babear, nunca en mi vida pensé que ese tipo de cuerpo fuera real. Antes, cuando vi el cuerpo de Drew pensé que nada podría igualarlo, pero Jagger tiene lo lleva a otro nivel. No es que mi propósito de vida sea compararlo, pero ¡Maldición! Me tiene alucinada con cada trozo de piel que hay a la vista. No es que quiera cosificarlo, pero admiro todo su trabajo físico.

— ¿Seguro que el agua no va a estar fría?

—Seguro. Tiene calentador, ya me he asegurado. Es una piscina climatizada. Creo que solo te estás arrepintiendo.

—No lo hago.

—Vale, siendo así, te esperaré en el agua.

Toma la cinturilla de su bóxer, lo baja y luego sale de ellos. Se gira y veo su fantástico culo alejarse de mí antes de que se arroje al agua. Veo alrededor, pero tal como me dijo esta mañana, no hay nadie en la casa.

Camino hasta la orilla de la piscina sosteniendo fuerte la toalla que envuelve mi cuerpo, me siento en la orilla bajo la atenta mirada de Jagger. Hundo mis pies y el agua está bastante cálida, lo cual al menos me asegura que mientras esté dentro de ella no voy a morir por pulmonía o hipotermia, esta noche en Londres no está de muerte y es bastante decente. Hundo más mis pies, Jagger enarca una de sus cejas mientras pasa una mano por su cabello húmedo. Antes de que pueda arrepentirme, deshago el nudo de la toalla y la dejo en la orilla al mismo tiempo que termino de sumergirme en el agua.

Trato de durar en el agua cuánto tiempo puedo antes de salir a la superficie. No estoy en el área más profunda, pero me mantengo un tanto agachada con el fin de cubrir mis pechos y me encargo de ubicar mi cabello de forma estratégica. Creo que hasta ahora mis pechos son lo único que Jagger no conoce de mí teniendo en cuenta los lugares en los que me ha tocado y besado.

Me observa desde la distancia mientras comienzo a caminar hacia más profundidad, pero del lado contrario en donde él se encuentra. Su risa resuena por el lugar.

— ¿Me harás perseguirte? —cuestiona, un brillo de picardía se vislumbra en sus ojos grises.

—No te estoy pidiendo que lo hagas.

—Pero es lo que quiero hacer.

Su respuesta me hace sonreír, continúo caminando hasta que mis pies deben dejar de tocar el suelo porque quedaría por debajo del agua. Es una piscina muy grande, casi demasiado para pertenecer a una casa. Observo el cielo oscuro y la verdad es que el agua cálida me protege de cualquier posible frío. Es relajante.

Me sobresalto cuando unos brazos atrapan mi cintura desde atrás, Jagger es más alto que yo, por lo que él se mantiene fácilmente de pie sin tragar agua mientras yo debo flotar un poco.

—Te atrapé.

Creo que para este punto él ha hecho más que atraparme en la piscina. Lo ha hecho en varios sentidos. Me hace girar y me pega a su cuerpo, suelto una respiración temblorosa por mis labios al sentir el roce de mis pezones contra su pecho. Su mirada es muy intensa mientras retira el cabello del frente para dejarlo caer a mi espalda. Se separa un poco de mí y baja la vista para observar la única parte de mi cuerpo que parecía desconocer hasta ahora.