Contradicciones (#1 El Negocio)

Capítulo XXIX: Vulnerabilidad

Capítulo XXIX: Vulnerabilidad.

Dakota.

Mi corazón late de prisa mientras intento acelerar mis pasos. Tengo la escalofriante sensación de que me siguen, me vigilan y no puedo sacarla de mí. Charlotte parece no notarlo mientras continúa hablando sobre una clase de la que se encuentra muy fascinada y no quiero alarmarla diciéndole lo que estoy sospechando, menos cuando ella ni siquiera sabe el problema en el que estoy envuelta...Problema que a dos meses y medios, yo casi creí que habían desistido, pero eso es porque a veces soy muy estúpida o muy ingenua.

Venimos de ver una película en el cine, todavía me entristece un poco que Rose no haya querido ir, pero dijo que estudiaría para un examen, no sé si era una excusa o la verdad, tampoco quise presionarla. No pretendo agobiarla o fastidiarla. La función que vimos era tal vez un poco demasiado tarde y luego hemos ido a cenar a un local de comida rápida, esa es la razón por la que ahora atravesamos el campus para llegar a nuestra residencia.

Hay unos pocos estudiantes yendo y viendo o rezagados hablando en algunas partes, pero no hay concurrencia por donde caminamos y ha anochecido, cuando veo mi reloj me doy cuenta de que falta tan solo media hora para que sea medianoche.

De nuevo siento la presencia siguiéndonos, no puedo evitar detenerme y girarme para ver detrás de mí, pero solo encuentro a tres chicas enfrascadas en una conversación y un chico con barba hablando por teléfono que camina apresurado. Él me mira por unos pocos segundos, me sonríe y luego nos pasa alejándose como si llevara mucha prisa. Vuelvo a voltear, pero no hay nada fuera de lo normal.

— ¿Sucede algo, Dakota? ¿Por qué nos detenemos?

Respiro con profundidad y sacudo mi cabeza, ahora que he visto me siento un poco más tranquila, retomamos la caminata.

—No es nada —Aseguro, luego le sonrío—. Y de verdad es muy genial que estés disfrutando de tu clase.

— ¿No puedes decir lo mismo de finanzas?

Rio, el que me conoce sabe de mis dificultades con el profesor porque nunca lo oculto, admito que tiendo a exagerarlo en ocasiones, pero es que cuando se trata de mis calificaciones suelo perder mi cordura y entrar en histeria.

—No es tan malo como el semestre anterior, estoy entendiéndolo mejor —Oculto mis manos en los bolsillos de mi chaqueta porque la noche está muy fresca—. No voy a decir que mis notas son esplendidas, pero al menos no estoy con un paso a reprobar.

— ¿Tienen que ver las tutorías de Jagger con esto?

No puedo evitar suspirar, es algo que hago mucho cuando se trata de Jagger. Parece mentira que con el par de meses que estuvimos juntos logró adherirse tanto en mí. No puedo decir que mi vida es miserable sin él o que no tiene sentido, pero puedo admitirme que lo extraño, que muchas veces veo hacia atrás y quiero retirar mis palabras porque me doy cuenta que atravesar esto juntos era una alternativa más valiente y menos escurridiza que ir por separado.

No puedo explicar cómo se ha sentido verlo conversar un par de veces con Ariane de una manera que resulta algo íntima y he escuchado rumores. Y está bien, es soltero, pero no puedo evitar estas emociones.

La mitad de mí piensa que separarnos fue una equivocación y la otra que es entendible cuando estaba tan asustada por lo que fue una experiencia tan desagradable.

— ¿Dakota?

Me doy cuenta de que Charlotte está esperando por alguna respuesta.

—Sí, entiendo más cuando él me explica o presta sus antiguos apuntes —termino por decir—. Es un buen profesor.