Emily, después de la muerte de su padre, decide ir a vivir con sus abuelos a Nome, Alaska. Deja a su madre, a sus amigos y a su escuela atrás con el pensamiento de que algo bueno le espera en esa fría ciudad. Lo que ella no sabe, es que Nome, la rec...
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Demoré, pero lo recordé y me produjo una gran sorpresa, Harper, la ex novia de Aaron. Con eso había entendido la tensión que sentí en mis amigos, al parecer no tomaron muy bien la presencia de esa mujer y no pude entender el porqué, la única vez que se habló de ella no fueron en muy buenos términos.
Me hice la desentendida y caminé tomada de la mano de Aaron hasta el salón, pero pude escuchar cuchicheos referentes a lo que estaba pasando, al parecer, todos sabían que Aaron y ella habían tenido algo, no me sorprendió que todos lo supieran.
Vero echaba humo por la cabeza y Than se encontraba muy serio, ¿de qué me perdí? Nadie se ponía así por nada. Aaron parecía cansado.
Entramos al salón y me senté al lado de Vero. Than y Aaron detrás de nosotras. Con tanto ajetreo había olvidado que estábamos en biología, por lo tanto, podía ver al fantasma. Cuando recordé esto y busqué en todo el salón, no había nada. Solo miradas dirigidas a mí, menos la de Anna, que seguía igual de silenciosa que siempre.
Quería preguntarle cómo se sentía.
Keegan entró saludando alegremente como de costumbre, diciendo cuanto nos había extrañado. Comenzó a hablar del tema de Bernadette y preguntar cómo nos sentíamos. Muchos quisieron hacer saber al resto lo que sentían y, para mi sorpresa, fue bastante gratificante.
Luego de esa gran charla, Keegan nos presentó nuestro futuro castigo. Debíamos pintar, arreglar y limpiar la escuela sin quejas, ya que al parecer presentábamos un amor ante la institución que nos hizo entrar fuera de horario de clases. Creyeron que era prudente que ocupáramos nuestra mente en algo que pudiera beneficiarnos a todos. Bueno, a todos los que no estarían haciendo cosas.
—Ese será su castigo—aclaró Keegan con media sonrisa—. Y el mío será supervisarlos. Lo dividiremos en equipos, y trabajarán algunos días de la semana después de clases. ¿Alguna duda?
Than levantó la mano.
—¿Podemos elegir los equipos? Si me toca Verónica me obligará a hacer todo el trabajo.
Verónica enrojeció y lo golpeó en el brazo, todos nos largamos a reír.
—No, yo los elegiré. —explicó con una amplia sonrisa y se dedicó en escribir en la pizarra los grupos y lo que tenían que hacer.
Para mi asombro, me había tocado con Anna arreglar el invernadero. Keegan me sonrió con algo de burla en sus ojos, lo estaba haciendo a propósito. Anna no parecía muy feliz. Verónica pidió quedar conmigo, pero Keegan se negó.
Escuchamos un golpe en la puerta mientras Than reclamaba por su tarea con nuestro profesor, no esperaba ver a la ex de mi novio asomar su cabeza y saludar con una gran sonrisa, que tanto el profesor como algunos compañeros hombres le devolvieron. Podría haberme quedado hipnotizada con la extraña belleza de esa mujer si no fuera por el fantasma que pasó a su lado y se dirigió a su asiento habitual.
