Perfecto Imbécil © || Trilogía Perfectos #1 ||

Capítulo 6: Miradas de odio

-¡No voy a ir, me niego! - gritó bajo las sábanas de mi amaba cama, agarro con fuerza las mismas mientras mamá intenta quitármela:- Mamá, apuesto mi vida que apenas entre me mirarán... Odio la atención y lo sabes.

- ¡No exageres, Lena! - exclama intentando nuevamente sacarme de la cama:- Vamos, hija, debes ir... - me pide al fracasar, aunque no se rinda y sigue intentando sacarme mi manta.

Cuando veo que deja de jalar, sacó mi cabeza y la observó -. Ya van dos días que no vas, es hora de que des la cara... ¿Dónde está mi hija? Aquella que nunca baja la mirada y te habla a la cara, pregunto porque no la veo. Te dejaste llevar, ¿Y qué? Eso pasa cuando te gusta alguien - me dice con una sonrisa. La miro mal y resignada salgo de la cama.

- Él no me gusta... Sólo me parece lindo, sumamente sexy y muy buen actor, pero eso es todo - aclaró y entro a bañarme. La escucho decirme algo pero debido al ruido de la ducha no logró escucharla.

Luego de un maravilloso baño, salgo a mi habitación y comienzo a buscar que ponerme hoy.

Hacía calor, así que decidí llevar una falda color rosa pastel y una remera color negra que en letras blancas llevaba escrito algo en chino, había sido un regalo de mamá y hasta ahora nunca la había usado.

En la parte de abajo, llevaría unas simples zapatillas negras que hacían juego con la parte de arriba. Una vez lista, procedí a peinarme para luego maquillarme un poco y con poco me refiero a que solo usé una base y un pinta labios en color coral.

Agarré mi mochila y salí de habitación, mamá me esperaba con el desayuno: una medialuna y un café como todos los días.

Desayuné rápido y fui a lavarme los dientes, me eche de paso perfume y después de despedirme de mamá, me fui corriendo hacia el Instituto.

Era la rutina de todos los días.

- ¿Qué demonios traes puesto? - pregunta Alex apenas me ve, no lo dice en mal sentido, sino que no está acostumbrada a verme con faldas y es obvio que se le haga raro.

- Un cambio, la gente cambia, entérate - le digo y ella ríe, me muestra sus pulgares levantados.

- ¡Y que cambio! Esas piernas tuyas necesitaban respirar - me dice y pasa su brazo por mis hombros -. Pero bueno, dejemos a tus piernas por un momento, Sarah esta en los baños... dijo que tenía que retocar su maquillaje, por cierto, ignora las miradas - me susurra lo ultimo y entramos a los pasillos, la mirada de prácticamente todos se posan en mi y hace que quiera volver corriendo a mi cama.

Quisiera que estuviera aquí mi madre, así le diría un "¡Te lo dije!"

- Creo que eso no va a ser imposible... Hasta los profesores me miran - le digo y aceleró mi paso, pero claro soy estúpida y por no ver al frente choco con alguien y caigo al suelo, escucho un chillido que hace que suba la mirada para ver quien es... Ay, carajo, otra vez no.

Monica Dublas, esta también en el piso y me mira con una expresión de enojo. Verla me hace recordar lo que me dijo hace dos días en el teatro.

"Disfruta mientras puedas, esto no durará mucho para ti, seré yo quien bese a Jayden al final. Espero que te quede claro eso, bicho" Y luego de esa amenaza, se fue dejándome ahí con la boca abierta.

-¿Es que no te fijas, estúpida? - exclama furiosa y se levanta del suelo, me levanto también y sacudo mi ropa, menos mal y me decidí a ponerme un shorts abajo de la falda.

-Lo siento, no suelo ver basura caminando... - digo cortante y paso por su lado, tal vez y me pase, pero ella se lo merece. Y hay que admitir que se sintió muy bien hacer eso.