Capítulo 9. Cáliz de Fuego

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Llegamos al laberinto y allí estaba toda la escuela. Dumbledore nos indicó el pasillo por el que debíamos entrar y Alastor le dijo algo a Harry que no alcancé a oír
-Si alguien quiere salir, que lance unas chispas rojas con su varita. Que comience la prueba!- gritó. Todos entraron por sus respectivos caminos, y Harry y yo también entramos
-Harry mira, es Fleur- ella estaba a punto de ser succionada por unas plantas, así que Harry cogió la varita de la rubia y lanzó las chispas al cielo. Seguimos corriendo por los pasillos del laberinto hasta que vimos a Cedric
-Cuidado!- gritó él. Nos dimos la vuelta y vimos a Viktor queriendo lanzar un hechizo contra nosotros
-Expelliarmus!- gritó Harry desarmando a Krum
-Cedric déjalo, está hechizado- dije y hice que bajara su varita. Vimos la copa a lo lejos y empezamos a correr, pero Diggory se cayó con unas raíces, las cuales empezaron a atraparlo
-Ayudadme, por favor!- gritó él
-Debemos ayudarlo- dije corriendo hacia él. Lancé un hechizo hacia las raíces, haciendo que lo dejaran libre
-Gracias Potter- sonreí en señal de que no tenía por qué darlas y seguimos corriendo hacia la copa
-A la de tres la cogemos juntos, vale?- dijo Harry. Cedric y yo asentimos- 1, 2 y 3- cogimos la copa y de repente aparecimos en el cementerio de mis sueños. Cedric cayó al suelo y a Harry lo agarró la estatua de la muerte que había allí en medio
-Es el cementerio de mis sueños- dijimos mi hermano y yo a la vez. Me acerqué a Cedric, pero la voz inconfundible de Peter Pettigrew impidió que me agachara a su lado
-Los Potter, que alegría veros. El innombrable también se alegrará mucho de veros, de hecho, voy a llamarlo- tocó la marca de su brazo y en menos de dos minutos Voldemort apareció ante nosotros
-Vaya, los Potter, que grata sorpresa. Ahora podré deshacerme de ellos como lo hice con Lily y James. Será pan comido, como lo fue con ellos- mi corazón se encogió ante esas palabras, pero no iba a mostrarme débil delante suya
-No me asustas Voldemort- dije sacando mi varita. Miré hacia Cedric y vi como sacaba su varita y se levantaba del suelo. Corrió hacia Voldemort, pero este fue más rápido y sacó también su varita
-Avada Kedavra!- fue lo único que hizo falta para que Cedric soltara un grito de dolor y cayera al suelo, muerto
-Cedric!- grité desgarrándome la garganta. Escuché como Harry se soltó del agarre de la estatua y se acercó a mí
-Los siguientes sois vosotros
-No te tenemos miedo- dijimos los dos a la vez- Expelliarmus!
-Avada Kedavra!- gritó él también. Los dos hechizos estaban conectados, si alguno de los dos rompía la conexión estábamos muertos
-____, mira- me susurró Harry. Observé como de la varita salían las caras de mamá, papá y de Cedric

-Tenéis que romper la conexión, podremos detenerlo unos segundos, eso es lo que tendréis para correr a la copa y salir de aquí- dijo papá

-Estamos orgullosos de vosotros hijos, muy orgullosos- dijo también mamá

-Por favor, llevadle mi cuerpo a mi padre, no me dejéis aquí- dijo Cedric. Asentí ante su petición y miré a Harry
-1, 2 y 3- contó él. Rápidamente rompimos la conexión, cogimos el cuerpo de Cedric y tocamos la copa. Aparecimos de nuevo en Hogwarts, todos nos miraban atentamente
-Cedric...- susurré poniendo mi mano en su pecho. Rompí en llanto al segundo de notar como su corazón ya no latía- Lo siento, no pude protegerte- susurré acariciando su pálida mejilla
-Chicos, qué ha pasado?- preguntó Dumbledore
-Ha vuelto. Voldemort ha vuelto- contestó Harry
-Ha matado a Cedric... no hemos podido hacer nada...- dije con un hilo de voz. Amos apareció ante mis ojos y rompió en llanto también al ver a su hijo muerto. Noté como Harry me daba un fuerte abrazo. Yo me desmoroné en su hombro y lloré desconsoladamente, no he podido proteger a Cedric... por mi culpa ha muerto

Habíamos ganado el Torneo, pero yo no estaba feliz. Cedric había muerto y no me lo perdonaría en la vida
-Hemos perdido a un gran amigo, a un gran alumno y a un gran mago, descansa en paz, Cedric Diggory- terminó de decir Dumbledore. El año en Hogwarts había terminado, mañana volvería con mis tíos y mi primo, aunque menos mal que estoy con Harry
-Hasta mañana pequeña Potter- dijo Ron dándome un fuerte abrazo, el tercero que me da desde que salimos del laberinto
-Hasta mañana Weasley- subí a mi habitación junto a Hermione. Me puse el pijama, me metí en la cama y caí en un profundo sueño

Al día siguiente
-Prometed que recibiremos cartas vuestras todas las semanas- dije a punto de atravesar la pared del andén 9¾, el que nos llevaría de nuevo a Londres
-Lo prometemos- dijeron Ron y Hermione a la vez. Los abracé a los dos y junto a Harry atravesé la pared del andén
-Bueno, pues volvamos a la cruda realidad- dijo mi hermano
-Superaremos el verano juntos- cogí su mano y juntos empezamos a caminar hacia casa de los Dursley, el mismísimo infierno

La hermana de Harry PotterWhere stories live. Discover now