Capítulo 5. Reliquias de la Muerte

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Esa noche era Nochebuena, y era la primera que no pasaba con los Weasley
-Hermione, crees que nuestros padres estarán ahí?- preguntó Harry señalando el cementerio de Godric's Hollow
-Sí, posiblemente sí- respondió ella. Mi hermano entró en el cementerio, seguido de cerca por nosotras dos
-____, ven- me dijo él acercándose hacia una tumba. Me acerqué a él y pude leer los nombres de mis padres escritos en la lápida
-Estarán orgullosos de nosotros?- pregunté al borde del llanto
-Lo están. Sé que lo están- contestó él. Hermione se acercó a nosotros y con la varita hizo que una corona de flores apareciera frente a la lápida. Luego entrelazó su mano con la de Harry
-Feliz Navidad chicos- dijo ella
-Feliz Navidad Herms- respondimos mi hermano y yo a la vez. Unas cuantas lágrimas resbalaron por mis mejillas, pero cuando las fui a quitar vi como una mujer nos observaba desde la iglesia. Y al parecer, Hermione también se dio cuenta, porque fue ella la que nos avisó

Después de ir a la casa de aquella señora, la cual era Nagini, la serpiente de Voldemort, vi la casa en la cual nuestros padres murieron
-Harry mira, allí fue- dije señalándola- Allí fue donde Él los mató- mi hermano corrió hacia aquella casa, al igual que Hermione y yo. Al entrar al salón, vimos un montón de fotos de papá y mamá de jóvenes y de adultos. También había fotos de Remus, Sirius, Peter y mi padre de jóvenes. En algunas también salía mi madre
-Esto es muy triste...- murmuró Harry. Yo subí las escaleras, viendo como a medida que avanzaba iban apareciendo más cuadros con fotos colgados de la pared. Llegué a un rellano en el cual había dos habitaciones. Una tenía la puerta cerrada y la otra la tenía abierta. Entré en la que estaba abierta. Justo en el medio, había una cama matrimonial, con dos mesitas de noche a cada lado. Abrí un cajón del mueble que enfrente estaba y vi una foto de mis padres cogiéndonos a Harry y a mí. Le di la vuelta y vi que tenía una frase escrita

"Felicidades Lily. Te mandé esta foto porque no me dio tiempo de comprarte un regalo, pero sabes que te quiero. Peter Pettigrew"

No lo podía creer. El hombre que los traicionó tuvo el valor de felicitar a mi madre su último cumpleaños. Dejé la foto en su sitio y saqué una cajita y otra foto más. La caja contenía un collar de oro, con dos figuritas que simulaban ser niños cogidos de la mano. Dentro de esta, había un papel muy bien liado

"Felicidades a la mejor amiga que jamás tendré. Gracias por estar siempre ahí y quererme tal y como soy, sin importarte mi problema. Espero que te guste el regalo. Remus Lupin"

Sonreí y volví a guardarlo todo en la caja. Después la coloqué en su sitio y observé bien la foto. Salían mi padre, mi madre, Peter, Remus y Sirius de jóvenes. La giré y leí la frase que había escrita

"Felicidades Lily. Sé que no te mandé ningún regalo, pero ya sabes que se me olvidan las cosas. Iré pronto a veros, tengo ganas de ver a mis ahijados. Sirius Black"

Unas lágrimas resbalaron por mis mejillas al tiempo que guardaba la foto en el cajón. Echaba de menos a Sirius. Echaba de menos a mis padres. Echaba de menos Hogwarts. Echaba de menos a Ron, a Ginny, a Fred, a George, a Arthur y a Molly. Echaba de menos a Hydos. Echaba de menos a Hagrid, a Remus y a Nymphadora. Sólo quería acabar con todo esto de una vez y poder volver a reunirme con mis seres queridos
-Hermanita, entramos en nuestra antigua habitación?- preguntó Harry. Las lágrimas caían por sus ojos a una gran velocidad, pero yo lloraba igual
-Claro, vamos- cerré el cajón y salí de la habitación, cerrando la puerta tras de mí. Hermione abrió la puerta de la otra habitación, dejando ver una cuna muy grande pegada a la pared. Había fotos de Harry y yo riendo, montando en columpio o sentados en el regazo de mamá y de papá. Me acerqué a la cuna y me asomé. Vi las sábanas color amarillo perfectamente colocadas, un osito de peluche puesto en una esquina de esta y un sonajero en otro extremo de la cuna. Me acerqué a la pequeña estantería de la habitación y vi regalos de Sirius y de Remus, junto a unos cuantos peluches de papá y mamá. Lo sabía porque de cada cosa que allí se encontraba colgaba una etiqueta con el nombre de quien lo había colocado allí
-Podríamos llevarnos algo- dijo Harry cogiendo un peluche con el nombre de Sirius en la etiqueta
-Yo sé qué me llevaré- bajé al salón al tiempo que secaba mis lágrimas y cogí una de las fotos en la que salían papá, mamá y Sirius. Luego subí a la habitación de mis padres y cogí el collar que Remus le regaló a mi madre. Me lo puse y bajé de nuevo, saliendo de la casa junto a mi hermano y Hermione, dejando atrás la casa donde mis padres murieron y donde Harry y yo nacimos. Dejando atrás todos los sentimientos de tristeza y rabia. Adentrándonos de lleno en la batalla final

La hermana de Harry PotterWhere stories live. Discover now