Capítulo 9. Órden del Fénix

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Narra Ron
Bajé al gran comedor acompañado de Harry y fruncí el ceño al no ver a la pequeña Potter y a Granger allí
-Que raro que las chicas no estén aquí- murmuró Harry
-Llegarán ahora, supongo- me senté en la mesa con Harry a mi lado y tengo que admitir que se me hizo muy raro que a mi lado no estuviera ____. En frente se sentaron Ginny, Fred y George
-Hoy no vienen vuestras novias?- preguntó Fred, haciendo que las mejillas de Harry y las mías se tiñeran de un rojo tan fuerte como nuestro pelo
-Ginny, sabes por qué no vienen?- pregunté cambiando de tema
-Estuvieron estudiando hasta las seis de la mañana, creo que faltarán a la primera y a la segunda clase- dijo mi hermana pequeña

Narra ____
Terminé de ponerme el uniforme, cogí la varita y los libros y me dirigí a la clase de Historia de la Magia con Hermione. Llegamos al aula y nos sentamos las dos juntas, como en todas las clases
-Abrid el libro por la página 300, por favor- dijo el profesor entrando a la sala- Seguiremos por donde nos quedamos el otro día

Pasadas todas las clases, llegamos al gran comedor y yo me senté junto a Ron

-A partir de ahora, todos los alumnos serán interrogados una vez por semana en el despacho de la suma inquisidora, Dolores Jane Umbridge. Hoy empezaremos por Luna Lovegood, Ron Weasley, ____ Potter y Harry Potter. Vengan a mi despacho en cuanto terminen de comer, por favor

-La odio!- exclamé dando un puñetazo a la mesa
-Tranquila, esa vieja no nos hará nada- dijo Ron abrazándome por los hombros. Mis mejillas se pusieron del color de su pelo mientras una tonta sonrisa aparecía en mi rostro
-Mejor vamos ya, Hermione dile a todos que las clases se posponen una hora- nuestra amiga asintió ante lo que Harry había dicho y junto a Luna empezamos a caminar al despacho de Umbridge

-No piensas decirnos qué estáis tramando? Porque sé que tramáis algo- dijo Umbridge apuntándome con su varita
-No estamos tramando nada- mordí mi labio nerviosa, siempre hacía eso cuando mentía
-Muy bien, pues sufrirás un poco. Crucio- dijo tan tranquila que me heló la sangre. El hechizo dio directamente en mi pecho, provocando un dolor insoportable. Empecé a gritar debido al dolor y noté como mis ojos se llenaban de lágrimas

"Tienes que matarla ____, conoces la maldición. Sólo hazlo"

Esa frase resonaba una y otra vez en mi cabeza mientras mis gritos se volvían más fuertes. Miré a mis amigos y hermano buscando ayuda, pero sólo pude ver los húmedos ojos de Ron y la pálida cara de Harry. Al cabo de unos segundos, que para mí fueron como horas, el dolor se fue
-Os podéis ir- dijo Umbridge. Pero yo no podía moverme, no podía reaccionar. Esa voz resonaba una y otra vez en mi cabeza
-Hey pequeña, todo ha terminado. Vamos- dijo Ron tendiéndome la mano. La cogí y me levanté de la silla, saliendo del despacho de Umbridge
-Ron... para- mi mejor amigo paró en seco y se giró a verme. Las lágrimas empapaban mis mejillas y los sollozos empezaban a hacerse notorios en el pasillo
-Hey, no llores, no me gusta ver a la chica más hermosa de Hogwarts llorar- me aferré al cuerpo de Ron mientras él acariciaba mi espalda. Aquella voz tan fría se había ido de mi cabeza, pero aún recordaba aquellas palabras perfectamente. Mis lágrimas mojaban la túnica del pelirrojo y mis sollozos inundaban el pasillo

Al cabo de un rato aferrada a Ron, me separé poco a poco de él
-Pequeña, estás bien?- dijo Harry acercándose a mí
-No lo sé...- suspiré y Harry me dio un abrazo
-Quieres hablar?- asentí- Ron, nos vemos en la Sala de los Menesteres, no tardaremos- Weasley asintió y se fue a buscar a Hermione a la sala común. Mi hermano me dirigió al lago, pues ahora estaría muy tranquilo. Nos sentamos en el césped y Harry pasó su brazo por mis hombros
-Siento mucho no haber podido protegerte de Umbridge...- dijo él apenado
-No es tu culpa Harry, no te culpes como siempre haces- él asintió y me miró
-Por qué llorabas antes?- preguntó acariciando mi brazo con su mano
-Cuando Umbridge me lanzó el Crucio, escuché una voz en mi cabeza- la cara de mi hermano empalideció enseguida
-Q... qué te decía la voz?
-"Tienes que matarla ____, conoces la maldición. Sólo hazlo"
-Tenemos que ir con Dumbledore- dijo él tendiéndome su mano. La cogí y me levanté del césped

Entramos al despacho de Dumbledore al escuchar que nos daba permiso para ingresar
-Os preocupa algo?- preguntó él sentándose en su escritorio
-Verá señor, mi hermana ha escuchado una voz en su cabeza hace un rato- dijo Harry mirando con preocupación al mago
-Qué le decía la voz?- preguntó sin perder su tranquilidad
-"Tienes que matarla ____, conoces la maldición. Sólo hazlo"- contestó Harry por mí
-Alguno de los dos ha tenido alguna visión extraña?- preguntó Dumbledore tranquilo. Los dos negamos y el mago nos miró con una pequeña sonrisa- Si soñáis algo raro, por muy insignificante que parezca, me lo comunicáis de inmediato, de acuerdo?
-Sí profesor- dijimos Harry y yo a la vez
-Ahora id a cenar y a dormir. Buenas noches
-Buenas noches- murmuré antes de salir del despacho

Mi hermano y yo entramos al gran comedor después de la clase en la Sala de los Menesteres. La verdad es que todos progresan positivamente, aunque hoy era la última reunión antes de Navidad. Todas las miradas se posaron en nosotros. Seguro que se habían enterado del Crucio que Umbridge me había lanzado, pero al parecer ningún profesor estaba al tanto de ello
-____!- gritó Ron levantándose de su asiento. Corrí hacia él y le abracé. En este momento me daba igual que todos nos estuvieran mirando
-Estaba preocupado por ti- dijo el pelirrojo sin romper nuestro abrazo
-Estoy bien Ron- él se separó de mí y se volvió a sentar en su sitio, dando palmaditas a su lado para que me sentara

Hermione y yo nos volvimos a tirar seis horas estudiando, aunque esta vez terminamos a las cuatro de la mañana. Dejé los libros en el escritorio y me puse el pijama
-Hasta mañana Hermione- dije metiéndome en la cama y tapándome con las mantas
-Hasta mañana ____- fue lo último que escuché antes de caer en un profundo sueño

Estaba en una sala que había visto antes. El señor Weasley estaba tirado en el suelo, y era como si yo estuviera pegándole. La habitación era muy oscura, pero había un poco de luz que salía de una varita

Me desperté sobresaltada y me levanté de la cama. Moví repetidas veces a Hermione hasta que ella despertó
-Qué ocurre? Sólo son las seis de la mañana
-Tenemos que ir con Dumbledore- nos pusimos el uniforme rápidamente y salimos de la habitación con rumbo al despacho de Dumbledore

Al llegar, vimos que Harry estaba allí con Ron y Mcgonagall
-Profesor!- exclamé- Le ha pasado algo al señor Weasley
-Tú también lo has soñado?- preguntó Harry. Asentí poniéndome a su lado
-Esto llega antes de lo que me esperaba. Severus, no podemos esperar más, ni siquiera podemos esperar a que amanezca. Hazlo ya- Snape asintió y nos llevó escaleras abajo, bajo la atenta mirada de todos los Weasley- Dile a la señora Weasley que sus hijos van para allá- le dijo Dumbledore a uno de sus cuadros. Llegamos al aula de Pociones y Snape nos sentó en dos sillas
-Aprenderéis Oclumancia. Es una habilidad para que el Innombrable no pueda leer vuestros pensamientos. Yo intentaré meterme en vuestras mentes y vosotros tenéis que intentar que eso no pase- Harry y yo asentimos y Snape empezó con su encantamiento

-Harry, es cuestión de concentración. Llevamos aquí más de cuatro horas y tu hermana ya lo domina a la perfección- dijo Snape cansado
-Lo sé profesor, pero me cuesta mucho
-____, tú ya puedes irte con los Weasley. Diles que te ayuden a practicar- dijo Snape
-Y qué pasa con Harry? No quiero dejarle solo- miré a mi hermano, quien sudaba debido al nerviosismo
-No pasa nada, estaré allí cuando menos te lo esperes- sonreí, le abracé y salí del aula directa a mi habitación

La hermana de Harry PotterDonde viven las historias. Descúbrelo ahora