La hermana de Harry Potter

Capítulo 8. Príncipe Mestizo

Dumbledore, Harry y yo llegamos de aquella extraña cueva con el Horrocrux
-Profesor Dumbledore, tenemos que ir a la enfermería. Allí podrán ayudarlo...- dije ayudándolo a caminar
-No... llamad al profesor Snape. Que nadie os vea- dijo él apoyándose en una barandilla. Cuando íbamos a bajar, unos pasos resonaron por toda la Torre de Astronomía- Escondeos debajo de las escaleras. No hagáis ruido y no os mováis- Harry y yo asentimos y nos escondimos bajo las escaleras

-Muy bien Draco...- dijo Bellatrix apareciendo detrás de Malfoy. Llevaba a Cris agarrada del cuello
-Suéltala... por favor... haré lo que quieras... pero suéltala- suplicó Draco. Cris estaba a punto de romper a llorar
-Draco... sé que te dije que no te necesitaba... pero te necesito... necesito que me protejas...- murmuró Cristina
-Cállate!- gritó Bellatrix intensificando el agarre en el cuello de la pequeña Malfoy- Hazlo Draco
-No!- grito Severus apareciendo en escena- Él no puede hacerlo
-Severus... por favor- suplicó Dumbledore
-Avada Kedavra- dijo Snape. El hechizo dio directamente en el pecho de Dumbledore, haciendo que cayera hacia el jardín. Harry y yo bajamos corriendo y llegamos al jardín, en el que estaba todo Hogwarts. Mi hermano y yo nos abrimos paso entre la multitud y vimos el cuerpo de Dumbledore tirado en el suelo. Me tiré a su lado en el suelo, igual que hizo Harry
-____...- murmuró Ron arrodillándose a mi lado. Él me abrazó y yo lloré en su hombro, al igual que hizo Harry en el hombro de Hermione. Los demás tenían sus varitas levantadas, y de ellas salía luz. Un rayo de luz en medio de toda esta oscuridad

Al día siguiente, Harry y yo entramos por última vez al despacho de Dumbledore. Era muy triste ver su silla vacía y todo intacto en su escritorio
-Sabes? Voy a pedirle a Hermione que salga conmigo- dijo Harry abriendo la puerta del despacho
-Al fin hermanito- reí pasando un brazo por su cintura- Te acompaño si quieres
-Creo que alguien te busca- dijo él señalando a Ron, quien venía corriendo por el pasillo
-Puedo hablar contigo?- preguntó el pelirrojo mirándome
-Claro, luego nos vemos Harry- me despedí de mi hermano y me dirigí con Ron a un lugar en el que no hubiera nadie- Dime, qué querías?- pregunté sonriendo. Él se pasó la mano por el pelo y suspiró, notablemente nervioso
-Verás... es que... hace tiempo que quería decirte esto y... no sé cómo hacerlo...
-Tranquilo Ron- dije poniendo mis manos en sus hombros
-Vale, lo soltaré así sin más. Estoy enamorado de ti. Desde primer curso y... quería que lo supieras
-Sabes? Yo también estoy enamorada de ti- él sonrió de oreja a oreja
-Entonces... quieres ser mi novia?
-Quiero ser tu novia- su sonrisa se amplió aún más. Segundos después, sus labios se posaron en los míos y empezaron a moverse con lentitud. Fue, seguramente, el mejor que daré en mi vida

Estábamos en un compartimento del expreso de Hogwarts. Harry tenía su brazo pasado por los hombros de Hermione, al igual que Ron hacía conmigo
-Ron, como le hagas daño a mi hermanita estás muerto, me has entendido?- preguntó Harry con tono amenazador, pero con una pequeña sonrisa en su cara
-Descuida, la cuidaré con mi propia vida- dijo Ron haciéndome sonrojar
-Harry, lo mismo te digo con Hermione- le amenacé sonriendo
-Jamás le haría daño a mi novia- Hermione se sonrojó, provocando la risa de Harry. Puede que al final, después de todo, el resto de año no sea tan malo