La hermana de Harry Potter

Capítulo 2. Reliquias de la Muerte

Fui la primera en levantarme al día siguiente. Fui a la cocina y encontré a Kreacher haciendo sus tareas diarias
-Buenos días Kreacher- dije sentándome en la mesa
-Buenos días ____, qué tal ha dormido?- preguntó él. Y sí, por si os lo preguntáis, soy la única que se lleva bien con el elfo
-He dormido muy bien. Ah, toma, esto es para ti. Sirius me lo dio antes de... ya sabes- le entregué un calcetín que por supuesto no me había dado Sirius, pero si le decía la verdad no se iría
-Soy libre?- preguntó emocionado
-Eres libre. Ahora puedes hacer lo que quieras- sonreí, pero antes de que él pudiera decir algo, mis amigos aparecieron por la puerta
-Kreacher, sabes quién podría tener el verdadero Guardapelo?- preguntó Harry mostrándole el falso
-Mundungus Fletcher vino una noche y robó cosas, entre ellas el verdadero Guardapelo
-Y lo sigue teniendo él?- preguntó esta vez Hermione
-Vino aquí una noche a pedir perdón y dijo que se lo había vendido a Dolores Umbridge
-Tenemos que colarnos en el Ministerio y recuperarlo- dije levantándome de la mesa- Muchas gracias Kreacher

Harry, Ron, Hermione y yo llegamos al Ministerio convertidos en cuatro personas que trabajaban allí
-Harry y ____, vosotros id al despacho de Umbridge. Ron y yo nos encargaremos de distraer a la gente- dijo Hermione
-Tened cuidado- dije abrazándolos
-Vosotros también- se despidió Ron. Harry y yo llegamos al despacho de Dolores y buscamos en todos los cajones, hasta que di con él
-Harry, lo tengo, vámonos- él asintió y empezamos a caminar hacia la salida, en la cual nos encontraríamos con Ron y Hermione
-____, vuelves a ser tú- dijo él mirándome
-Tú también- dije. De un momento a otro, la seguridad del Ministerio empezó a perseguirnos. A lo lejos visualicé a Hermione y a Ron, también volvían a ser ellos- Chicos! Corred!- grité sin parar de correr. Los cuatro nos colamos por una chimenea, siendo transportados por Hermione a un bosque
-____! Ayúdame!- gritó Hermione. Me acerqué a ella y vi que Ron tenía una enorme herida en el brazo
-Qué hago?!- exclamé tirándome al lado del pelirrojo
-Harry, dame el Díctamo de mi bolso!- dijo ella. Mi hermano sacó un botecito del bolso y se lo dio a Hermione. Ella echó un poco en el brazo de Ron y luego se levantó del suelo
-__...____- murmuró Ron. Cogí su mano y acaricié su pelo
-Estoy aquí- dije antes de besar sus labios- Harry, puedes montar la tienda mientras Hermione y yo hacemos los hechizos de protección?
-Claro, pero de dónde saco una tienda?
-Del bolso de Hermione- él asintió y empezó a montar la tienda. Yo me acerqué a Hermione y juntas hicimos los hechizos

Al día siguiente, intentamos destruir el Guardapelo, pero nada había funcionado
-Llevaremos el Guardapelo por turnos hasta que sepamos cómo destruirlo- dijo Harry- Lo llevaré yo primero
-Estaré dentro con Ron- dije levantándome del suelo
-Dile que apague la radio, me pone de los nervios- se quejó mi hermano
-No puedo, le tranquiliza
-Y qué espera? Escuchar buenas noticias?- preguntó él
-Lo único que espera es no escuchar malas noticias- dijo Hermione
-Cuándo podrá moverse?- preguntó Harry de nuevo
-Hermione y yo hacemos todo lo que podemos- dije mirándolo
-Pues no es suficiente!- gritó levantándose del suelo
-Harry, dame el Guardapelo- le pidió Hermione. Él se lo dio, ella se lo puso y después le abrazó- Todo se arreglará- los dejé solos y entré con Ron, el cual ya estaba dormido. Apagué la radio y me tumbé a su lado
-Todo saldrá bien, volverás a ver a tu familia- susurré acariciando su pelo. Después de un rato, conseguí quedarme dormida. Me desperté cuando ya estaba anocheciendo. Hermione y Harry estaban descansando en un rincón, así que decidí salir un rato. Me volví a sentar en el suelo y miré hacia el cielo- Mamá, te necesito...- murmuré rompiendo en un silencioso llanto