39. The Devil

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P.O.V Justin

Continuación...

-Espera, espera, ¿cuanto tienes de embarazo?-. Pregunté confundido. Hace un poco más de cuatro meses que lo hicimos por última vez y su abdomen aún era plano.

Tenía un top que llegaba un poco más arriba del ombligo y di estaba embarazada lo máximo que tendría serían cuatro meses y no tiene ningún bulto.

-No quiero discutir mi embarazado en el pasillo de este hospital y con ella escuchando nuestra conversación-. Señaló a Selena con odio.

Esforzándome en calmarme un poco suspiré.

-Podemos pasar a mi oficina pero si yo quiero que ella esté presente lo va a estar-. Solo volteo los ojos y camino hacia su oficina haciendo a sus tacones de aguja resonar.

Con la mano de Selena todavía entrelazada con la mía comencé a caminar hacia a mi oficina pero ella no me siguió el paso. Me giré con miedo hacia a ella. Me había olvidado completamente de ella y como se sentía con todo está situación.

-¿Sel?-. Mi voz me falló un poco.

-Tu ve solo Justin, te prometo que te espero en mi oficina, tienes que arreglar esto, yo ocupo pensar y ordenar mis pensamientos-. Me sonrío pero esta vez se sentía falso. Toda la felicidad que habíamos sentido había sido destruída por este noticia.

-Sel, por favor lo vamos a solucionar, este bebe no es mío-. Rogué y casi quería arrodillarme a ella y que Stella se fuera al demonio.

-Justin, tienes que ir con ella, te esperare-. Me aseguró mientras acariciaba mi rostro.

-¿Pero no me van a dejar, verdad?-. Me odie por sonar tan inseguro pero el que Sel me dejara con todo y nuestros bebes me pondría loco.

Dio un beso en mi mejilla y camino hacia su oficina.

-Ahora si, podemos hablar-. Le dije a Stella ya que me encontraba con ella. Puse el escritorio de barrera para que no pudiera acercarse a mi.

-¿Que más quieres hablar? Estoy embarazada, tienes que hacerte cargo-. Se encogió de hombros. Tomo un sobre de su bolso y me lo entregó.

Empecé a leer todo y efectivamente estaba embarazada pero mis sospechas eran ciertas, apenas tenía 9 semanas de embarazo.

Así que ese bebe no es mío.

-Gracioso, pero debes ir con el papa verdadero y pedirle que se haga cargo, esto no es mi responsabilidad-. Dije tranquilamente mientras de nuevo le pase el sobre. Cruce mis brazos y sonreí para mí mismo.

-¡Claro que es tu hijo y lo vas a reconocer como tuyo!-. Comenzó a elevar la voz y me sorprendió lo mucho que había cambiado desde que me enamore de ella. Ahora me dan escalofríos pensar que yo alguna vez la ame.

True Love Never Dies | JelenaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora