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Caminaba por los pasillos del nuevo instituto donde me habían inscrito, había pasado una semana desde que decidimos mudarnos a Forks un pueblito algo alejado de la gran civilización, dónde todos eran hijos de riquillos.

Una manera fácil de ocultar todo.

—  Lo siento. — se disculpa una chica de cabello rojo y ojos verdes, pero de aspecto rebelde.

Había echo que mis libros cayeran al suelo, y no sabía en qué momento.

— No es nada. — digo, pero aún así el me ayuda a recoger las cosas.

— ¿Eres la chica que acaban de transferir? — pregunta.

— Si. — ella sonríe y extiende su mano para que la estreche.

— Me llamo Tina Dawson.

— Yo soy Grace Larusso. — doy mi primer apellido que es el más seguro — ¿Sabes dónde queda el aula de música?

— ¡Genial tenemos la misma clase! — dice alegre — Ven, sígueme.

Hago lo que ella pide. Miro a mis alrededores un tanto cohibida de la mirada de algunas personas.

Aula 357. Era lo que estaba en letras grandes en la puerta frente a mi.

— Las nuevas primero. — dice ella dándome paso. 

Entro y él profesor guarda silencio, al igual que los demás estudiantes.

— ¿La chica nueva? — pregunta.

Asiento.

>> ¡Oh! Bueno preséntate.

Con los nervios a flor de piel, me pongo frente a todos, analizando la situación en la que me encontraba.

— He... Me llamo Grace Larusso, soy Británica, y soy nueva. — atropelle cada palabra y ganándome algunas risitas.

— Toma asiento Grace.

Mire todas las sillas esparcida por todo el lugar en un increíble desorden.

Me senté en la del fondo, con Tina a mi lado.

— No fue tan malo. — comenta y simplemente quiero alejarme de todos.

— Señorita Larusso ¿Sabe tocar algún instrumento? — pregunta captando la atención de algunos.

— Hmmm algo de Piano, guitarra y Tenor saxo. — respondí.

— ¿Algo? Ustedes los británicos dicen que algo cuando en realidad es "demasiado". — abre sus brazos exageradamente.

— Verdad, por eso tú acento es algo gracioso. — ríe suavemente Tina.

Giro los ojos, eso siempre lo decían.

— Bueno chicos. — da un aplauso captando la atención — Ya se acerca diciembre, por ello tenemos que ensayar fuertemente para la presentación anual que se hace... — se oyen varias quejas — Silencio... Cómo venía diciendo... — es interrumpido por un chico de ropas negras de cuero, aspecto motociclista.

Me encogí en el puesto al saber quien era. Con el folder que tenía en mis manos cubrir la mitad de mi cara, de la nariz para abajo para que no me reconociera.

— ¿Otra vez llegando tarde Nathan? — simplemente lo mira sin expresión alguna— Bueno sería un gusto si se... — la frase queda al aire cuando ve  que él no tenía la más mínima intensión de hacerlo, Ya que se había sentado en los puestos del otro lado del salón — Creo que tendré problemas con usted de nuevo.

Hija De NarcotraficantesWhere stories live. Discover now