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Soundtrack: please don't go.

Fue un alivio salir afuera. Los recuerdos sobrevolaban mi cabeza como una nube venenosa pero las prístinas laderas blancas los espantaban – de momento.

Todo resplandecía. Si me concentraba, podía contar cada ojuela de pino, cada fruto, cada copo de nieve, mi percepción estaba tan clara. Hoy las montañas no me asustaban, sino que me llenaban de júbilo. Tomé prestado el traje para la nieve de Karla, el cual me hacía ver como una bola, pero Nathan parecía creer que me veía bonita.

— ¿A las pistas infantiles?— pregunté, resoplando como un dragón.

— No, demasiada gente. — protegiendo sus ojos, estudió la montaña, dándome la oportunidad de apreciar cuán largo y peligroso lucía en su ceñido traje de esquí azul marino, como un tiburón sobre las pistas. Al pescarme admirándolo, me esbozó una sonrisa y movió las cejas a modo de burla. — ¿Te gusta lo que ves?

Le di un codazo. — ¡Cállate! Realmente necesitas trabajar en eso de la humildad.

Se rió. — Lo haré, si tú prometes enseñarme.

— Creo que eres una causa perdida.

Eso le provocó aún más diversión. Cuando finalmente dejó de reirse, me abrazó hacia su lado.

— Entonces, Grace, ¿Estás lista? Porque vamos a subir. Hay un lugar tranquilo. Iba a llevarte allí el día que nos dispararon en el bosque, pero creo que es aún mejor en invierno. Tomaremos el teleférico hacia arriba y bajaremos caminando.

La cima de la montaña estaba mucho más tranquila que en los fines de semana. José no estaba en su puesto de modo que no pude detenerme por una rosquilla y charlar como usualmente lo hacía. Nathan me condujo lejos de las ajetreadas pistas en dirección al bosque.

— ¿Es esta una buena idea? Ya sabes lo que sucedió la última vez que entramos al bosque.

Con un brazo colocado sobre mis hombros, me frotó la parte superior del brazo tranquilizándome. — Mamá y papá están manteniendo la barrera alrededor de todo el lugar. Mis Hermanos están en alerta. Deberíamos estar bien.

— ¿Una barrera mental?

— Seeh, envía a la gente lejos, les hace creer que se dejaron las luces encendidas o que tienen que encontrarse con alguien en el pueblo. Lo cual me recuerda: ¿Cómo es que atravesaste la nuestra anoche?

Me encogí de hombros. --- La sentí pero estaba demasiado desesperada como para que me importara.

— No deberías haber sido capaz de hacer eso. Es por eso que Jude y Kyle estaban tan suspicaces de que te nos aparecieras de la nada.

— Tal vez esta barrera no es tan poderosa como a ustedes les gusta pensar que es.

— Tal vez eres más fuerte de lo que crees. Tendremos que averiguarlo.

— Por favor, no en este instante.

No quería tener nada más que ver con los Savants, sus poderes eran demasiado extraños.

— No, ahora no. Esta es hora de divertirse.

Nos abrimos paso a cielo abierto y el suelo se alejaba a una velocidad asombrosa, suavemente curvándose como una J. Los picos al otro lado del valle formaban torres en el horizonte cual audiencia de gigantes viniendo a presenciar el espectáculo.

— Wow.

— Genial, ¿No es cierto? No muchos vienen hasta aquí porque no conduce a ninguna parte, pero me gusta. Puedes hacer algo de deporte extremo con la tabla sin los molestos esquiadores como mi hermano metiéndosete en el camino.

Hija De NarcotraficantesWhere stories live. Discover now