Capítulo 2 ; La cita.

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Bajó cerca de la parada del centro comercial, Jisung se sorprendió por lo nervioso que estaba. No era la primera vez que quedaba con alguien que apenas conocía, por no decir que era un chico y no una chica. No entendía el por qué de aquel nerviosismo. ¿Tal vez le gustaba su mayor? Lo había hablado con Felix, pero seguía sin estar seguro. Nunca le había gustado un chico, además, aunque así fuese. ¿Él le gustaría al mayor?  Sin darle más vueltas, empezó a andar hacia la cafetería, no quería llegar tarde la primera vez que se veían. Jisung estaba trabajando en lo de ser puntual.

Tras andar unos diez minutos, alcanzo a ver al mayor. Llevaba una sudadera negra con letras blancas en los brazos, unos pantalones negros rotos y lo que parecían sus inseparables vans altas. Parecía algo perdido, con la mirada al frente (posiblemente en busca del menor) y el pelo revuelto por la brisa. Jisung se preguntó a sí mismo cómo aquel chico le parecía tan precioso incluso sin hacer nada para lograrlo, como si tuviese magnetismo. Se acercó, colocándose de forma inconsciente el pelo bien, mostrando una gran sonrisa.

-- ¡Hyung! Espero no haber llegado tarde. -Colocó la mano tras su cabeza, toqueteándose la nuca para evitar parecer nervioso, aunque el efecto consiguió contrario, Jisung no pareció darse cuenta.-

-- No te preocupes, Jisungie. Llegué hace cinco minutos, tampoco he esperado demasiado. -Le guiñó el ojo mientras reía. En realidad Minho había llegado dos minutos antes que el menor, pero le pareció adorable verlo nervioso.- ¿Entramos ya?

Jisung asintió y entró antes que él, Minho estaba aguantando la puerta para que el menor pasase. La cafetería no era muy grande, tal vez por eso le gustaba. El ambiente era cálido y familiar. La dueña del bar, una viejecita agradable y cariñosa, le recordaba a su abuela (que vivía a las afueras de la capital) y eso le hacía sentirse bien allí. Por eso había llevado a Minho, si querían conocerse este era el mejor lugar. Se giró para señalarle al mayor una de las mesas que estaban cerca de las ventanas, siempre se sentaba en una de esas mesas. Normalmente cuando venía sólo, aprovechaba el silencio de esa esquina para leer o pensar en sus cosas sin que nadie le molestase.

Una vez sentados, pidieron cada uno un café con leche y unas galletas de las que horneaba la dueña. Jisung creía que se trataban de las más ricas de toda Corea, tal vez del mundo.

-- Minho hyung, tengo una pregunta para ti. ¿Por qué amas el baile? -La curiosidad que sentía le hizo ser algo brusco, sonrojándose cuando vio la cara del mayor, con los ojos muy abiertos.- C-Claro si no es molestia...

-- No, no. Simplemente me has sorprendido. ¿Por qué lo amo, eh? Supongo que es la libertad que me produce hacerlo, la música envolviéndome. Como si fuésemos uno. Creo que no tengo palabras para explicarlo.. No sé vivir sin hacerlo. -Jisung observó como Minho hablaba sobre bailar y comprendió que él estaba haciendo algo mal. Sabía como el mayor se sentía, lo entendía.- Igual piensas que estoy loco.

-- Te entiendo. Pero...- Se calló de golpe. Nunca le había contado a nadie su sueño real. ¿Por qué lo haría con el mayor?

-- ¿Pero? Jisungie, ¿ocurre algo? -Su voz  se tornó preocupada.-

-- Nunca se lo he contado a nadie, pero tampoco creo que sea algo malo. Amo rapear, componer. La música es mi vida también. Pero... ya sabes, mis padres no me apoyan.Ellos quieren un trabajo, ya sabes, respetable. - Su estómago paro de revolucionarse y sintió paz. Tranquilidad al haberlo dicho en alto. Una sonrisa se plantó sobre sus labios.-

-- Wow, Jisung. Es algo asombroso... ¿Por qué no lo has hablado con Bin o Felix? Sé que no nos conocemos lo suficiente y que tal vez la cague opinando. Pero lucha por ello, al principio será difícil y querrás rendirte. Pero si realmente es tu vida, hazlo. -Paró de hablar; Jisung no se esperaba aquellas palabras del chico, no sabría cómo se lo agradecería.- Yo te apoyaré, ¿va?

Jisung tuvo que evitar el primer impulso de abrazarle. Sonreía hasta con los ojos, y no sabía cómo agradecerle que lo escuchase. Siguieron hablando sobre el futuro, riéndose como dos idiotas cuando se imaginaban trabajando para una discografía. ''¿Aquello sería posible?'' se preguntó antes de quedarse ensimismado con la sonrisa de Minho; los ojos se le hacían pequeños y arrugaba un poco la nariz. No podría ser más adorable.

Después de pasar un par de horas hablando, tomaron la decisión de levantarse e ir a dar una vuelta. 

Las calles de Seúl tenían algo especial a ciertas horas que no sólo dependía de la compañía, aunque ayudase en cierta medida.  Las pequeñas tiendas, las calles algo vacías (nunca del todo), los olores de los puestos de comida... Pero sobre todo, como caía la luz sobre la ciudad, los atardeceres eran increíbles. Minho empezó a hablarle, consiguiendo despertarlo de aquella ensoñación.

-- Wow, he de admitir que eres realmente bueno eligiendo lugares...-Desconocía por qué el mayor le sonreía de aquella forma, pero la sensación que le transmitía le tranquilizaba.-

-- Hyung, no es para tanto... Digamos que es una de mis zonas favoritas. El ambiente es agradable y no tienes que preocuparte por los coches. -Lo último lo dijo riéndose, era propenso a ser atropellado, aunque por suerte nunca le había ocurrido, y las calles peatonales eran su salvación.-

-- ¿En nuestra primera cita me llevas a tus lugares favoritos? Tu novia se enfadará, Jisungie. -Le dijo, bromeando. La cara del menor se puso como un tomate, ¿acababa de decir cita? -

-- Pero, hyung... No tengo novia. He roto con ella...- Jisung iba a continuar pero sintió una mano entrelazándose con la suya, mientras el mayor le sonreía. Una oleada de calor subió por el cuerpo del chico, ¿por qué no quería apartarse? Aunque en otro momento le pareciese imposible admitirlo, Felix tenía razón. Aquel el chico le gustaba.

-- Entonces podré robarte más tiempo, ¿no?

En ese momento Jisung no supo qué decir, pero creía que su sonrisa lo diría por él. La compañía del mayor era algo que necesitaría más a menudo.

¿Significaría esto qué le gustaba a Minho?

Pov Minho

Minho había pasado una de las mejores tardes de su vida con Jisung. No era la primera vez que salía con alguien más joven, pero siempre eran más infantiles o tenía que ser él el que elegía el plan. Y sinceramente, le encantaban las sorpresas. Por eso la tarde había sido tan maravillosa; primero la cafetería, pequeña y agradable, no un Starbucks abarrotado de gente sacándose fotos y gritando. Un lugar tranquilo para conversar, conocerse. Pero lo que realmente llegó al mayor fue la ruta por el mercado.

No es que nunca hubiese ido a uno, ni mucho menos, iba a comprar prácticamente todos los días y lo conocía como la palma de su mano. La diferencia era pasear por él, sin prisas. Cuando tomó la mano del chico se dió cuenta de que él no se lo esperaba, y se puso algo nervioso. ¿Lo había estropeado todo? No era muy hábil con estas cosas y posiblemente ese impulso podría asustar al más joven. Cuando se giró buscando la mirada del chico, esperándose una mala cara, se encontró una sonrisa tierna. Cómo si fuese la primera vez que alguien lo tomaba de la mano.

¿El pequeño sabía lo bonito que era?

-- Hyung....tengo una pregunta. -Minho se quedó quieto de forma inconsciente, moviendo la cabeza para indicarle al menor que le preguntase lo que quisiese.- ¿T- te gustan los chicos?

-- Sí, me gustan. Nunca me he sentido atraído hacia las mujeres, mh. ¿Por qué? -El corazón de Minho pegó un salto, ahora era él el que estaba nervioso. Incluso algo sonrojado.-

-- Oh...-Jisung volvió a mostrarle su sonrisa, antes de depositar un beso en la mejilla del mayor, comenzando a andar de nuevo. El mayor empezó a andar tras él, intentando mantener la compostura.

Definitivamente el menor era asombroso.

• Where do we go from here? •  MinSungWhere stories live. Discover now