Capitulo 11

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-¡Muevan el trasero trío de nenas!-nos exclamó el entrenador en cuanto pasó a nuestro lado y se dio cuenta que no estábamos corriendo-Justin, Patrick y Josh si no se mueven en este instante se quedaran después del entrenamiento dando treinta vueltas al campo de juego-gritó y yo suspiré.

Nosotros tres eramos los sobrevivientes del día de ayer.Patrick más que Josh y yo, él se había puesto totalmente ebrio la noche anterior y hoy estaba con una resaca horrible, Josh estaba casi igual pero no parecían tan muerto viviente como Pat, y yo estaba con mi pequeño dolor de cabeza que hacía presencia cada vez que yo corría o hacía fuerza.

El entrenador no se había dado cuenta de nuestro estado, ni si quiera sospechaba que habíamos salido y era mejor así, porque o si no él podría cumplir su palabra y nos iba a sacar del siguiente juego. 

Para todos aquello sería nuestra perdición, todos amábamos jugar y el fútbol como condenados y no estábamos dispuesto a perderle así como así. Por lo que debías resignarnos y hacer caso al coach. 

Cuando el entrenamiento terminó, juro ver a Patrick saltar de la alegría, juro que vi aquello. Todos nos dirigíamos a las duchas algo derrotados y muertos, por lo menos estaba la esperanza de que mañana era sábado y no teníamos entrenamiento ni clases y eso nos hacía movernos hacia allá, porque o si no, no sabía como es que estaríamos moviéndonos.

-si no obtengo una buena calificación en el próximo examen de la señorita Spencer no aprobaré-suspiró Josh-maldito hijo de puta Justin-me molesto y yo le pegué en el hombro

-eh cuidado con Pattie-habló Ryan defendiendo a mi madre-ella no ha hecho nada-carcajeó

-sólo un hijo con suerte-murmuró Pat-siempre ando diciendo la verdad, no sé porqué hoy no lo hice-negó con la cabeza

-ven chicos siempre hay que ser honestos-dije con una sonrisa y fui el primero en entrar a las duchas

-mira quien habla ¡la honestidad en persona!-exclamó Dave y le lancé el jabón más próximo que tenía a mi. todos rieron incluyéndome.

Luego de que todos saliéramos de las duchas, estuvimos vistiéndonos y conversando

-joder como me duele la cabeza-murmuró Patrick

-creo que te he oído decir eso como cincuenta veces en el día-dijo Dave a su lado

-pero es que me duele cabrón-volvió a decir Pat y se apoyó sobre los casilleros

-el único cabrón aquí es Marcus, Pat-murmuré gracioso y todos rieron-eso debería ser un insulto hombre, ten cuidado

-uh es cierto-me respondió Pat-hoy lo oí hablar de lo fabuloso que era tener su lamborguini rojo-dijo eso con una voz graciosa-estoy seguro que ese idiota hizo un pacto con el diablo por eso tiene semejante maravilla

-es cierto-gruñí y abrí mi casillero para sacar mi chaqueta de ahí-sería un viaje directamente al infierno hacerle lo que le hicimos a su precioso Audi-dije y no oí respuesta. Solo hubo un gran silencio que me sorprendido ya que bueno, estos chicos nunca paraban de hablar, eran como pájaros molestos en los oídos siempre.

Me di media vuelta para ver que había sucedido y me encontré con al intensa mirada de alguien que nunca imagine que vendría hasta aquí: Marcus

¿Qué hacía allí?

-¿así que ustedes y más precisamente tú, destruyeron mi auto?-miró a todos y luego a mí-podría denunciarlos con la policía por vandalismo cabrones-dijo esto y yo alcé una ceja. Como odiaba su presencia, como odiaba que él estuviera a dos metros de mi, lo odiaba a él.

Devuelveme a mi chicaWhere stories live. Discover now