PROHIBIDO | Lesbian © (TERMINADA)

#26 Libertinaje

Rose's POV

Escucho algo de música mientras espero a mi padre y hermano, estoy tirada en el sofá de cuero con una lista de reproducción de Guns N' Roses, ultimamente todas las canciones que escucho me recuerdan a ella.

Pero hace 30 minutos aproximadamente mientras sonaba una de las canciones más románticas que conozco no pude evitar dedicársela.

Creo que enviar una buena canción a la persona que te gusta es un gran riesgo, porque pasa inmediatamente a ser ella quien determina lo que te haga sentir.

Pero es un buen riesgo, Skyler merece la letra de una canción tan buena.

— ¿Que me trates como mayordomo hace parte de las consecuencias de estar saliendo con la hija de un millonario? — aparece Delegado en la sala de mi casa con guantes y elementos de limpieza.

— No estamos saliendo. — puntualizo, él pone los ojos en blanco.

— Si tu padre se queda a dormir hoy me quedaré en la calle — dice Delgado con algo de pesar, metiendo un montón de papeles y basura en las bolsas.

— Tu solo finge que eres jardinero o lo que sea, que lo haces porque me debes un favor y si papá se queda esta noche pues te meteré en mi cuarto a escondidas, mira que es fácil — explico sin mucho afán.

— Suena bien, pero no dormiré en tu cama, a mi no me va eso.

Nos reímos.

Escucho que suena el timbre de la casa, debe ser mi hermano y padre, voy hasta la puerta y abro, sorpresivamente es Skyler con una sonrisa de suficiencia.

— ¿Que... Que haces aquí? — pregunto un poco nerviosa — Quiero decir, me dijiste que ibas a estar ocupada con tu madre...

— Esa canción era hermosa — dice entrando a mi casa y cerrando la puerta a su espalda, me mira seductoramente.

— Es buena, ya sabes mis gustos... — no me deja terminar de hablar porque me acorrala contra la pared y lleva sus labios a mi cuello.— Delgado está aquí...

Digo con la voz entrecortada, ella se gira para mirar dentro de la casa y repentinamente no hay nadie, como si el enorme joven hubiese desaparecido y las bolsas de basura también.

— Sabes lo que lloré con esa canción — me susurra al oído y sigue con lo suyo en mi cuello. — ¿Podemos ir a tu cuarto?

Nunca creí que iba a ser ella la de la iniciativa pero no me molesta en absoluto, asiento y la llevo de la mano hasta el segundo piso.

Reímos un poco en el proceso, mi habitación está al lado del baño principal, justo el mismo en el que hablamos por primera vez, también nos caímos y ella quedó sobre mis piernas, ahora mismo ese recuerdo es excitante.

Entramos a mi cuarto y ella no espera ni un solo segundo, se dehace de mi camisa de un tirón y me lanza a la cama, luego sube a mis piernas, y se toma un aplastante minuto para mirarme.

— Nunca había tenido tantas ganas — dice mientras se quita su camisa dejándome el mejor de los panoramas — Eres hermosa.

Se agacha un poco y me abraza dejándome besos suaves en el hombro, no entiendo este sentimiento, es el deseo de querer hacer el amor pero a la vez algo cariñoso, tierno, incluso romántico.

Le doy un giro para que quede debajo de mi cuerpo, entonces beso sus labios de la misma manera que las veces anteriores, se siente rico, durante unos minutos hasta que decido levantarme ahora quedando entre sus piernas y empezar bajar sus jeans de tiro alto.