11. El escape

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Casi todo estaba planeado. Los chicos habían hecho un muy buen trabajo. Casi todos los detalles estaban preparados. Victoria y el doctor les habían dicho que Luana debía salir del hospital antes que levantara más sospechas. La puerta principal estaba prohibida para ellos, sólo debían armar un escenario para que  Elian logrará sacar a la presa de allí, junto a Lara ya que sólo no podría.

Cy y Ella eran los encargados de distraer a los guardias, al momento de armar el plan el morocho dijo que se iba a ser cargo ser los detalles y que iba a conseguir a alguien más para que los ayudase.

Victoria hacía de campana en la parte de atrás del hospital, allí no había ningún guardia fijo pero si daban unas cuantas vueltas al día. Decidieron sacar a Luana por la noche, así camuflarse con más facilidad en la oscuridad de la noche. Hacia dos días que la presa había despertado y los exámenes habían tardado en hacerse porque no debían levantar sospechas. Las consecuencias del golpe no eran graves, sólo que ella no debía entrenar por ende no podía presentarse a su primera oportunidad para dejar de ser presa. La intensidad de los entrenamientos ya no era correcto para ella porque debía recuperar fuerzas. Elian no quería que volviera a hacer los labores pero su madre lo hizo razonar, sería muy sospechoso que desapareciera una presa. Y más después de que se haya limpiado sangre de la pileta. Los puros no sabían de quien era ni porque.

-¿Qué hace Dalia acá?- preguntó sorprendida Lara. Sintió una molestia en su interior ¿Justo a ella le fue a pedir ayuda? Tal vez él no se daba cuenta de cómo lo miraba esa chica pero ella si y la quería lejos de ellos. No confiaba mucho en ella, como tampoco lo hacia con Galeno. Parecia que esos dos estaban cortados con el mismo cuchillo.

Tanto Elian como Luana siguieron la mirada de la pelirroja para toparse con la amiga refinada de los chicos. Lua le dirigió una mirada de simpatía a Lara, ella la entendía muy bien. En su lugar sabría como guardar sus sentimientos aunque la molestia no desaparecería de su interior. El puro ajeno al intercambio de las chicas, empujó suavemente de la cintura de Luana para avanzar.

Mientras tanto, el trío empezaba su función.
Como Ella era una presa y prestar su cara la ponía en un grave peligro, Cy tuvo que recurrir a la ayuda de Dalia. La chica se negó en un principio, pero sus sentimientos fueron más fuerte que su razón y terminó aceptando.

-¡Ayuda! ¡Ayuda, por favor!- comenzó a gritar  Cy. Sus gritos eran muy convincente, parecía realmente desesperado. Como ningún guardia ni enfermera se acercaba a ellos, le dijo a Dalia que se desmayará. La pura lo miró, ella no sabía nada de actuación, apenas le salía que le había bajado la presión. Al sentir el agarré del chico más fuerte, ella se tiró a sus brazos. Esa improvisada decisión tomo por sorpresa al joven y no llegó a tiempo para agarrarla bien, por lo tanto cayó al piso. El golpe seco alertó a todos los presentes. Cy rápidamente se arrodilló cerca de la cabeza de la joven, quería verificar que todavía respiraba. -¡Necesito ayuda! ¡Se desmayó!- está vez gritó con verdadera preocupación.

El hospital se movilizó, como los guardias principales fueron a socorrer a la pareja, los de las puertas traseras fueron a cubrir las delanteras. El plan funcionó. Elian y Lara habían cubierto a Luana con una capucha negra, por lo que era imposible determinar su identidad. Nadie podía verle el rostro.

Ella se escondía de todos los puros deambulando. Si alguno la llegaba a descubrir todo el plan sería un fracaso. Tanto movimiento por un simple desmayó le parecía absurdo, si le pasaba eso a algunas de las presas nadie iba a su rescate, es más las castigaban por ser tan frágiles. Pero esto eran los puros. Sin ellos, no existirían las presas, ni la pobreza. Nacen puros y mueren puros, aunque si nacen presas pueden llegar a morir puros.  Ese era el ciclo de ese sistema. Pero dentro de poco, las cosas iban a cambiar. El mundo como se conocía ya no sería el mismo.

Dalia se fue recuperando con lentitud. Primero abrió los ojos, luego parpadeo varias veces hasta acostumbrarse a la luz blanca del hospital.

-Déjenle espacio para respirar- pidió una enfermera al ver demasiada gente al rededor de la pura. Segundos más tarde, un doctor se acercó para inspeccionar a la joven. Dalia reconoció al doctor que los había ayudado, esa fue la señal de que todo salió bien. Luana ya no se encontraba en la institución y por lo tanto no corrían peligro alguno.

La oscuridad camuflaba a las tres figuras. Iban despacio ya que se encontraban muy lejos de los puros.

-¿Elian? ¿Adónde estamos yendo? Porque este no es el camino para ir a los cubos de las presas- objeto Lara con extrañeza. El puro no quiso responderle y siguió caminando. Luana, no entendía nada de lo que pasaba- Elian, te estoy preguntando algo. Odio que me ignores. Responde mi pregunta.

El depredador sintió un malestar cuando le exigió respuestas, y se molestó más cuando Lara se detuvo en el medio del camino junto a Luana.

-¿Qué pretendes, Lara? ¿La dejamos indefensa con las otras presas para que la maten? ¿ La dejamos en manos de los guardias cuando todavía no está recuperada? ¿La vas a cuidar vos todo el tiempo? No creo que puedas, porque aparecio tirada en una pileta sin que nadie se diera cuenta - exclamó con frialdad. Las chicas sintieron un escalofrío recorrer sus cuerpos enteros. El puro daba mucho miedo con esa tranquilidad que exigía respuestas. Les hablaba como si fueran nada, como si fuera superior. Y lo era. Además de depredador, era un puro de las familias más antiguas. Él había nacido para gobernar, para ser alguien y estaba allí. Ayudando a dos presas insignificantes para su clase.

-Tu madre te dijo que la debemos regresar. Para no levantar sospechas. Que todo vuelva a la normalidad.

Él la miro sin trasmitir ningún sentimiento. Sus fracciones se endurecieron, se le podía escuchar a muy cercana distancia como sus dientes rechinaban.

- No me importa lo que nos ordenaron. Ahora mando yo.

-Basta, por favor- habló por primera vez Luana. La situación era insostenible para ella. Lara era su amiga. Y Elian... No deseaba que discutirán por ella. No era tan importante, sólo se trataba de una simple presa.

Los chicos dejaron de mirarse y se centraron en ella. Elian suspiro profundamente antes de acercase a las presas y guiarlas al escondite que tenía pensado.

-Vamos a ir a la biblioteca. Sólo Cy y yo tenemos rápido acceso; aunque Lara a partir de hoy también. Por más seguridad está información queda entre nosotros cuatro. Cy ya lo entendió- le explicó mientras agarraba de la cintura a Luana, caminado hacia la puerta trasera del edificio. La biblioteca iba a ser el mejor escondite, casi ningún puro la había encontrado. Las aguas tenían que calmarse antes de atacar o pensar un plan para hacerlo.

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⏰ Última actualización: May 12, 2019 ⏰

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