La primera vez de ambos

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Cuando caí a la cama mi corazón latía TAN rápido que pensé que moriría, Maximiliano se quitó su camisa y su torso quedó expuesto para mí deleite, como un felino persiguiendo a su presa, se subió sobre mi y acaricio mi rostro lentamente, no pude más que cerrar mis ojos y sentir, cuando su mano pasó por mis labios hinchados, la detuve y comencé con besar uno a uno de sus dedos, ya ambos con los ojos bien abiertos y mirándonos fijamente.

Sus mano bajo por mi cuello y luego su boca que lenta y dolosamente lamia, besaba y mordía mi piel expuesta, mientas mi cuerpo se estremecía, me sentó en la cama y quedamos ambos uno frente al otro, mirándonos, acariciándonos y repartiéndonos besos furtivos, sus manos quitaron mi camisa para luego volverme a acostar boca arriba de la cama.

Pasó sus manos y su boca por mis pechos, chupaba, mordía y yo quería gritar pero me tapo la boca con sus manos, me era muy difícil respirar.

Siguió su tortura por mi abdomen, mi ombligo fue una copa que el bebió y succiono, produciendo una corriente eléctrica que no se detenía y que misteriosamente mojaba mi entrepierna, no esto es una tortura yo no puedo más no puedo aguantarme más, tengo que moverme, tengo que agarrar algo, tengo que gritar.

Parecía que me entendía, porque abandono mi pobre y agobiado abdomen para subir y besarme  sin piedad sin misericordia, no pude hacer más que morderlo y ese dolor lo activo aún más porque sentí sobre mi feminidad algo duro y grande muy grande que me asusto inmediatamente, mi respiración se agitó, volviéndose casi cardiaca, mis manos se aferraron a las sabanas volviendo los nudillos blancos y casi rompiendo la tela.

Maximiliano se dio cuenta, paro su embestida y acarició dulcemente mi rostro, del cual se desprendían lágrimas que bebió con su boca, hasta llegar a mi oído: " está también es mi primera vez"......

Maximiliano: le dice a Sara bajito y besando aún su rostro: respira lentamente, mírame a los ojos y agarra mi espalda, estoy contigo, siénteme, mi cuerpo está en las mismas condiciones que el tuyo, esto es nuevo para mí también, cuando estés lista yo lo estaré, me quedaré a tu lado y esperaremos los dos a que nuestros cuerpos se normalicen. No me iré a ningún lugar sin ti. Solo confía en mí y en que no te haré ningún daño.

El perfecto señor lookWhere stories live. Discover now