Juguemos

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Al día siguiente, sara se esmeró en colocar  de manera correcta y como le habían enseñado el día anterior, la su peinado, luego se colocó el vestido y se maquillo también como le habían enseñado, tomó su bolso, se calzó sus tacones y se puso los accesorios. Tomó las llaves de su hogar y salió caminando con seguridad. No iba a llegar temprano ni mucho menos, iba a llegar a la hora precisa. Su instinto le indicaba que Maximiliano look ya había llegado y de seguro iba a salir a buscarla apenas la sintiera entrar a la oficina.

Al entrar al edificio, los empleados que alcanzaron a verla, parecían estar viendo un fenómeno o algo parecido, porque no quitaron sus ojos de ella hasta que entro al ascensor.

Cuando por fin llego a su piso, se dirigió hacia la cafetera y la puso en funcionamiento, mientras encendía el equipo de escritorio y guardaba sus cosas, el café se hacía.

Sus piernas estaban expuestas de manera decente, se había depilado de manera completa esta mañana y llevaba aplicada crema perfumada sobre ellas, una que adquirió ayer en la tienda de cosméticos, su rostro estaba maquillado entre lo fatal y lo profesional, su ropa se ajustaba decentemente a su cuerpo, se sentía sexy y poderosa.

Tomó la tasa del señor look, le sirvió el café como le gusta, al pasar por su escritorio tomó su iPad y se dirigió soberbia hacia la puerta de la oficina de su jefe. Allí tocó dos veces antes de entrar, sintió un cosquilleo en el estomago y un leve temblor en sus manos, pero respiró profundamente y continuó ante  el "pase" seco y rígido de la voz del señor look. No ella no se iba a tirar para atrás, en este juego ella ganaría, se lo iba a demostrar a ese engreído.

Al entrar, saludo y se dio la vuelta para cerrar la puerta.

Buenos días señor look - la voz comenzaba a fallarle y aún no le había visto la cara-, traigo su café y estoy dispuesta a recibir las órdenes de hoy.
Cuando se giró hacia el escritorio del señor look y continuar con su caminar, se encontró allí unos ojos fríos que la observaban atentamente y otros que sonreían con picardía - oh Dios esto se vuelve más interesante, aquí está Madison-

Buenos días señorita sara, por favor deje el café en la mesa de reuniones y tráigale otro al señor Madison al que usted ya conoce y dispóngase a tomar nota de nuestra reunión. - la mandíbula del señor look estaba apretada y  su mirada pasaba de Madison hacia mí y de mi hacia Madison-

Buenos días señor Madison- extiendo mis manos hacia el y lo saludo de mano- es un verdadero placer volver a verlo.

Señorita sara Michell, está usted increíblemente hermosa y cambiada, déjeme decirle que me tiene totalmente anonadado, no se ni que decir ante semejante hermosura de mujer que tengo delante de mi. Una verdadera sorpresa me acabo de llevar, creo que estaré aquí mucho tiempo más.

Señor Madison, usted siempre TAN galante, por favor pase a la mesa de reuniones y espere unos cuantos minutos le preparo un delicioso café.

Con permiso me retiro. - mientras el señor look seguía impasible mirando a sara y su cuerpo y luego mirando a Madison- sara salió del despacho preparo el café y lo llevo a la mesa de reuniones donde los dos hombres uno con cara de asesino y el otro con sonrisa pícara, la esperaban.

Sara se dice para sus adentros:" Que comience el juego ....."

El perfecto señor lookWhere stories live. Discover now