Solo para mi

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El señor look se levanto de la cama y se puso sus bóxers, se encontraba solo en la habitación, tomó el celular y envió un mensaje a su empleado de confianza Marcos para que no se preocupara, aunque suponía que los escoltas ya le habían avisado de su paradero y decidió salir a buscar a sara. Tenían que hablar.

La casa seguía sin más ocupantes, solamente se escuchaba el ruido que provenía  de la cocina no muy lejana a la habitación de donde salió, fue directo hasta allí y se quedó de pie recostado en el muro que divide esa instancia del comedor .... si allí estaba ella TAN relajada y simple,   preparando el desayuno, con TAN solo una pijama que consistía en una bata de seda azul oscuro corta y su cabello recogido en un moño alto algo despeinado...
era impresionantemente bella, jamás se cansaría de mirarla...
con esos movimientos de caderas, sin proponérselo en minutos, logró excitarlo de nuevo y sintió esas ganas de poseerla, de hacerla suya con urgencia,
sin que ella lo notara se acercó lentamente y por detrás la aprisionó contra el mesón, sara se detuvo de manera instantánea, soltó de golpe lo que tenía en sus manos y se agarró del borde, su respiración comenzó a agitarse como si fuese una máquina de vapor encendida al máximo, Maximiliano rozaba  su ereccion contra su trasero mostrándole lo que hacía en el, jalo su cabello y tiro de su cabeza hacia atrás, sara suspiraba, gemía ahogadamente, quería si quería,  mientras el besaba su cuello, lo chipaba, lo mordía, pasaba su lengua y su incipiente barba de arriba hacia abajo colonizando su mandíbula, el lóbulo de su oído y toda la superficie de su cuello y parte de la espalda,
cerró los ojos deleitándose con la sensación palpitante que sentía en su entrepierna, otro corazón desbocado se encontraba preso de la ansiedad y el roce torturante  de ese hombre que la llevaba al abismo y del cual se enamoro sin remedio, quería tenerlo dentro, por lo que tiró su cuerpo hacia atrás para que Maximiliano tuviese mayor acceso, lo invito silenciosamente a entrar de nuevo en sus entrañas, él entendió su lenguaje cuál experto sus manos desataron la bata y emprendieron el camino hacia sus pechos donde los masajeo, los pellizco y los apretó de manera erotica y sensual, provocadora, sara gemía pidiendo más, se removía inquieta, Maximiliano bajo su mano derecha hasta su clitoris y comenzó a masajearlo despacio en círculos y con la otra mano le apretaba las nalgas, mientras ella danzaba pegada contra su ereccion ... un dedo entro noto esa humedad TAN propia de la anticipación y sin más se bajo el bóxer y desde atrás la penetro, duro, intenso, de un solo golpe hasta el fondo, ella solo se agarraba del mesón con todas las fuerzas de que era capaz y el más alto que ella la tomó por ambas caderas y la sumergió en un duelo doloroso y agresivo de pasión que parecía no acabar.. más gritos, más deseo una y otra vez en sus envestidas que ahora le llegaban hondo,   hasta que ella levantó su cabeza,  y grito su nombre una y otra vez con lujuria, un orgasmo mutuo que los descolo porque se transmitían todo y más que cuerpo y los dejo sin aliento, el recostado con la frente sudorosa sobre su espalda y aún dentro de su cuerpo y ella con medio torso envuelto en harina sobre la mesa de mármol de la cocina........

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Era el momento ideal para la zurda, sigilosamente sin ruido posible se dirigió hacia Theresa y de un solo movimiento le puso la navaja en el cuello y la deslizó con fuerza sobre ella, salió TAN rápido y silenciosa como entro, mientras Theresa sorprendida llevo su manos hacia la garganta temblando y con escaso aire en sus pulmones porque ya no lo estaba recibiendo, no pudo gritar, ni gemir, el miedo ahora si la estaba gobernando; trato débilmente de llegar hasta la salida de los baños, pero la herida del cuello era muy  profunda y estaba brotando de ella  muchísima sangre de manera veloz... en cuestión de segundos, lentamente fue cayendo al suelo sin poder sostenerse de paredes o puertas algunas,  con la bolsita y las papeletas de alguna droga totalmente dispersas en el piso, sus ojos quedaron abiertos, su cuerpo boca abajo con la cabeza hacia un lado y sumergida en su charco de sangre... los latidos de su corazón se detuvieron en el frío y sucio baldosin del baño, en  silencio, completamente sola, sin lujos y excentricidades,  sin poder, con miles de dominios en su ser, la vida se le escapó.....

El perfecto señor lookWhere stories live. Discover now