El perfecto señor look

El que es no deja de ser nunca

Narra Maximiliano

No tengo ni la menor idea de cómo tratar a esta mujer. Para no cometer errores y decir cosas que de pronto terminen en un caos, me dedicaré a revisar el trabajo, bastante atrasado que debe estar con estos días de estar aquí. Pero valió la pena, valió totalmente la pena.

Abrí  mi laptop y mi celular y comienzo a revisar, responder, leer, archivar y demás pendientes que tengo en el email. Son tantos asuntos que a duras penas en estás seis horas alcanzare a revisar. Menos mal porque no tengo ni la más remota idea ni ganas de enfrentarme a los cuestionamientos de sara.

De fondo Marcos parece su cómplice porque coloca el reproductor de música en una de las canciones más significativas que he escuchado y quisiera que estuviese despierta, porque apenas tocó la ventana y el auto encendió, quedo como muerta, sumergida en un profundo sueño, pero más quisiera tener el valor de confesarle sin tapujos que está canción parece estar escrita para ella.
Pero solo me limito a verla dormir, su inocencia es mía y esa dulzura que emite su rostro es TAN parecida al cielo, pero debo dejarlo así, ella merece ser feliz al lado de un hombre que la valore que la aprecie, que tenga sentimientos. Pero no ahora, será después, mucho después de mi tiempo con ella. !!!Pero que estoy pensando!!!, mejor sigo trabajando, mi éxito es lo que estoy persiguiendo desde hace años y ahora que estoy consiguiéndolo no lo dejaré escapar y menos por una mujer hermosa, dulce, pura y enloquecedora como la que está dormida a mi lado.

Me acerco hasta su odio y le susurró: está canción es para ti. - ni siquiera se mueve- porque cuando despiertes no me encontrarás.

No sirvo para las despedidas y lo peor aún, no puedo enfrentarme a esto.

Perdóname sara  y espero que algún día lo puedas hacer. Deposito un beso en su frente y regreso a mi trabajo, debo dejar de pensar en ella, de necesitarla. Debo volver a ser yo mismo lo que soy por lo que he sido y por lo que seré.