16. Hurt

364K 46.1K 28.5K
                                    

XVI

SHADOW

Morgan está inconsciente en mis brazos. La alzo con facilidad. Su largo cabello negro cuelga en el aire y se mueve al ritmo del viento. Su rostro pálido está manchado de sangre; su aroma llena mi nariz, alentando mi necesidad de probarla. Aidan aparece a mi lado, la sed en sus ojos tan obvia que hago una mueca de desprecio.

Por primera vez en siglos, siento envidia porque él ha saboreado la sangre de Morgan mientras que yo vivo imaginándolo. Aunque es mejor así, necesito verla como una orden; si desarrollo algún interés personal por ella, Morgan sería la más afectada, y no puedo permitir eso: ya ha sufrido demasiado. Además, su sangre es la más poderosa que he olfateado, es normal que la desee. Simple deseo sanguinario, es todo, nada más.

—Llevémosla a la cueva, va a llover —sugiere Aidan, alejándose de nosotros.

Percibo lo mucho que él desea la sangre de Morgan. Qué patético; no tengo moral para juzgar su sed, pero al menos puedo controlar la mía y mostrar indiferencia ante la esencia de la chica.

Camino lentamente, cargando el inerte cuerpo de Morgan. Un rayo de luz ilumina el bosque, el estruendo de un trueno lo sigue. Mi agudo sentido del olfato me permite escuchar con claridad todo: el sonido de las ramas de los árboles que se rompen bajo mis pies, la suave respiración de Morgan, los movimientos sigilosos de los animales del bosque, la brisa moviendo las hojas de los árboles.

Me enfrento a Sandra; ella traga, bajando la cabeza. Está asustada, no es común ver a un Purasangre así, pero ella sabe que se encuentra en problemas con el único ser superior a ella: Yo.

—Espero que sepas que le contaré esto a Vincent —la informo.

—No lo hice a propósito, Shadow, no es gran cosa. No hay motivo para causar disturbios —responde ella, simulando tranquilidad. Es estúpida de verdad si cree que voy a tragarme esa mentira.

—Mantente alejada de ella. —Es una orden, no una petición.

—¿Eso es una amenaza? —Sandra arquea una ceja—. ¿Me estás amenazando, Shadow? —El desafío en su expresión es obvio, pero no me importa. Ella es la Purasangre más joven de nuestro grupo; no tiene ninguna posibilidad contra mí.

—No es una amenaza, es un hecho. Pon un dedo sobre Morgan otra vez y estás muerta.

—No toleraré que me amenaces. No me avergonzarás delante de un vampiro convertido. —Sus palabras están llenas de enojo y desprecio—. Soy una Purasangre, me debes respeto.

Sonrío con malicia debajo de mi máscara.

Encuentro su mirada y concentro energía en romperle algunas costillas. Ella grita de dolor, agarrando su pecho y respirando pesadamente. Entre jadeos, cae de rodillas, y le tuerzo dos costillas más hasta que el crujido anuncia que se han roto. Disfruto de su sufrimiento, se lo merece. Sangre sale de su nariz y boca debido a la hemorragia interna.

—¡Detente! —suplica, de rodillas, tosiendo sangre que cae sobre las hojas y las ramas debajo de ella.

—Shadow —me llama Aidan, interrumpiendo mi momento sádico.

Aparto la mirada, liberando a Sandra.

—Estás advertida. —Y sin más me dirijo al escondite del clan de Morgan. Aidan me sigue en silencio.

Al llegar al compartimento de la chica, nos encontramos con un vampiro convertido, ese que siempre está alrededor de Morgan como un mosquito. No recuerdo su nombre. Es un vampiro que ya cruzó su madurez, controla el elemento fuego. Recuerdo cuando me atacó la otra noche, hace unas semanas, cuando intenté darle mi sangre a Morgan; es un bastardo ingenuo si creyó que tenía alguna oportunidad contra mí.

La Revelación (Almas Perdidas I) [En librerías]✔️Where stories live. Discover now