[Once]

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Como ellos ya tenían previsto el combustible se termino al pasar dos días, pero habían tenido suerte de encontrar otro pueblo antes de que los campers dejarán de funcionar. Esta vez su nuevo refugio no había podido ser una casa con todas sus comodidades pero ellos se conformaban con la tienda de colchones que habían encontrado, al menos tenían un lugar donde dormir.

-No podemos quedarnos mucho tiempo aquí -comento John- debemos de buscar combustible para seguir con los campers un tiempo más.

-Genial, viviremos en un camper-comento Elvisa alegrandose aunque a muchos no les hacía gracia dormir en un auto en movimiento.

-Héctor y Jena irán conmigo a buscar combustible -dijo John mientras Anne acomodaba todas sus provisiones- si no llegamos a encontrar algo interesante volveremos a tiempo para la comida.

-Solo tengan cuidado -dijo Anne viendo a Hector despedirse de Elvisa y Álvaro- aun hay personas que les importan.

John, Héctor y Jena salieron de la casa, Nadia y Elvisa se sentaron en uno de los sillones que tenía el despacho del antiguo gerente de la tienda en donde también estaba Margie. Tiempo después Fred y Jeff, con sus armas, se disponian a salir del despacho; cosa que todos sabían que no era para estar en la parte de los colchones.

-Claro que no, ustedes no se van de aquí -Anne se puso frente a la puerta.

-Vamos Annie -Fred hizo un intento de parecer tierno- no tardaremos mucho.

-Mi respuesta sigue siendo un no -Anne abrió otra puerta para ir a la pequeña parte de arriba que tenía el local, donde suponían el encargado de este vivía ya que era como una pequeña casa.

-Maggie querida -Jeff se sento a su lado, ganándose un golpe en la cabeza.

-No me digas así -Margie se cruzó de brazos.

-Se que en el fondo te agrada -Margie rodó los ojos- tal vez tu podrías...

-No -dijo antes de que terminará- y Elvisa diría lo mismo así que vayan a otro lado.

-Trato hecho -ambos se levantaron y corrieron directo a la puerta saliendo antes de que Anne se diera cuenta que salieron.

-Lo han hecho de nuevo -Elvisa río mientras escuchaba a Anne maldecirlos desde la parte de arriba al verlos irse desde la ventana.

-Recuerdame no hablar cuando están ellos -Margie se frotó las sienes.

-De todas formas lograrán lo que quieren. Siempre lo hacen.

-Si -concordó- por suerte solo son ellos dos, nuestro único gran problema.

Pero Margie estaba totalmente equivocada, pues los gemelos ya no eran el único par que salía sin que nadie supiera su destino.
Guillermo y Samuel habían salido en cuanto llegaron y "se quedaron en el camper durmiendo" por lo que nadie los tomaba muy en cuenta, al menos hasta la hora de comer; y algo en lo que superaban a Fred y Jeff era en el ingenio de salir sin que los otros supieran, pues decir que estás cansado y que despertarás hasta tarde era una buena coartada.
Guillermo y Samuel estaban explorando los alrededores, donde estaban más tiendas que los demás no quisieron explorar, aunque no dejaban de bajar la guardia, tanto para los zombies como a sus amigos vivos que pudieran regañarlos.

-Así que el arco es lo tuyo -dijo Samuel una vez salieron de la tienda de electrónicos para caminar por el cendero que estaba alrededor del pueblo.

-Así es -Guillermo trataba de hacer equilibrio en las rocas apiladas que habían a los lados- Jeff me enseñó hace dos años, y tu, eres mejor con el arma.

-No tanto como John -Samuel observó a Guillermo- él fue el que me enseñó pero nunca he sido tan bueno como el.

-Se que lo lograrás, eres bueno conduciendo también.

-Cierto, y tu aprendes rápido para superarme.

-Creo que por el momento fue suficiente para mi -Guillermo volteo hacia Samuel perdiendo un poco el equilibrio.

Al ver que el menor estaba por caerse Samuel lo tomo de los brazos para que no fuera a caer, Guillermo era mas bajo que Samuel pero al estar parado en una roca su estatura era un poco mayor.
Guillermo trató de no ver a ese Samuel de frente, últimamente hacerlo le traía problemas, en cambio Samuel si lo veía pero no sólo a él. Vio su cuello, de el estaba colgando la cadena que sus padres le habían dado, pero tenia un nuevo adorno; un pequeño unicornio de metal, Samuel lo tomó.

-¿Un unicornio?- Samuel vio a él Guillermo.

-S-si -Guillermo se sonrojo- Lo busque por todas partes, es un recuerdo, de ti. Para que estuvieras conmigo siempre.

Samuel examinó el dije de unicornio y no pudo resistirse a sonreír por aquel detalle, él había hecho lo mismo al conservar aquella tortuga durante estos cinco años, no podía juzgarle.
Soltó el dije y vio a Guillermo quien estaba sonrojado por la vergüenza que le daba que Samuel haya descubierto su pequeño secreto. Esta vez Guillermo decidió bajarse de las rocas para caminar a la par con Samuel, está vez entraron a una tienda que no lograban saber que tenía ya que estaba casi vacía. Guillermo y Samuel revisaban bien los estantes de la tienda intentando encontrar algo interesante.

-Hey mira esto -Samuel estaba detrás del mostrador, Guillermo se acercó a él.

-Eso es...

-Un cómic de Spider-man -Samuel lo ojeo un poco- yo leí este cómic. Solo faltaban dos días para que el último saliera a la venta -suspiró- lástima que que no sabré lo que ocurrió.

-Yo también lo leía -Guillermo sonrió al recordarlo- y pude conseguir el último.

-¡En serio! -Samuel lo tomó de los hombros emocionado- y-y que paso. El buitre...Gwen ella...dime que la tía May no murió.

Guillermo río por la actitud infantil de Samuel, hizo que soltará sus hombros para poder explicarle todo pero el ruido de la puerta los hizo ponerse alertas, haciendo que soltara lo que tenía en sus manos haciendo ruido.

-Fred -dijo Samuel al ver al chico entrar .

-Jeff -Guillermo dejo salir el aire, luego se sonrojo al ver lo "molesto" que Jeff estaba.

-Vaya vaya -dijo Fred- alguien está siguiendo nuestros pasos.

-Lamentablemente si Fred -Jeff miro a Guillermo- ustedes no debieron de haber salido.

-Ni ustedes -contesto Samuel- ¿Cómo nos encontraron?

-No sabían que estaban aquí.

-Estábamos buscando tinte para el cabello de Jeff -ambos chicos observaron al chico, al cual ya se le notaban las raíces negras que tenía- para mi fue más sencillo.

-¿Por qué no dejarlo como lo tienen? -preguntó Samuel.

-Tenemos nuestros motivos -ambos se recogieron de hombros.

-Ahora debemos de volver.

Guillermo asintió saliendo detrás Fred y Jeff mientras Samuel salía al último.

-Guille -Jeff se acercó a él- me alaga que quieras seguir mis pasos pero escaparte no era la idea que tenía en mente.

-No tienes la culpa -Guillermo le sonrió- pero en serio es aburrido a estar encerrado ahí.

-Lo se pequeño -Jeff río- pero tu y Samuel aún no tienen la edad suficiente, prometeme que no se volverán a ir.

-Solo si tu no le dices a Anne que salimos solos.

-Trato hecho pequeño -Jeff lo abrazo y le revolvió el cabello.

-No me digas así -Guillermo río- tengo doce y pronto cumpliré trece.

-Para mi siempre seras mi pequeño hermanito -Jeff lo cargo como si de un costal de papas se tratase.

Reglas en Zombielandia || Wigetta Where stories live. Discover now