[Veinticuatro]

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Los días en el bosque eran casi siempre tranquilos, su mayor problema era que el mal clima los dejara con las provisiones al límite, podían hasta incluso pensar que no había zombies intentando pasar el río que los separaba, eran una gran cantidad pero en esos 9 años habían reducido su número, por lo que suponían habían más personas por el área, o por lo menos el país.
Conseguir comida era el problema, hace ya varios meses que no encontraban un ser vivo, ningún venado, conejo o ave; era extraño pero no podían pedir mucho, tenían un pequeño huerto que los alimentaba, aún si repetían mucho las zanahorias y guisantes.
Guillermo revisaba la planta de tomate que había plantado hace un mes, estaba creciendo pero aún no daba ningún fruto, esperaba que pronto lo diera, escuchar las quejas de Melody y Elvisa eran divertidas pero también cansado.

-No porque la veas sin parpadear va a crecer más rápido -Guillermo alzó la vista, sonriendole al chico frente a él, Samuel le sonrió de vuelta.

-Prestarle atención ayuda -justificó divertido, acercándose a Samuel- ¿Hubo alguna novedad?

-Nada, es como si fuéramos los únicos seres con vida -Guillermo hizo una mueca- pero encontramos un manzano -Samuel busco entre la mochila que tenía y le dio una manzana, Guillermo sonrió y la tomó.

-¿Crees que crezca aquí? -Guillermo busco entre las herramientas algun cuchillo, cuando lo tenía lavo la manzana.

-Podría ser -Samuel esperó a que el menor cortará la manzana, para dividir la parte comestible con las semillas.

-¿Fueron muy lejos? -Guillermo tomó un pedazo de manzana y se lo dio a Samuel, tomando otro para él y comérselo.

-Un poco, casi veíamos la carretera -Samuel comió más de la manzana- Melody quería ir más lejos pero Héctor no la dejo, y cuando Elvisa supo...

-¡Pudieron haber encontrado más zombies y traerlos aquí! -Ambos voltearon a ver a ambas chicas pasar por ahí, Melody huía de Elvisa.

-Exagerada -Melody se detuvo para verla molesta- Era broma...¡Melo!

Elvisa corrió detrás de Melody, Guillermo río ante la escena. Ambas chicas se habían agradado a la semana, al mes eran amigas y luego de tres meses eran inseparables, aún no sabían nada pero suponían que ellas tenían algo.
Samjel estaba feliz por ella, Elvisa merecía ser feliz, y que mejor que con la chica completamente diferente a ella, eran agua y aceite, y quizás esa era la razón por la que se llevaban tan bien.

-Melo tiene razón, pudieron haberse encontrado con más zombies -Guillermo hablo luego de volver a ver a las chicas, está vez parecían estar más tranquilas.

-¿Tú también serás dramático? -Samuel le sonrió divertido.

-Lo seré si es necesario -Guillermo quiso parecer serio, cosa que no consiguió. Rieron un poco- sólo, tengan cuidado ¿Si?

Samuel asintió, tomando delicadamente a Guillermo de la cintura y acercarlo y atrapar sus labios y comenzar con un beso. Con una sincronización que los caracterizaba continuaron su beso tan dulce he inocente, Samuel sosteniendo al menor de la cintura y este acariciando su mejilla y enredando sus dedos en el poco cabello que tenía.
Llevaban casi diez meses juntos, y aunque se conocían desde hace años cada tiempo juntos representaba conocer algo nuevo del otro, como ahora, que Samuel sabía que Guillermo tenía una manía con morderse el labio inferior cuando estaba estresado o que odiaba cocinar; y Guillermo también conocía nuevas cosas de él, sabía que Samuel admiraba a John y que esperaba ser como él o que le encantaba pasar tiempo cerca del río, aquellos pequeños detalles no pasaban desapercibidos para ninguno, querían conocer hasta el más mínimo y eso volvía cada día interesante.
El beso inicial había terminado pero ninguno de los dos dejó de juntar sus labios, buscando la cercanía del otro; era una acción delirante, pues con cada beso sentían todo el cariño que tenían por el otro, con cada beso Guillermo se enamoraba más de Samuel, y quería demostrarselo.
Una de sus manos se deslizó por todo el brazo del mayor, dándole leves caricias, hasta llegar a su cintura he intentar tocar su piel, cosa que no consiguió. Samuel se había roto el beso, no de manera brusca ni con intenciones de odiarlo, sólo se separó, y eso no le había gustado.

Reglas en Zombielandia || Wigetta Where stories live. Discover now